Enrique Montánchez.- Durante su visita oficial de tres días a Moscú, el rey de Marruecos Mohamed VI ha rubricado con Putin un gran acuerdo estratégico que afecta a todos los actores regionales: España, Francia, Argelia y Estados Unidos. El nuevo eje Moscú-Rabat impulsa la venta de frutas y verduras marroquíes a Rusia ante las sanciones económicas que impiden a la UE vender productos agrícolas y la ruptura de relaciones entre Marruecos y la Unión. A cambio, Putin facilita al rey alauí el primer submarino para la Marina Real y ventajosos acuerdos de cooperación pesquera, energética y prospecciones mineras, entre otros.
Las sanciones económicas de la Unión Europea contra Rusia por la adhesión de Crimea, prorrogadas en principio hasta julio de este año, que impiden las exportaciones de frutas y verduras a la Federación Rusa, ofrecen una oportunidad única a los productos agrícolas marroquíes. Aún así, ayer martes 15 de marzo, el presidente Putin le dijo en el Kremlin al rey Mohamed VI no entender “las razones de la caída en los envíos de fruta de Marruecos a Rusia, especialmente naranjas y tomates, teniendo en cuenta las limitaciones en el suministro de estos productos procedentes de los países de la Unión Europea”. Y le instó a que los productos marroquíes llenen los supermercados rusos.
Putin mostró al monarca alauí su cara más amable y se esforzó en que se sintiera cómodo, según el discurso de bienvenida del presidente ruso en el que enfatizó que Rusia tiene unas “relaciones maravillosas” con Marruecos. Palabras a las que Mohamed VI respondió que “para mí siempre es una gran alegría venir a este país”.
Ruptura con la UE
La visita oficial a Moscú de tres días de duración coincide con la ruptura de las relaciones entre Marruecos y la Unión Europea por la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia que anuló el acuerdo comercial de productos agrícolas y pesqueros de 2012 entre los 28 y el país magrebí, porque el texto incluía el Sáhara Occidental, territorio cuya soberanía no está reconocida internacionalmente. Marruecos es el primer beneficiario de la ayuda financiera de la llamada política europea de vecindad, con 200 millones de euros anuales, además de tener un status de socio preferente dentro de la UE. La Unión ha interpuesto un recurso contra el fallo del tribunal y trata de recomponer la difícil situación.
Mohamed VI no perdió la ocasión de mostrar su malestar ante Putin por la anulación del acuerdo comercial: “Espero que nuestros socios tradicionales de la UE -Francia, España y Portugal- nos ayudarán a superar el difícil período actual tan pronto como sea posible” (…) entretanto vamos a discutir las exportaciones de productos marroquíes a Rusia”, puntualizó el rey.
Un submarino a cambio
En este contexto, Mohamed VI se presenta a Putin como un vendedor despechado con la UE y providencial para aprovisionar a Rusia de las frutas y verduras que le niega Europa. En el “toma y daca” político el presidente ruso le vende al monarca marroquí a buen precio -300 millones de euros- un submarino de última generación. La Marina Real se dotará por vez primera de capacidad submarina para controlar, fundamentalmente, los accesos al estrecho de Gibraltar desde el golfo de Cádiz al mar de Alborán, y las aguas circundantes al archipiélago canario.
Se trata de un moderno submarino de la Clase Amur-1650, de 72 metros de eslora, equipado con 18 misiles antibuque, seis lanzadores de torpedos, capacidad de sembrar minas y un sistema de combate de última generación. El sumergible estará destacado en la nueva base naval marroquí de Ksar Sghir, (Alcazarseguir), situada frente a Gibraltar y a la base de utilización conjunta hispano-norteamericana de Rota (Cádiz).
La incorporación del primer submarino marroquí causa recelo en Madrid ya que rivalizará con los próximos S-80 de la Armada Española. Durante la visita a Moscú no se descarta que se haya negociado la compra de helicópteros de lucha antisubmarina para completar el potencial naval marroquí dotado de modernas fragatas.
En medios diplomáticos se señala que la decena de acuerdos firmados por la delegación marroquí en Moscú (se detallan al final del texto), representan un “salto sin precedentes” en sectores estratégicos como la pesca, defensa, minería y energía, que afectarán en una u otra medida a España, Francia, Argelia y Estados Unidos.
Las cuatro razones de Marruecos
¿Por qué Mohamed VI ha cerrado este gran acuerdo estratégico con Putin a riesgo de enfadar a Washington? El rey y sus asesores vislumbran el cambio que se está produciendo en la relación de fuerzas a nivel mundial, focalizado en cuatro razones que representan “intereses nacionales” prioritarios para la Monarquía marroquí:
a) Rusia mantiene estrechos vínculos con Argelia, adversario histórico de Marruecos. Por tanto, es el momento de estrechar relaciones con Moscú como interlocutor privilegiado con los próximos dirigentes que lleguen al poder en Argel, una vez fallezca el anciano y enfermo presidente Buteflika. La cuestión del Sáhara está en el fondo de esta primera razón.
b) Estados Unidos ha dejado de ser la gran potencia de un mundo pretendidamente unipolar y se ve obligado a compartir liderazgo con China. Por tanto, el siguiente paso de Rabat será su acercamiento a Pekín.
c) Rusia gana influencia en Europa, con el apoyo de Alemania. La UE es prioritaria para el desarrollo de Marruecos.
d) No se puede dejar de lado a Rusia en el Mediterráneo, máxime cuando Marruecos controla una de las orillas de acceso a dicho mar.
Tras estos cuatro motivos habría que preguntarse ¿cómo explicará Mohamed VI a Estados Unidos su giro estratégico a favor de Rusia? Probablemente le resulte difícil argumentar a la siempre hábil diplomacia alauí que ni el Pentágono ni el Departamento de Estado saldrán perjudicados de la alianza con Putin.
Ruptura en el Sáhara Occidental
La visita de Mohamed VI coincide con el sorpresivo anuncio de Rabat de reducir unilateralmente la misión MINURSO desplegada por la ONU en el Sáhara Occidental, ante lo que califica de “ultraje al pueblo marroquí” por parte del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon.
El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Salahedín Mezuar, viajó el lunes a Nueva York por encargo de Mohamed VI para presentarle a Ban Ki-moon su protesta por referirse a la “ocupación” marroquí del Sáhara. Sin embargo, Mezuar se encontró con que Ban estaba “indignado” por la manifestación masiva celebrada un día antes en Rabat contra su persona, a la que asistieron al menos siete ministros del gobierno, según un comunicado de la Secretaria General de la ONU.
Esta es la crisis más grave entre Marruecos y la ONU desde que en 1991 se desplegó MINURSO, compuesta actualmente por 210 agentes y más de 250 funcionarios civiles. Las expectativas que se habían creado en las últimas semanas de una negociación entre Marruecos y el Frente Polisario apoyada por Naciones Unidas para dar una salida al conflicto del Sáhara, han saltado por los aires. En la tarde del martes 15 de marzo se celebró una manifestación convocada por las autoridades marroquíes en El Aaiún, capital del Sáhara Occidental, con Ban Ki-moon como blanco de las críticas, informa la agencia Efe.
Incrementar el turismo ruso
Rusia y Marruecos han firmado un programa de cooperación turística hasta 2018 que incluye la celebración de ferias, el aumento de inversiones en el sector y una mayor frecuencia de vuelos directos entre ambos países.
Marruecos espera en 2016 un total de 100.000 turistas rusos tras el cierre de los destinos de Egipto por motivos de seguridad y Turquía por las sanciones económicas de Moscú contra el régimen de Ankara a raíz del derribo de un caza ruso. No obstante, los turoperadores rusos consideran que Marruecos no es una alternativa lo suficientemente atractiva debido a que el coste de vida es más alto que en otros países árabes.
Esfuerzos rusos en Siria
En un ambiente de piropos mutuos, Mohamed VI alabó los esfuerzos de Rusia para acabar con la guerra en Siria a través de la lucha contra el Estado Islámico y el diálogo entre el régimen de Bashar al-Asad y la oposición moderada. El monarca subrayó que la decisión de Putin de poner fin a la intervención aérea rusa “permitirá que el proceso político sea irreversible”. Asimismo, ambos dirigentes abogaron por una rápida solución de las guerras en Yemen y Libia, y se mostraron a favor de la “creación de un estado palestino independiente con capital en Jerusalén Oriental”.
Éste es el cuarto encuentro entre Mohamed VI y Putin, ya que además de la anterior visita del rey marroquí a Rusia en 2002, se reunieron en 2003 en Malasia y en 2006 durante el único viaje oficial del jefe del Kremlin a Marruecos.
• Acuerdos ruso-marroquíes
-Lucha contra el terrorismo internacional.
-Cooperación pesquera.
-Prospecciones mineras (fosfatos).
-Cooperación energética.
-Impulso del turismo mediante vuelos regulares.
-Cooperación en el ámbito del Islam.
-Protección del Medio Ambiente.
-Utilización sostenible de los recursos naturales.
-Protección mutua de información clasificada en las áreas militar y tecnología de defensa.
-Protección recíproca de las inversiones de capitales.