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A lo largo de nuestra vida enfermaremos, unos más que otros, unos no verán ninguna relación, pero otros buscaran el porqué de la enfermedad. Incluso, si se enfrentan a una enfermedad “grave” iniciarán un trabajo interior para aprender a vivir en equilibrio y armonía, así como aceptar cada paso del proceso de su enfermedad. La enfermedad ha venido para ayudarnos y sólo debemos entenderla para encontrar su significado en nuestra vida.
Estamos acostumbrados a filtrar nuestras emociones y a no escucharlas. No nos permitimos sentir, ni vivir las reacciones emocionales que nuestro cuerpo necesita expresar para reparar. Hemos aprendido a tener miedo a escuchar a nuestro cuerpo, pero no hay nada más sano y reparador que permitirnos sentir, reaccionar y vivir la emoción, sea positiva o negativa.
Pero, ¿qué pasa cuando estas emociones vividas en un momento inesperado, dramático, sin solución, ni expresión se bloquean en situaciones tales como una ruptura con tu pareja, el despido de un trabajo, la noticia de que estamos enfermos o la muerte de un familiar? La respuesta para la Descodificación es clara, esas emociones vuelven a salir llevando al cuerpo a un estrés que posteriormente se asentará en un órgano del cuerpo enfermándolo. Así es que, detrás de cada síntoma, hay una carga emocional bloqueada que no se expresó en el momento en el que se vivió y quedó almacenada en nuestro cerebro.
¿Cómo se aborda desde la Descodificación? Se acompaña al paciente a través del trabajo terapéutico estableciendo una relación de confianza, de escucha activa, y sobre todo, de escucha a las sensaciones corporales que manifiesta nuestro cuerpo, sin interpretaciones, ni juicios, con el objetivo de descubrir la hipótesis biológica que nos informa de lo que el síntoma nos está diciendo.
El terapeuta que se especializa en Descodificación se aleja del manual, porque es importante no hacer un diagnóstico rápido sólo escuchando el nombre de la enfermedad. Si obviáramos la información que nos proporciona el síntoma sólo estaríamos alimentando nuestro ego como terapeutas y no estaríamos atendiendo al paciente. Por todo ello, al formarnos como terapeutas y al aplicar la descodificación mediante herramientas para acompañar al paciente y aprender a entender cómo el cuerpo enferma y/o reacciona ante los conflictos nos permite dar con la llave que sanará al cuerpo y cambiará la forma de vivir cada acontecimiento. Como profesionales de la salud, hemos de ser conscientes de la necesidad de adquirir y aprender la práctica suficiente para conocer los programas, las patologías y los conflictos asociados a cada órgano, síntomas, enfermedades o trastornos del comportamiento que nos permitirán establecer un vínculo terapeuta-paciente y acompañarlo a través de sus necesidades.
En la búsqueda del bienestar el terapeuta que practica la descodificación trabaja con las emociones del paciente, pero también trabaja con el árbol genealógico y el proyecto y sentido. Cada uno de nosotros somos el proyecto de unos padres que seguramente habrán dado sentido a nuestra existencia y el peso de nuestro transgeneracional siempre deja huella en nuestra existencia. Los secretos de familia, las fechas de nuestro árbol debemos atenderlos para explicar nuestra historia. De ahí nace todo.
Cuando hoy te vayas a dormir guarda 5 minutos para revisar cómo ha sido tú día y si has vivido alguna situación desagradable, cierra los ojos y revívela durante 30 segundos permitiendo al cuerpo expresarse. Abre los ojos: ¿Qué ha cambiado?
Autora: Ángeles Wolder Helling
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