El «trabajo sucio» del Fondo Monetario Internacional

El FMI es el organismo monetario internacional líder cuya finalidad pública es mantener la estabilidad del sistema financiero mundial a través de préstamos vinculados a propuestas encaminadas a mejorar la recuperación económica y el crecimiento.

De hecho, el FMI ha estado bajo el control de los EE.UU. y los países de Europa occidental y sus políticas han sido diseñadas para promover la expansión, dominación y ganancias de sus principales corporaciones multinacionales e instituciones financieras.

Los estados norteamericanos y europeos practican una división de poderes: Los directores ejecutivos del FMI son europeos; sus contrapartes en el Banco Mundial (BM) son de los EE.UU..

Los directores ejecutivos del FMI y el BM operan en estrecha consulta con sus gobiernos y especialmente con los Departamentos del Tesoro en las prioridades de decidir, decidir qué países recibirán préstamos, bajo qué condiciones y en qué cantidad.

Los préstamos y los términos establecidos por el FMI se coordinan estrechamente con la banca privada. Una vez que el FMI firma un acuerdo con un país deudor, es una señal para los grandes bancos privados para prestar, invertir y continuar con una multiplicidad de transacciones financieras favorables. De lo anterior se puede deducir que el FMI desempeña el papel de comando general para el sistema financiero mundial.

El FMI establece las bases para la conquista de los sistemas financieros de los estados vulnerables del mundo por parte de los grandes bancos.

El FMI asume la carga de hacer todo el trabajo sucio a través de su intervención. Esto incluye la usurpación de la soberanía, la demanda de la privatización y la reducción del gasto social, los sueldos, salarios y pensiones, así como asegurar la prioridad de pagos de la deuda. El FMI actúa como el «ciego» de los grandes bancos al desviar las críticas políticas y el malestar social.

¿Qué tipo de personas apoyan a los bancos y han sido los directores ejecutivos del FMI? ¿A quién confían la tarea de violar los derechos soberanos de un país, empobreciendo a su gente y erosionando sus instituciones democráticas?

Han incluido un estafador financiero condenado; la actual directora se enfrenta a una acusación por cargos de mal manejo de los fondos públicos como ministra de Finanzas; un violador; un defensor de la diplomacia de las cañoneras y el promotor del mayor colapso financiero de la historia de un país.

La actual directora ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (julio de 2011 a 2015), Christine Lagarde, está siendo juzgada en Francia por la apropiación indebida de un pago de 400 millones de dólares con el magnate Bernard Tapie, mientras ella era ministra de Finanzas en el gobierno del presidente Sarkozy.

El director ejecutivo anterior (noviembre de 2007-mayo de 2011), Dominique Strauss-Kahn, se vio obligado a dimitir después de que fue acusado de violar a una camarera en un hotel de Nueva York y más tarde fue arrestado y juzgado por proxenetismo en la ciudad de Lille, Francia.

Su predecesor, Rodrigo Rato (junio 2004-octubre 2007), era un banquero español que fue arrestado y acusado de evasión de impuestos, ocultando 27 millones de euros en setenta bancos extranjeros y la estafa a miles de pequeños inversores que él convenció a poner su dinero en un banco español, Bankia, que se declaró en quiebra.

Su predecesor alemán, Horst Kohler, dimitió después de que él declaró una verdad poco probable – es decir, que la intervención militar en el extranjero era necesaria para defender los intereses económicos alemanes. Una cosa es cómo actúa el FMI, una herramienta para los intereses imperiales; y otra es que un ejecutivo del FMI hable  de ello públicamente.

Michel Camdessus (enero 1987 a febrero 2000) fue el autor del «Consenso de Washington» la doctrina que financió la contrarrevolución neoliberal global. Su mandato fue testigo de su abrazo y financiación de algunos de los peores dictadores de la época, entre ellos el hombre fuerte de Indonesia y asesino de masas, el general Suharto.

Bajo Camdessus, el FMI colaboró ​​con el presidente argentino Carlos Menem en la liberalización de la economía, la desregulación de los mercados financieros y la privatización de más de mil empresas. Las crisis, que siguieron, llevaron a la peor depresión en la historia argentina, con más de 20.000 quiebras, 25% de desempleo y tasas de pobreza superiores al 50% en los barrios obreros. . . Camdessus, más tarde lamentó sus «errores políticos» en relación con el colapso de la Argentina. Él nunca fue arrestado o acusado de crímenes contra la humanidad.

Conclusión

La conducta criminal de los ejecutivos del FMI no es una anomalía o un obstáculo para su selección. Por el contrario, ellos fueron seleccionados porque reflejan los valores, intereses y comportamiento de la élite financiera mundial: estafas, evasión de impuestos, soborno y la transferencia masiva de riqueza pública a cuentas privadas son la norma para el establishment financiero. Estas cualidades se adaptan perfectamente a las necesidades de los banqueros que tienen confianza en el trato con sus homólogos en el FMI.

La élite financiera internacional necesita que los ejecutivos del FMI no tengan reparos en usar un doble rasero y que violen sus procedimientos estándar. Por ejemplo, la actual directora ejecutiva, Christine Lagarde, prestó 30 mil millones al régimen títere en Ucrania, a pesar de que la prensa financiera describiera con gran detalle cómo los oligarcas corruptos han robado miles de millones con la complicidad de la clase política (Financial Times, 12 / 21/15, pág. 7). Lo mismo Lagarde cambia las reglas sobre el pago de la deuda que permite a Ucrania a realizar su pago de su deuda soberana a Rusia. Lo mismo Lagarde insiste en que el gobierno griego de centro-derecha a reducir aún más las pensiones en Grecia por debajo del nivel de pobreza (Financial Times, 12/21/15, pág.1).

Es evidente que el recorte salvaje del nivel de vida, que decretan los ejecutivos del FMI en todas partes no es ajeno a su historia personal criminal. Violadores, estafadores, militaristas, son sólo las personas adecuadas para dirigir una institución, ya que empobrece el 99% y enriquece al 1% de los super-ricos.

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