Lo negó durante semanas pero al final la verdad quedó al descubierto: los 3,7 millones de euros que se gastó el alcalde de Gerona y hoy sustituto de Artur Mas para presidir la Generalitat en cuadros salieron de la factura del agua de los ciudadanos.
La historia comenzó cuando Carles Puigdemont, hasta el sábado alcalde de Gerona, propuso comprar la colección de cuadros del crítico de arte Santos Torroella. Sostenía Carles Puigdemont que tener esta colección (con obras de Picasso, Dalí y Miró, entre otros) supondría «una oportunidad de desarrollo económico» para la ciudad. Pero la propuesta encontró un inesperado rechazo ciudadano. El 15 de marzo de 2015, mientras se votaba la propuesta en el pleno municipal, miembros de la PAH y la Red de Derechos Sociales se manifestaron a las puertas del ayuntamiento: «No tenemos casa para colgar cuadros», señalaron.
Tránsfugas a favor
PSC, CUP e ICV advirtieron que votarían en contra. Finalmente y gracias a la abstención del PP, el voto favorable de un tránsfuga y el de un miembro de Reagrupamiento, la votación quedó en empate. El voto de calidad del alcalde fue decisivo y la compra se aprobó. Pero los problemas del alcalde todavía no habían acabado.
¿De donde salen el dinero?
Una de los argumentos más repetidos durante las semanas previas a la votación al pleno fue: “gastarse 4 millones de euros en cuadros en época de crisis es un escándalo”. Pero Carles Puigdemont aseguraba que el Ayuntamiento no se endeudaría con la compra, ya que el dinero saldría de la empresa de la agua. Efectivamente, el dinero para la compra de los cuadros salieron de los 3,7 millones que la empresa de aguas AGISSA pagó al Ayuntamiento a cambio de la prórroga de la concesión del servicio en Gerona, que el mismo Puigdemont había aprobado meses antes. Lejos de tranquilizar a los gerundenses, la explicación del regidor generó dudas y muchos temían un incremento del recibo del agua para pagar los cuadros. Los días posteriores a la aprobación de la compra, el sucesor de Mas al frente de la Generalitat se paseó por radios y televisiones negando la relación: «Rotundamente no, el fondo de Santos Torroella no lo pagarán los vecinos de Gerona con el recibo de la agua”, declaró a la cadena Ser.
Entre tanto, miembros de la plataforma Agua Es Vida examinaron con lupa el contrato entre AGISSA y el Ayuntamiento y descubrieron la gran mentira de Puigdemont. Así, el 27 de marzo emitieron un comunicado en el que vincularon el pago de los cuadros de Santos Torroella con los recibos del agua, en contra de lo que sostenía el regidor. “Afirmar esto implica, o bien no explicar la verdad, o bien desconocer el correcto funcionamiento de esta operación. Es decir: o el alcalde miente o el alcalde no tiene ni idea de lo que dice el contrato. Teniendo en cuenta que el contrato está firmado por el alcalde, la hipótesis de la mentira coge fuerza”, señaló la citada plataforma en una nota informativa. Veámoslo.
La mentira del alcalde
El 20% de la empresa de aguas AGISSA es público y el 80% restante está en manos de La Caixa, Agbar y FCC. Pues bien, los miembros de Agua Es Vida descubrieron que en la cláusula octava del contrato entre el ayuntamiento y AGISSA se establecía que “el socio privado” (La Caixa, Agbar, FCC…) aportaría 3,7 millones de euros para pagar el canon en el Ayuntamiento, que sería utilizado para adquirir los cuadros. En la misma cláusula se especificaba que AGISSA tendría que devolver durante los siguientes cuatro años al «socio privado» los 3,7 millones de euros que servirían para comprar los cuadros, más los intereses. Y cómo devolvería el dinero AGISSA a La Caixa, Agbar y FCC. Pues si tenemos en cuenta que la única fuente de ingresos de AGISSA son los recibos del agua que pagan los gerundenses, no es difícil deducir que los 3,7 millones de euros salieron de los propios recibos de los vecinos, que son quienes acabaron pagando los cuadros y los intereses que cobró La Caixa por toda la operación. Unos intereses que, por cierto, el Ayuntamiento se ha negado a hacer públicos.
No parece que el nuevo presidente de la Generalitat vaya a desmerecer en méritos los adquiridos por la banda del 3%.