Asomarse a la pureza en la mirada que da la meditación comprometida, que dan los votos de monje de la Tradición Sakya, una de las cuatro Escuelas del budismo Tibetano, es un privilegio y una alegría para el alma que escucha.
Con la suavidad y la firmeza de una voz que es como el agua, el Lama Rinchen Gyaltsen va respondiendo las preguntas que surgen desde el laberinto de la ignorancia, como un hilo de agua que es fiel a la orientación que lleva al océano, la piedra de las dudas va siendo horadada y se vislumbra, por el resplandor de las respuestas, que nunca hubo paredes en el laberinto.
Benditas vocaciones que sanan y salvan el mundo.
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EcocentroTV
Gracias Pauline, ¿el Lama tiene el grado de Geshe? habla como un buen maestro.
Me agradaria entrar en contacto via email contigo.
Hay cosas que me gustaria compartir contigo acerca de los tibetanos.