Madrid.- El Gobierno español en funciones, de Mariano Rajoy, tiene en los problemas de solvencia de Cataluña un aliado propagandístico frente a las aspiraciones secesionistas del Ejecutivo de la región, que necesita urgentemente liquidez y ayuda ante las agencias de calificación de riesgo.
La estadounidense Standard&Poor’s tomará la semana que viene una decisión que podría situar en quiebra a la región del noreste de España: decide si baja más su rating, que a día de hoy es ya de bono basura (BB-). Solo le queda un escalón por debajo, destacó DPA.
«Ayudaremos a las finanzas de cualquier comunidad autónoma en condiciones de igualdad. Lo hemos hecho en toda la legislatura», afirmó este miércoles la vicepresidenta del Ejecutivo español, Soraya Sáenz de Santamaría, garantizando que Cataluña queda cubierta. Pero al Gobierno catalán le advirtió de que el de Rajoy estará «muy vigilante».
La región es incapaz de captar financiación por sí misma en los mercados y el Ejecutivo que preside el independentista Carles Puigdemont necesita cerca de 9.000 millones de euros para abonar una paga extra a los funcionarios regionales, cubrir el objetivo de déficit fijado para las comunidades autónomas este año, así como para cubrir vencimientos de valores emitidos y préstamos nacionales e internacionales, entre otras cosas.
El Falcon que trasladaba de Bruselas a Madrid al ministro de Economía de Mariano Rajoy, Luis de Guindos, se desvió en la tarde del martes y aterrizó en el aeropuerto de Barcelona ante el SOS de Oriol Junqueras, vicepresidente y también responsable de Economía del Gobierno catalán.
Junqueras es una de las personas que más han impulsado el proceso de secesión unilateral que está en marcha en Cataluña, en abierto desafío a la instituciones españolas y que se dirige hacia la proclamación de la independencia el año que viene.
Es el líder de Esquerra Republicana de Catalunya, la formación que desde hace más tiempo reclama la independencia catalana, y se unió a Artur Mas cuando el entonces presidente catalán decidió avanzar en el proceso que empezó a dibujar en 2012, cuando Rajoy se negó a otorgar a Cataluña una financiación preferente.
En el mismo aeropuerto barcelonés de El Prat, Junqueras pidió al ministro de Economía español que apoye a su Gobierno en las alegaciones que ha presentado contra la decisión de S&P de bajar más la nota de Cataluña. Guindos se comprometió a ello. La rebaja del rating catalán sería también malo para España.
La agencia de calificación estadounidense tiene en consideración para su decisión el deteriorio de las cuentas catalanas, pero también cómo las tensiones con el Ejecutivo español podrían influir en su única fuente de financiación ahora mismo: el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), instrumento creado en 2012 en medio de la crisis económica para que las regiones en problemas puedan hacer frente a sus pagos ante la falta de liquidez en los mercados.
El Gobierno catalán, que aspira a proclamar la independencia el año que viene, pidió ayuda al español el mismo día en el que el Parlamento de Cataluña, con mayoría de diputados secesionistas, aprobó el cauce para tramitar las leyes de desconexión de España.
Uno de los principales argumentos del independentismo catalán es que a una Cataluña independiente le iría mejor económicamente de lo que le va ahora formando parte de España. El antiindependentismo presenta ahora la petición de ayuda como prueba de lo contrario.
El SOS de Junqueras es «la demostración de que Cataluña no puede desconectar del resto de los españoles», aseguró Inés Arrimadas, la líder de la oposición en el Parlamento catalán. Su partido, Ciudadanos, es la primera fuerza no secesionista en la Cámara.
El Gobierno catalán, por su parte, alega que la situación que atraviesa se debe a la «asfixia financiera» a la que el Estado español somete a Cataluña. El presidente Puigdemont volvió a decirlo hoy en el Parlamento catalán.
El Ejecutivo catalán, entretanto, va a pedir algo más de 7.500 millones de euros al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Copará así más del 29 por ciento de la financiación de este. El grueso, casi 6.760 millones, lo destinará a cubrir vencimientos de deuda.
Será uno de los temas que tratarán Junqueras y el ministro de Hacienda de Mariano Rajoy, Cristóbal Montoro, en un encuentro en el despacho de este último en Madrid la semana que viene.
El vicepresidente y responsable de Economía catalán, que el martes le pidió la cita, también le solicitará que avance los 1.400 millones que el Estado español debe a Cataluña de la liquidación del año 2014, un dinero que Junqueras necesita para una paga extra de los funcionarios regionales.
http://www.periodicoelnuevomundo.com/2016/03/uno-de-los-principales-argumentos-del.html