Un grupo de independentistas catalanes presenta esta noche su proyecto de una República catalana, en la que descartan la incorporación a la OTAN.
«Al ser un bloque militar, está contraindicada con la misión y el papel que Cataluña quiere adoptar en el concierto internacional», escriben.
La propuesta, centrada en materia de seguridad y defensa, prevé que una Cataluña independiente no tendrá Ejército, pero si servicios de inteligencia.
El grupo Constituïm (Constituimos), que se presenta esta noche, está formado por abogados y gente vinculada al mundo judicial, pero también participan periodistas, ingenieros, economistas y empresarios soberanistas.
La propuesta de este grupo es que Cataluña se defina en la constitución como un «Estado de paz».
El grupo lo explica así: «Donde el concepto de seguridad armada (Ejército y armamentismo) sea sustituido por el de seguridad humana (cohesión social, cooperación y cuerpos policiales y de protección civil especializados)».
Así, propone que la seguridad interior se garantice por un único grupo armado como el de los Mossos d»Esquadra (la actual Policía catalana).
Constituïm no ve ninguna amenaza exterior de Estados vecinos que justifiquen la creación una estructura militar que, en todo caso, «siempre será inferior y por tanto ineficaz», señala el documento publicado hoy por el portal Vilaweb.
«Las amenazas exteriores previsibles de grupos terroristas o grupos criminales internacionales son más defendibles con unos buenos sistemas de información, de Inteligencia y de Policía», agregan.
Los impulsores de la propuesta de seguridad y defensa estiman que “’Cataluña no se inhibirá de la seguridad internacional, sino que hay que tomar parte de forma decidida, aportando lo que sabe hacer y que puede hacer mejor servicio”.
Por ello apuesta por unos “servicios de información y de inteligencia de máximo nivel para controlar los grupos terroristas y de crimen organizado internacional e impedir que el territorio propio convierta base operativa”.
Para cumplir este compromiso con la seguridad internacional, proponen la incorporación a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la Política Común de Seguridad y Defensa de la UE (PCSD) y la ONU, además de poner a su disposición todos los instrumentos antes mencionados.
La propuesta incluye la creación de una agencia de seguridad nacional que hará las funciones de seguridad y defensa que tradicionalmente han hecho los ejércitos, pero que basará la acción en la y los servicios de información.
“El ahorro de las infraestructuras militares serviría para construir una buena estructura de inteligencia —con mentalidad preventiva- y para el combate por la guerra cibernética y la seguridad electrónica”, señala el documento.