Por Hispan Tv
Perros y primates cuentan un sentido magnético vinculado a su sistema visual, gracias a moléculas involucradas en la orientación dependiente de la luz, basada en el campo magnético de la Tierra.
Los criptocromos son moléculas sensibles a la luz que existen en bacterias, plantas y animales. Están involucrados en el control de los ritmos circadianos del cuerpo, según informa Daily Mail.
En las aves, los criptocromos también están involucrados en la respuesta a la orientación magnética dependiente de la luz basada en el campo magnético de la Tierra: el criptocromo 1a se encuentra en los fotorreceptores de los ojos de las aves y se activa por el campo magnético.
Un grupo de expertos del Instituto Max Planck para la Investigación del Cerebro en Frankfurt (Alemania) ha detectado precisamente el criptocromo 1 en fotorreceptores en varias especies de mamíferos. Por lo tanto, es posible que estos animales también tengan un sentido magnético que está vinculado a su sistema visual.
La percepción del campo magnético de la Tierra es utilizada por muchas especies animales para la orientación y la navegación. Un sentido magnético se encuentra en algunos insectos, peces, reptiles, aves y mamíferos, mientras que los humanos no parecen ser capaces de percibir el campo magnético de la Tierra.
Los científicos investigaron la presencia del criptocromo 1 en las retinas de 90 especies de mamíferos. El criptocromo 1 de los mamíferos es el equivalente de criptocromo pájaro 1a. Con la ayuda de anticuerpos contra la forma activada por la luz de la molécula, los científicos encontraron criptocromo 1 sólo en unas pocas especies de carnívoros y primates.
Como es el caso en las aves, se encuentra en los conos sensibles al azul en estos animales. La molécula está presente en carnívoros tales como perros, lobos, osos, zorros y tejones, pero no se encuentra en los carnívoros felinos tales como gatos, leones y tigres.
Entre los primates, criptocromo 1 se encuentra en el orangután, por ejemplo. En todas las especies estudiadas de las otras 16 órdenes de mamíferos, los investigadores no encontraron criptocromo 1 activo en las células conos de la retina.
El criptocromo 1 activo se encuentra en los segmentos externos sensibles a la luz de las células del cono. Por tanto, es poco probable que controle los ritmos circadianos de los animales a partir de ahí, ya que este control se produce en el núcleo de la célula que se halla a una distancia considerable.