– “Disminuyeron la cantidad de alimentos que nos daban y todavía no sabemos por qué. Pero nos arreglamos”, dijo a IPS el nigeriano John Guige, un maestro residente en el campamento de refugiados de Minawao, en la región Extremo Norte de Camerún. “Somos refugiados y no tenemos alternativa”, explicó.
“Todo lo que nos dan es arroz y soja”, acotó Guige.
Por su parte, John Bouba, quien huyó de la insurgencia de la organización extremista Boko Haram en Nigeria y reside en el mismo campamento de refugiados, relató que cuando reciben el arroz, lo venden “a mitad de precio en el mercado local y usamos el dinero para comprar maíz, que mezclamos con el arroz y lo molemos”.
“Después de tres semanas, comemos arroz hasta que llegan las raciones del mes siguiente”, apuntó, antes de observar que hay escasez de alimentos en el campamento.
“No sabemos por qué, pero estamos agradecidos con las personas que nos dan los alimentos. No podemos compararlo con lo que comíamos antes, en nuestra casa en Nigeria. Trabajábamos y nos lo ganábamos. Aquí tenemos que esperar sentados la ayuda de la gente de buena voluntad”, se lamentó.
La caída del suministro alimentario en el campamento forma parte de un problema regional en la provincia de Extremo Norte, que se exacerba por la inseguridad.
Felix B.F. Gomez, director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Camerún, dijo a IPS que la inseguridad alimentaria se deterioró profundamente en 2015 con el recrudecimiento de la violencia.
“El número de personas que viven con inseguridad alimentaria aumentó más del doble desde junio de 2015. Se estima que alrededor de 1,4 millones de personas viven en esa situación, más de un tercera parte de la población de la región”, precisó.
Además, “unas 200.000 personas sufren una grave inseguridad alimentaria, lo que representa un aumento de 300 por ciento respecto de junio 2015”, acotó Gomez.
La región de Extremo Norte sufre ataques de Boko Haram desde 2013. A principios de enero de este año, el ministro de Comunicaciones, Issa Tchiroma Bakary, informó que la organización islámica procedente de Nigeria y responsable de numerosos atentados, asesinó a más de 1.200 personas.
En una conferencia de prensa que dio a mediados de febrero en Yaundé, Tchiroma también señaló que el ejército realizó una incursión en Goshi, en la frontera con Nigeria, que dejó a 126 insurgentes muertos y liberó a unas 100 personas que Boko Haram mantenía cautivas.
La división de Logone y Chari es una de las tres áreas administrativas de la frontera entre Camerún y Nigeria que ha sufrido reiterados ataques de Boko Haram. Una evaluación realizada por el gobierno en noviembre de 2015, reveló un déficit de cereales de unas 50.000 toneladas, en comparación con las necesidades de la población local.
La zona es una de las tres divisiones administrativas de la provincia de Extremo Norte, donde residen 75.000 refugiados nigerianos y 82.000 desplazados, según un informe elaborado por el inspector del Ministerio de Administración Territorial y Descentralización, Enow Abrams Egbe, y presentado en junio de 2015 en esta ciudad camerunesa.
La evaluación determinó que la falta de alimentos en la provincia es de unas 132.000 toneladas. La división de Mayo-Tsanaga es donde se ubica el campamento de Minawao, que según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), brindó alojamiento a unos 7.000 refugiados de Nigeria cuando comenzó a funcionar en julio de 2013.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) señaló que el campamento está entre los principales motivos de preocupación por la falta de agua, de alimentos y de alojamiento, pues recibió a más de 48.601 refugiados en octubre de 2015.
“El número de ingresos a los programas de alimentación aumenta desde el deterioro de la situación en distritos afectados por la crisis instalada por Boko Haram”, explicó Gomez.
“La situación se agrava a medida que la inseguridad y las restricciones de acceso suelen obstaculizar el suministro regular a las zonas alejadas, además de que se cierran algunos centros de salud debido a la inseguridad”, añadió.
La prevalencia de la malnutrición de moderada a aguda aumentó de siete por ciento, en 2014, a 11,7 por ciento, en 2015, y los casos de malnutrición aguda y severa superan en dos por ciento el límite de emergencia en la región golpeada por el conflicto.
“En 2016, pronosticamos que 150.000 niños y niñas menores de cinco años y más de 30.000 mujeres con hijos necesitarán asistencia alimentaria de emergencia”, alertó.
“La situación podría seguir deteriorándose si no se ofrece una respuesta adecuada a la inseguridad, a las malas cosechas y a las crecientes presiones que genera el desplazamiento de personas”, subrayó Gomez.
El PMA y otras organizaciones humanitarias lograron mejorar la malnutrición en el campamento de Minawao, al disminuir la malnutrición aguda del grado de emergencia, a principios de 2015 (alrededor de 19 por ciento), a menos de siete por ciento, en diciembre del mismo año.
Pero “la malnutrición sigue siendo crítica fuera del campamento, así como en toda la región, y es necesario redoblar esfuerzos”, remarcó Gomez.
La esperanza para las personas que padecen inseguridad alimentaria en la provincia de Extremo Norte está puesta en el Plan Nacional de Respuesta Humanitaria de 2016, lanzado por el gobierno de Camerún el 25 de enero de este año.
El ministro del Interior, Rene Emmanuel Sadi, quien presentó el plan que costará unos 282 millones de dólares, dijo que la iniciativa brindará protección y asistencia a unas 325.000 personas refugiadas y desplazadas en Camerún.
Por su parte, el secretario general adjunto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para asuntos humanitarios en el Sahel, Toby Lanzer, también sostuvo que el principal objetivo del plan es luchar contra la pobreza y restablecer la seguridad en las zonas de conflicto.
La coordinadora humanitaria de la ONU en Camerún, Najat Rochidi, precisó que el plan, presentado en el marco de un programa regional para Nigeria y República Centroafricana, también se concentrará en cuestiones de inseguridad alimentaria y malnutrición.
Reforzar “la seguridad alimentaria requerirá de unos 85,3 millones de dólares este año. Solo el PMA necesitará de unos 40 millones de dólares para organizar la asistencia en la región de Extremo Norte en 2016, pero hasta ahora solo se consiguió 51 por ciento de ese monto”, detalló Gomez.
Traducido por Verónica Firme
http://www.ipsnoticias.net/2016/03/la-inseguridad-alimentaria-golpea-el-norte-de-camerun/?utm_source=feedly&utm_medium=rss&utm_campaign=la-inseguridad-alimentaria-golpea-el-norte-de-camerun