El sol es un elemento fundamental en nuestra vidas. Determina nuestro día y actúa de referencia en nuestra actividad diaria.
Para la Medicina Tradicional Tibetana el comportamiento y la actitud con la que afrontamos nuestro día es la segunda causa más influyente en nuestra salud. Ese comportamiento hace referencia a tres formas de enfoque, el diario, el mensual y el estacional. Hoy veremos el primero de ellos y la influencia que ejerce en nuestro día a día.
En el comportamiento diario, el elemento fundamental es el sol. Sus fases desde la mañana a la noche determinan las actividades que realizamos, pero internamente en nuestra salud, también suponen un ciclo, que influye en nuestras energías, y que debemos comprender para lograr un equilibrio diario.
Hablamos de cuatro momentos importantes en un día: mañana, día, tarde y noche. En cada uno de ellos domina una energía.
La mañana, que va desde el amanecer hasta las 11:00 es un momento fresco. El frío se ha acumulado durante la noche por falta de sol. Así, durante la mañana, la energía fría de la flema aumenta, está más activa por la influencia de ese frío.
Para hacer frente a ese frío y predisponer el cuerpo hacia un equilibrio saludable, es recomendable realizar actividades que mantengan el calor, evitar coger frío y tomar un desayuno suave y con energía caliente, y evitar las bebidas frías y los zumos. Una buena opción para comenzar el día es un vaso de agua caliente para disolver la flema y calentar los canales del cuerpo. Recordad lo que dijimos en el artículo Un consejo que te ayuda cada mañana.
Es importante en este momento del día protegerse con la ropa adecuada contra el frío y la humedad de la mañana, pues entran por los poros y se acumulan, aun sin darnos cuenta, aumentando la energía fría en nuestro cuerpo.
El día propiamente, desde las 11:00 hasta aproximadamente las 18:00 (depende de cada época del año) es el momento en el que la energía del sol es más fuerte. Durante ese periodo, en nuestro cuerpo se activa la energía caliente, nuestra energía de bilis.
Es el momento adecuado para realizar las tareas del día, nuestro cuerpo tiene calor y capacidad para hacer frente al consumo energético.
Ahora bien, se debe evitar el consumo de energía por encima de la capacidad de uno mismo, y realizar acciones que acumulen más calor del que podemos disipar. Es por ello, que trabajos en exceso extenuantes, comidas en exceso grasas o la exposición al sol durante mucho tiempo, son acciones que acumulan calor y, por tanto, afectan negativamente a la energía bilis. No olvidemos en este momento del día llevar la zona del abdomen cubierta.
La tarde, que va aproximadamente desde las 18:00 aproximadamente hasta el inicio de la noche, es el momento del día en que se calma el sol, y comienza a disminuir su energía. En nuestro cuerpo, la energía quese activa es la energía viento, anunciando el fin del día.
Se aprecia fácilmente, pues es el momento del día en que se siente más el estrés acumulado y el cansancio. Durante este periodo son recomendables actividades y alimentos que disminuyan la energía del viento, como hacer algo de deporte, yoga, taichi, tomar una bebida caliente y especiada (evitar bebidas gaseosas y ácidas) o simplemente relajarse, en casa o con un masaje. Es necesario evitar actividades que generen más cansancio y estrés.
Y finalmente llega la noche. En este periodo del día, el sol no está presente de forma directa, las energías del cuerpo están todas en descenso, y el cuerpo se prepara para su descanso.
Por ello, a la hora de cenar se deben evitar cenas copiosas, o con alimentos pesados. El sistema digestivo no tiene la fuerza necesaria para realizar una buena digestión. De esta manera evitaremos problemas de sueño y descanso.
Es el final del día, momento de hacer balance del mismo, dedicar unos minutos a observar y agradecer lo que ha sido, las contribuciones positivas, los buenos momentos, y recogerse.
Por tanto, un comportamiento diario disciplinado en nuestra forma de enfocar el día, nuestra comida, y horarios ayuda a llevar una vida sana y mantener nuestra energía en equilibrio.