Cuando comemos el cuerpo inmediatamente comienza a procesar alimentos. De la eficiencia de este proceso dependerá que lo que se ingiera no termine en grasa dentro del organismo. ¿Cómo lograrlo? A continuación algunos consejos.
Si eres de aquellas mujeres a las que les cuesta bajar de peso seguramente en más de alguno de los intentos por conseguirlo escuchaste hablar del metabolismo. Si el metabolismo es lento, engordas, si es rápido, adelgazas, es lo que se suele decir.
El sitio vidaysalud.com lo describe como “reacciones químicas que suceden en las células del cuerpo que transforman o convierten las sustancias nutritivas de los alimentos en la energía que se necesita para vivir”. No se trata sólo de la energía necesaria para moverse, incluso estando en reposo hay procesos que requieren de esta energía.
¿Dónde está la unión con el peso entonces? La respuesta es clara. Cuando hay energía que no se utiliza, el cuerpo la transforma en grasa. Por ello entonces cuando el metabolismo es más rápido la grasa no tiende a almacenarse en el cuerpo, a diferencia de lo que ocurre cuando es lento.
Si bien existen factores que no son modificables y que aceleran el metabolismo como la estatura, sexo y edad, la nutricionista de Clínica Bicentenario, July Hes, detalló algunos hábitos que son fáciles de adquirir y que pueden agilizar ese proceso.
- Dormir: no se trata de que al dormir se acelere el metabolismo, lo que ocurre es que cuando se duerme mal o poco, el cuerpo no alcanza a realizar las funciones orgánicas de buena manera, por ende la función del metabolismo será a medias. Un adulto debe dormir como mínimo 6 horas diarias.
- Tomar agua: el agua acelera el metabolismo porque permite el constante funcionamiento y limpieza de los órganos. Es importante que el agua esté a temperatura ambiente y no fría. Al tomar agua recién salida del refrigerador en vez de acelerar el metabolismo, se estanca, ya que el organismo está normalmente a 36 grados aproximadamente.
- Comer cada 3 o 4 horas: para acelerar el metabolismo es necesario hacer varias comidas al día y no dejar pasar más de 3 o 4 horas sin comer. Lo recomendable es consumir las 4 comidas básicas, – desayuno, almuerzo, once y cena – más 2 colaciones a media mañana y media tarde.
- Consumir té verde y café: estas dos bebidas aceleran el metabolismo ya que contienen cafeína que acelera el ritmo normal del organismo. Pueden ser consumidas en cualquier momento del día aunque no se recomienda abusar ya que pueden producir insomnio, taquicardia y aumento de la presión arterial.
- Aumentar la actividad física: sobretodo en el caso de los ejercicios cardiovasculares. Es lo más efectivo para acelerar el gasto energético basal además de generar una quema de grasas. Lo recomendables es mínimo 30 minutos 3 veces por semana.
- Evitar las dietas express: este tipo de dietas apuntan a una restricción amplia de alimentos y nutrientes para el organismo que hacen que lo que se pierda, en vez de grasa, sea masa muscular y mientras menor sea la masa muscular, más lento es el metabolismo.
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Patricia Morales
www.revistamujer.cl
Caminar una hora antes o una hora después de ingerir alimento funciona muy bien para evitar la acumulación de grasas ya que el cuerpo quema en primer lugar la energía más accesible, que es la que se tiene en el estómago.
Hacerlo antes favorece que lo ingerido sea utilizado para reponer la energía gastada y así no se acumula en forma de grasa. Hacerlo después crea una necesidad inmediata de energía que es satisfecha con los aportes recientes. Ambas son eficaces.