Por el Dr. Mercola
La seguridad de las vacunas es ciertamente un tema altamente controversial este año y en esta entrevista la Dra. Lucija Tomljenovic ayuda a aclarar un aspecto importante de la discusión, acerca de cómo los adyuvantes de las vacunas pueden afectar su cerebro.
La Dra. Tomljenovic es becaria postdoctoral de la Universidad de Columbia Británica (UBC, por sus siglas en inglés), donde trabaja en neurociencias y en el Departamento de Medicina.
“La razón por la que me interesó esta área es [porque] hay una falta de investigaciones que demuestren la seguridad», dice.
“Cuando se revisa la mayoría de las pruebas basadas en la industria farmacéutica sobre la seguridad de las vacunas, verá que usan como placebo otra vacuna o un adyuvante de aluminio, y ninguno de ellos constituye un placebo adecuado.
Es muy fácil afirmar que el producto es seguro si se utiliza un comparador que podría ser inherentemente tóxico”.
Otro factor que desencadenó su escepticismo acerca de lo que se reportaba en las publicaciones revisadas en pares fue que se enfrentó cara a cara con la corrupción científica. Un jefe anteriorle pidió, de hecho, que falsificara datos de un experimento que estaban haciendo sobre los medicamentos estatinas.
Estaban probando medicamentos para disminuir el colesterol con ratones, y se estaban muriendo más con el tratamiento de estatina que con el placebo, el cual en este caso era agua simple.
“Cuando llegó el resultado, mi jefe me dijo que ignorara los ratones muertos de las estadísticas, porque no se verían bien en el medicamento. Yo pensé, ‘No hice un doctorado para ganar dinero mintiendo’, así que renuncié», dice.
“Comencé a preguntarme qué más nos habría vendido la ciencia con información corrupta… Mi jefe recibía dinero de las compañías de medicamentos y obviamente no le habrían dado dinero a un laboratorio que publicara reportes desfavorables sobre sus medicamentos».
Se Asume Erróneamente Que los Adyuvantes de Aluminio son Seguros
Cuando se le preguntó acerca de porqué los investigadores (y las revistas revisadas en pares que ven estos estudios) permiten el uso de placebos inadecuados, es decir, placebos que podrían ser tóxicos en vez de inertes, al probar las vacunas, ella sugiere que el factor motivante principal sería el incremento de las ventas.
Nos da algo que pensar darnos cuenta que, cuando se aprobó el adyuvante de aluminio, por primera vez, para su uso en las vacunas, hace aproximadamente 90 años, fue debido a su eficacia. Nunca se analizó su seguridad. Incluso el límite total permitido está basado en la información de la efectividad, no de la seguridad. Simplemente asumieron que era seguro.
“Tengo un documento de 2002 de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés)… que habla sobre la evaluación de los ingredientes de las vacunas… y su prueba específica en modelos animales», dice.
En ese entonces, la FDA afirmó que no se habían realizado los estudios rutinarios de toxicidad en animales para los ingredientes de la vacuna porque se asumió que eran seguros. Cuando leí esto casi estaba arrancándome el cabello [pensando] ‘Entonces, ¿esta es su evidencia indisputable de seguridad?’
Estos documentos nunca llegaron a los medios de difusión masiva. Es simplemente una mentira perpetuada cada vezmas; que hemos estado usando estas cosas por más de nueve décadas y que se ha demostrado que son seguras. No, se ha asumido que son seguras”.
Este documento es de fácil acceso. En las páginas 11 y 12 de este documento, con el título: Workshop on Non-Clinical Safety Evaluation of Preventive Vaccines: Recent Advances and Regulatory Considerations (Taller sobre la Evaluación No Clínica de Seguridad de las Vacunas Preventivas: Avances Recientes y Consideraciones Regulatorias)1 dice:
“De forma histórica, la evaluación no clínica de seguridad de las vacunas preventivas ha dejado fuera, con frecuencia, los estudios de toxicidad en modelos animales. Esto se debe a que las vacunas no han sido vistas como inherentemente tóxicas.
En contraste con la mayoría de los medicamentos y productos biológicos que se desarrollan principalmente para tratar pacientes enfermos, las vacunas se suministran fundamentalmente a grandes cantidades de personas saludables, a menudo, en su mayoría, a bebés y niños saludables. Y esto coloca un énfasis significativo en su seguridad”.
Así que, como vemos, son solo palabras vacías. Parecen darle una gran importancia a la seguridad, pero, luego, van y aprueban productos que no han sido analizados adecuadamente.
¿Por Qué Se Utilizan Adyuvantes de Aluminio en las Vacunas?
Tal vez se pregunta por qué se utiliza aluminio en las vacunas como adyuvante, en primer lugar. Un adyuvante es una sustancia o un compuesto diseñado para incrementar su respuesta inmunológica.
Ahora, su respuesta inmunológica está subdividida en dos respuestas inmunes: la respuesta humoral inmune y la respuesta inmune innata de la célula. El adyuvante solo aumenta su inmunidad humoral. No afecta la inmunidad innata de la célula.
El desafío es que realmente no hay un buen procedimiento de análisis del sistema inmune innato, pero, técnicamente se puede medir la respuesta de los anticuerpos. Así que eso es lo que se utiliza.
El aluminio es muy capaz de aumentar los anticuerpos de forma efectiva. Pero, en realidad, eso no parece mejorar las respuestas inmunes a largo plazo hacia las infecciones y las enfermedades, que es lo que la mayoría de las personas imagina que hacen las vacunas.
Lo que muchas no tienen en cuenta es que las vacunas solo funcionan a corto plazo en un aspecto del sistema inmune, no en el sistema inmunológico completo.
Cuando adquiere una infección violenta, sí se estimula el sistema inmunológico innato, y es así como termina siendo inmune de por vida, una vez que se ha recuperado. Esto nunca pasa con una vacuna.
“El problema es que se les lava el cerebro a las personas con esta idea, que una cantidad alta de títulos de anticuerpos equivalen a la protección contra las enfermedades y esto simplemente no es verdad», dice la Dra.Tomljenovic.
“La prueba de esto son los casos en los que hay brotes de enfermedades infecciosas en poblaciones completamente vacunadas, donde más del 95 % de las personas han sido vacunadas y aun así se contagian.
El otro lado siempre dirá, “Necesitamos aumentar la dosis”. ¿Alguna vez se les ocurre a estas personas que la propagación de estas enfermedades podría [suceder] debido a que [la vacuna] no está haciendo lo que debería?
Los Índices de Autismo Han Aumentado a la Par con la Carga de Vacunas
En conjunto con Christopher Shaw, profesor del departamento de oftalmología y ciencias visuales en la UBC, quien también dirige el comité científico asesor de CMSRI, la Dra. Tomljenovic ha publicado una variedad de artículos2,3,4,5,6que sugieren que las vacunas que contienen aluminio podrían no ser seguras.
Obviamente, su trabajo ha sido muy criticado. Sin embargo, la UBC ha defendido y respalda el trabajo de Shaw y Tomljenovic acerca de la toxicidad del aluminio7 Entonces, ¿qué muestra su investigación que ha puesto nerviosos a todos?
“En el estudio original, reunimos información que está disponible en el Departamento de Educación de Estados Unidos acerca de los índices de autismo en las dos últimas décadas. Hemos hecho un análisis similar con los índices de autismo de varios países diferentes, como el Reino Unido y los países escandinavos.
Encontramos que los países con los calendarios más cargados de vacunas (los niños a los que se les suministra un mayor número de vacunas) tienen mayores índices de autismo en comparación con los países que no vacunan tanto a los niños. Si observa la tendencia temporal en Estados Unidos, verá que una correlación significativa de las tres últimas décadas entre el número de vacunas y los índices de autismo.
Las cifras de autismo se han disparado. Siempre dicen que esto solo se debe a que el diagnóstico del autismo es mejor. Pero ese es un argumento falaz, porque solo en los últimos cinco años ha habido un aumento del 70 % en el autismo.
Esto no se debe a los mejores criterios de diagnóstico y seguramente no es una epidemia genética, porque los genes de una población no cambian en un periodo de cinco años. Estos argumentos simplemente son tontos”, dice.
Sin embargo, este tipo de correlación no prueba la causa. Para probar una teoría plausible, hay que analizarla realmente, para ver si se sostiene. En el presente, la mejor forma de hacer esto es usando modelos animales, ya que no es ético realizar un análisis de sustancias tóxicas a gran escala con seres humanos.
Este tipo de investigación de toxicidad realizada con animales debería hacerse antes de la aprobación, pero no fue así. También hay un grupo lo suficientemente grande de niños que no han sido vacunados que podría utilizarse para comparar los resultados de salud. Como afirma la Dra. Tomljenovic, este tipo de investigación comparativa también debió realizarse, pero no se hizo:
“Debieron haber analizado a los vacunados en comparación con los no vacunados: la población de niños vacunados en comparación con los que no se sometieron a la vacuna, y evaluar los resultados de salud. Pero ese estudio nunca se ha realizado porque se afirma que no es ético no vacunar a los niños. Bueno, de nuevo, esa es una suposición. Si afirma eso, no me diga que soy una científica charlatana, porque su ciencia también lo es, porque está asumiendo cosas. No han sido probadas. Pasa lo mismo con la seguridad”.
Un Estudio Realizado en Animales Demuestra el Daño de los Adyuvantes de Aluminio
En uno de sus estudios,8 Shaw y Tomljenovic inyectaron ratones con aluminio, en la dosis equivalente a la que se le suministra a los niños en Estados Unidos a través de las vacunas, y luego distanciaron las inyecciones con base en las etapas del desarrollo de los ratones. (Como nota aparte, para encontrar qué tanto aluminio recibe usted o su hijo realmente, de varias vacunas, vea esta lista de excipientes vacunales.9)
Lo que encontraron fue que una vez que los ratones llegaron a la edad adulta (lo que ocurre a los seis meses), los ratones que habían sido tratados tenían disfunciones conductuales permanentes.
Hubo un aumento significativo en la ansiedad y una reducción en la conducta exploratoria. También hubo una reducción en las interacciones sociales entre los ratones. “Esa fue una enorme confirmación de que nuestra suposición o correlación inicial [entre el número de vacunas y los crecientes índices de autismo] podría ser algo más que solo una correlación», dice.
Después de esto, la pareja continuó con algunos estudios basados en los genes, en los que observaban específicamente la expresión de los genes en el cerebro del ratón. Eligieron 17 candidatos genéticos que esaban involucrados en la función neuronal y la respuesta inmune, y observaron si había cualquier cambio en su expresión, ya sea a nivel genético o proteínico. Esto es lo que descubrieron:10
- Un aumento significativo en el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa), interferón gamma (IFN-gamma) y una quimiocina llamada proteína quimioatrayente-1 de macrófagos (MCP-1), que es un factor atrayente de macrófagos. Estos indican una respuesta inflamatoria en el cerebro del ratón adulto.
- Una reducción significativa en un neurotransmisor llamado acetilcolinesterasa (AChE), el cual está relacionado con la depresión y la ansiedad.
Cuando Altera su Sistema Inmunológico, Afecta su Función Cerebral
Los cambios observados a nivel del genoma y conductual son consistentes con los descubrimientos de los estudios realizados en pacientes autistas fallecidos, en los que se identificó la inflamación crónica del cerebro. Es importante tener en cuenta que el autismo no es solo un trastorno cerebral; es también un trastorno del sistema inmunológico. La Dra. Tomljenovic lo llama un ‘trastorno del cerebro del sistema inmune’, ya que ambos sistemas están conectados.
“La columna de esta investigación se realizó hace 30 años. Ya sabíamos que hay una conexión significativa entre el sistema inmunológico y el sistema nervioso central. Se comunican. No se puede influenciar el sistema inmunológico en la periferia, sin cambiar algo en el cerebro.
La mayoría de nosotros sabemos eso por experiencia, porque cuando nos da gripe, el cerebro no funciona muy bien. Esa neblina mental y fatiga crónica son cambios neuroconductuales claros, como respuesta a un estímulo inmunológico [infección].
Es un eje neuroendócrino; básicamente, el sistema inmunológico en la periferia y el sistema nervioso central se comunican entre sí. De nuevo, si aumenta una respuesta inmune de forma artificial en la periferia, va a estropear el cerebro. Lo han hecho artificialmente con lo que llaman imitadores virales y bacterianos.
Pensé, “Oh, eso es parecido a los antígenos en las vacunas», porque es exactamente lo que se utiliza. Comúnmente, en este tipo de investigaciones se añaden adyuvantes fuertes para exagerar la respuesta inmunológica…
Hay un enorme cuerpo de investigaciones que muestra que si estimula de más el sistema inmunológico en la periferia, especialmente en una etapa crítica en el desarrollo temprano, influirá en el cerebro de forma negativa, y, al hacerlo, podría generar daños irreversibles. De nuevo, raramente se habla sobre esta investigación, ya que muestra realmente que hay una razón para cuestionar la seguridad de la carga de vacunas suministradas a los bebés”.
Es frustrante darse cuenta, que el tipo de investigación y la tecnología que incorporó la Dra. Tomljenovic para medir estos neuroparámetros ha estado disponible durante mucho tiempo y que podría haberse realizado hace dos o tres décadas: es así de básico. Y lo que revela la investigación es que el aluminio no solo es una neurotoxina, lo que ciertamente es, sino que también es la respuesta inmunológica exagerada, inducida por los adyuvantes, que está causando problemas.
Lo que esto significa es que incluso si reemplazaran el aluminio con otro adyuvante, seguiríamos teniendo el mismo problema. Sin duda, este es un problema de proporciones gigantescas para la industria de las vacunas, el cual explica por qué no se realiza regularmente este tipo de investigación, y por qué es tan criticado el trabajo de Shaw y Tomljenovic.
La pareja también ha investigado la reactividad cruzada entre los anticuerpos que se levantan contra los antígenos de las vacunas. Y, resulta que algunos de ellos reaccionan de forma cruzada con nuestros propios tejidos. Muchos virus y bacterias comparten similitudes genéticas con las proteínas humanas.
Por ejemplo, podría haber una secuencia péptida en la membrana de un virus que imita la estructura de una proteína humana. Así que, el anticuerpo que se levanta contra el virus también reconocerá estos epítopes en sus propios tejidos, que imitan al virus. Esto tiene el potencial de causar daños graves y puede aumentar significativamente el riesgo de desarrollar trastornos autoinmunes.
La Vacuna Contra el VPH Podría Aumentar su Riesgo de Enfermedades Autoinmunes
Por ejemplo, Tomljenovic demostró, en colaboración con el equipo encabezado por el profesor Yehuda Shoenfeld (experto mundial en enfermedades autoinmunes, quien dirige el Centro Zabludowicz de Investigación sobre las Enfermedades Autoinmunes, en el Hospital Sheba, en Israel), cómo la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) puede elevar el riesgo cerebral de desarrollar trastornos autoinmunes.
Esto se realizó al vacunar crías de ratones con el equivalente de tres dosis de Gardasil, que es lo que reciben las niñas jóvenes. Como resultado de estas vacunas, los ratones desarrollaron anticuerpos contra el VPH, los cuales, según se encontró, se unen principalmente a una proteína en el cerebro del ratón. La Dra. Tomljenovic explica:
“[S]i recubre una lámina con anticuerpos de VPH y aplica el suero [de la sangre] de los ratones a esta lámina (el suero de los ratones que fueron vacunados con Gardasil y que tiene anticuerpos concentrados en el suero), podrá detectar la unión entre la fracción del anticuerpo y la fracción de VPH que está en la lámina.
Ahora, si aplica un extracto de proteína del cerebro del ratón, obtendrá la inhibición de la unión de los anticuerpos anti-VPH al VPH. ¿Por qué? Porque ellos (los anticuerpos anti-VPH) prefieren unirse al extracto de proteína del cerebro del ratón.
La presencia de los anticuerpos anti-VPH de reacción cruzada en la sangre de las niñas vacunadas aumentará su riesgo de desarrollar trastornos inmunomediados del sistema nervioso, los cuales, incidentalmente, parecen ser los que se reportan más en el mundo entero, después del uso de Gardasil. Hemos hecho un análisis sobre las situaciones adversas reportadas después de la vacuna contra el virus del papiloma humano. Se publicó en Annals of Medicine.
Tomamos las bases de datos de la seguridad de las vacunas de varios países y luego clasificamos los efectos adversos reportados, con base en el sistema de órganos. Encontramos que las situaciones adversas reportadas más comúnmente después de la vacuna contra el VPH son los trastornos del sistema nervioso de origen inmunológico.
Lo interesante fue que en 2013, el Instituto de Farmacovigilancia de Japón tomó nuestro ensayo. A mí me llegó un email de un doctor, que decía: “Podría mandarnos sus datos brutos, porque nos gustaría añadir la información de Japón a la suya y ver si coincide”, y yo dije, “Sí, por favor hágalo”.
Y coincidió perfectamente. Después de esto, el Instituto de Farmacovigilancia de Japón, el gobierno japonés y las autoridades de la salud realizaron una sesión acerca de las preocupaciones sobre la seguridad de las vacunas contra el VPH.
Porque, nuevamente, habían entrado a Japón y se recomendaban de forma universal, y se habían reportado muchos efectos adversos desde entonces. Después de la sesión, el gobierno japonés y las autoridades de la salud decidieron dejar de recomendar la vacuna contra el VPH.11«
Japón Ya No Recomienda Gardasil
En junio de 2013, Japón lanzó la primera suspensión de la recomendación del gobierno sobre la vacuna contra el VPH. El gobierno japonés y las autoridades de la salud organizaron un simposio sobre las vacunas contra el VPH,12,13 el cual se llevó a cabo en febrero de 2014. Un doctor que había tratado más de 20 casos de EM después de la vacuna de Gardasil dio un testimonio importante.
Los representantes farmacéuticos intentaban decir que tales efectos secundarios eran psicogénicos, pero, ¿cómo puede un trastorno psicogénico causar lesiones de EM en el cerebro de una persona y en una niña que estaba perfectamente saludable antes de la vacuna? “No tuvieron una respuesta a esto”, dice.
“Todos estos problemas comenzaron en relación temporal con la vacuna. Tan solo como principio preventivo, uno creería que, al menos, tendrían el sentido común de detener el uso de la vacuna hasta que se realizaran más investigaciones. Pero no, quieren poner presión y quieren seguir afirmando que es segura. No tienen ninguna prueba de su seguridad además de las investigaciones manipuladas».
Este simposio fue seguido por una gran conferencia de prensa, a la que asistió la Dra. Tomljenovic y colegas de investigación de Francia y Estados Unidos. Desde entonces, han fallado todos los intentos de los fabricantes de las vacunas contra el VPH de reincorporar la recomendación activa del gobierno japonés, y Merck, fabricante de Gardasil, advirtió a los inversores que la decisión de Japón tendría un “impacto significativamente negativo” en las ventas.14
La vacuna contra el VPH Cervarix de GlaxoSmithKline también observó una disminución en las ventas inmediatamente después de la suspensión original.
Investigadores Franceses Encuentran Conexión Entre los Adyuvantes de Aluminio y la Enfermedad de Alzheimer
Un equipo del Créteil y el INSERM Institute en Francia, también presentaron información acerca de los experimentos con animales en el simposio Japonés, que muestra que si se inyecta el adyuvante de aluminio, una parte del aluminio es asimilado por los macrófagos. Eventualmente, algunos de estos macrófagos encuentran el camino en el cerebro del ratón.
El transporte en el cerebro depende de la misma quimioquina, MCP-1, las proteínas macrófagas quimoatrayentes que, Shaw y Tomljenovic, encontraron incrementadas en los animales expuestos al aluminio. Parte del problema, es que el aluminio se acumula, y permanece en el cerebro del ratón hasta más de un año después de la inyección, debido a que no hay recirculación para sacarlo.
La Dra. Tomljenovic dice que, «Este es un problema común con el aluminio, porque obtiene una fuerte carga positiva, 3+”. ”Lo que otra investigación encontró, es que en los pacientes con Alzheimer, las fracciones de cromatina en el núcleo de la célula, donde se almacena el material genético, acumulan el aluminio. Debido a que el ADN tiene carga negativa en la parte externa, se une al aluminio positivo.
Por lo tanto, el aluminio altera la estructura de la cromatina, y se encontró que en los cerebros de los pacientes con Alzheimer, el aluminio se une a las regiones promotoras selectivas de genes que codifican las proteínas que son esenciales para la función neuronal. De esta forma, el aluminio inhibe la expresión de estos genes.
De nuevo, el problema es que una vez que el aluminio llega hasta el núcleo de la célula, no hay forma de extraerlo. Solo permanece allí. El resultado del equipo francés es que, incluso el aluminio que se inyecta en la periferia, puede llegar al interior del cerebro, lo cual es preocupante…
El hecho, es que el aluminio que se obtiene de las vacunas no se elimina rápidamente y la mayoría permanece en el cuerpo, porque elude al sistema gastrointestinal. Si el aluminio se eliminara rápidamente, como las autoridades de la salud quisieran hacernos creer, entonces sería un adyuvante bastante pésimo”.
CUALQUIER Adyuvante Puede Representar un Riesgo de Desarrollar Enfermedades Autoinmunes
Quiero destacar el punto que la Dra. Tomljenovic hace acerca del daño producido al estimular una respuesta inmunológica exagerada, que lo que las vacunas están diseñadas para hacer: esta es la función del adyuvante. El problema es que, incluso si el aluminio es eliminado de las vacunas, el riesgo de un trastorno cerebral del sistema inmunológico permanece, inclusive si el nuevo adyuvante no es tóxico.
Como ella explica, en virtud de una sobreestimulación del sistema inmunológico, se corre el riesgo de romper la autotolerancia. También, se presentó en Japón la investigación que respalda esto, durante las sesiones gubernamentales sobre las vacunas contra el virus de papiloma humano (VPH).
Lo que encontró el equipo de investigadores Japoneses, dirigidos15 por el Dr. Shunichi Shiozawa, es que la estimulación repetitiva con el mismo antígeno supera la resistencia genética a la autoinmunidad. Actualmente, les estamos dando a los niños inyecciones de refuerzo en intervalos regulares con el mismo antígeno.
Y la investigación muestra que cuando se hace esto, cuando se estimula el sistema inmunológico de forma regular, se quebranta la tolerancia hacia la autoinmunidad. Esto es una pieza de información realmente vital, sobre la cual las personas necesitan tomar conciencia.
¿Cómo Se Puede Probar la Seguridad, Cuando Faltan los Estudios Adecuados de Seguridad Y las Estadísticas de Salud Indican lo Contrario?
A la luz de estos descubrimientos, no es una sorpresa que Shaw y Tomljenovic estén bajo la mira. Sin embargo, las criticas realmente no tienen mucho con que rebatir, además de los ataques ad hominem. Una crítica reciente bombardeó el estudio, al decir que era irresponsable al publicar este tipo de investigación, porque podría socavar la confianza en las vacunas.
La Dra. Tomljenovic responde,»Pienso que lo opuesto es verdad, porque si está tratando de aplicar medidas de defensa, pienso que deterioran la confianza. Porque un producto verdaderamente bueno, no necesita la aplicación de defensas«
Aquí, el problema principal y central, es que no se han realizado apropiadamente los estudios de seguridad, y me refiero a los estudios de seguridad que no están corrompidos al usar placebos tóxicos, tales como otra vacuna, en vez de un placebo verdaderamente inerte.
La Dra. Tomljenovic dice, “No estamos diciendo que se detenga la vacunación, pero sí que se detengan las mentiras, [dejen de decir] que esto es absolutamente seguro y que los riesgos adversos serios son raros, que no se tienen que preocupar por ellos. Esto es una mentira, porque nunca se ha hecho el tipo apropiado de investigación para responder esta pregunta».
No pudiera estar más de acuerdo, especialmente cuando se agrega el registro histórico, el cual la Dra. Suzanne Humphries disecciona en su excelente libro, Dissolving Illusions. En esta obra, muestra que las enfermedades más infecciosas fueron casi erradicadas antes de la introducción de las vacunas.
Al final, los principios nutricionales y de higiene básica, tales como la optimización de la vitamina D y la eliminación del azúcar, tienen un efecto preventivo mucho más dramático contra las enfermedades y, con una robusta función inmunológica, se puede recobrar de forma segura de cualquier enfermedad virtualmente infecciosa y pasar al otro lado con una inmunidad de por vida.
La Dra. Tomljenovic señala que, «También hay una investigación que muestra cómo la exposición a ciertas enfermedades en la infancia, como varicela, realmente ha prevenido cierto tipo de gliomas [un tipo de tumor cerebral]». «Existen algunos otros que disminuyen el riesgo de la enfermedad de Parkinson. Además, el cáncer es en parte una enfermedad del sistema inmunológico, debido a que un sistema inmunológicamente saludable detectará el crecimiento de una célula anormal. Si se compromete el sistema inmunológico en la infancia temprana, adiós a su defensa anti-cancerígena…
Las personas necesitan hacer su propia investigación acerca de esto, porque tienen que hacer elecciones cada día, y deben ser elecciones fundamentadas. Si yo fuera a comprar un nuevo electrodoméstico para la cocina, pasaría algo de tiempo investigando, comparando precios, y buscando calidad. Pero cuando se refiere a aplicar algo en nuestros niños, solo confiamos ciegamente en las autoridades médicas…
No puede retroceder en algunas de estas cuestiones. Recibo muchos emails de parte de padres con niños dañados por vacunas. Debe ser la circunstancia más horrible, el que un padre tenga que vivir con eso, porque ellos realmente confían en que hicieron lo mejor para su hijo. Sé de muchas madres cuyas hijas han muerto como resultado del virus de papiloma humano (HPV), y dijeron, «Si tan solo hubiera escuchado la campaña, mi hija todavía estuviera viva».
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