Estos últimos meses hemos asistido a la imparable escalada de tensión militar entre Rusia y Turquía, con episodios tan graves como el del derribo del Su-24 ruso por parte de Turquía y todo tipo de acusaciones cruzadas entre ambos países.
Pues bien, aunque ahora puede parecer una locura, en algunos medios empieza a hablarse abiertamente de una guerra entre Rusia y Turquía y se empiezan a estudiar los posibles escenarios que se podrían desarrollar en un conflicto tan potencialmente peligroso.
Un ejemplo de ello lo encontramos en medios rusos, como el Pravda, donde se discutió sobre la posibilidad de un enfrentamiento bélico abierto entre ambos países, se analizó cómo podría desarrollarse la guerra y qué resultados podría conllevar.
Para ello, se entrevistó a expertos militares que aportaros sus diferentes enfoques, tal y como nos explican en la web Veterans Today, donde tradujeron el artículo original del ruso.
Un destacado experto del Centro de Estudios Militares y Políticos, Mikhail Alexandrov, se mostró convencido de que en caso de una verdadera guerra con Turquía, Rusia tendrá que utilizar las armas nucleares de forma inmediata, ya que según su opinión, la propia existencia de Rusia estará en juego:
“Sería un error por parte de Rusia no utilizar armas nucleares en este caso. Occidente y Turquía tratarán de arrastrar a Rusia a una guerra como la guerra de Crimea, donde la progresión será lenta, estallarán los combates en el Cáucaso y el grupo militar ruso en Siria será destruido.
Occidente ayudará a Turquía, pues habrá unidades militares y aviación desplegada en la zona. Occidente buscará una guerra de desgaste”
Mikhail Alexandrov
“Desde mi punto de vista, si estalla una guerra con Turquía, a Rusia le interesa que sea una guerra decidida, ambiciosa y rápida.
Rusia tendrá que realizar un ataque nuclear contra la infraestructura principal de Turquía y contra los objetivos militares turcos de forma inmediata, no en ciudades, por supuesto, donde viven las personas, sino en los cuarteles generales, centros de comunicaciones, depósitos de municiones, aeródromos, puertos…
Durante las primeras horas de esta guerra, Rusia debe destruir toda la infraestructura militar de Turquía”
“Ni siquiera hará falta utilizar misiles balísticos en este ataque. Misiles Iskander-M armados con ojivas nucleares serían suficiente. Tan pronto como la infraestructura militar sea destruída, las tropas rusas irán a tomar la zona del estrecho del Bósforo”, concluye Alexandrov.
“Occidente ni siquiera tendrá tiempo de hacer nada. Los países europeos estarán tan horrorizados que ni siquiera se atreverán a intervenir.
Los estadounidenses se enfrentarán a un dilema: empezar una guerra nuclear estratégica contra Rusia o no hacerlo.
Como resultado, Rusia se apoderará de la zona del estrecho y el resto se dejará para Turquía.
Ésto no es un astuto plan del agresor, sino el escenario deseado si realmente llega a estallar la guerra”.
Otros expertos apuestan por un escenario de guerra convencional, sin uso de armas nucleares, como el analista militar del RISI, Sergey Ermakov…
“Esperemos que esta guerra no llegue a estallar. El uso de armas nucleares es una opción extrema. En cuanto a una guerra regional, existen herramientas no militares en la región. Hay muchos actores anti-turcos en la región. En el caso de un conflicto militar, los kurdos harán pedazos la región, por lo que para Turquía, una guerra es una mala apuesta, un juego en el que siempre tendrá las de perder.
Turquía es poderosa en términos militares, pero no es lo suficientemente fuerte como para desafiar a Rusia.
La flota rusa es capaz de realizar ataques de largo alcance, ni siquiera desde la zona del Mar Negro. El ganador en una guerra de hoy en día es el que utiliza diversas fuerzas y un sistema más desarrollado de control de combate. Rusia tiene una clara ventaja en este punto: tenemos el sistema de posicionamiento por satélite y el sistema de dirección de combate que dan una imagen clara del teatro de operaciones militares en tiempo real.
Por supuesto, se utilizará la aviación. La base aérea de Rusia en Siria acortará el tiempo de vuelo a los objetos turcos considerablemente. Como resultado, Turquía se verá amenazada desde diferentes flancos.
En cuanto a la OTAN, Turquía es miembro de la OTAN, y el país definitivamente cae bajo el artículo quinto. Sin embargo, el poder militar de Rusia pesa mucho y la renuencia de Europa a involucrarse en el conflicto también. Recordemos que la OTAN toma decisiones por consenso y que todos los miembros de la alianza tendrán que ponerse de acuerdo de manera inequívoca para acordar que la OTAN en pleno se enfrente al agresor. En este caso, sin embargo, debería ser una agresión directa de Rusia hacia Turquía y eso es precisamente lo que Rusia tratará de evitar.
Si Turquía provoca el conflicto, la OTAN no podrá recurrir al artículo quinto de defensa mutua. Una cosa es recibir una agresión y la otra que un país busque un conflicto y tire de la OTAN en busca de apoyos. En tal caso, la OTAN intentará no involucrarse.
Nadie quiere involucrarse en un conflicto militar directo con Rusia. Este conflicto desembocaría fácilmente en una guerra nuclear y en una tragedia global”, concluye Ermakov.
Conclusión final de estos análisis: Rusia es plenamente consciente de que tiene la sartén por el mango en cualquier escenario bélico en la región que la involucre directamente…y en todo caso, se demuestra que tal conflicto directo, tal y como están las cosas en estos momentos, parece altamente improbable…pero nadie ha dicho que sea imposible.