En un antiguo campo de batalla de hace 3.250 años situado en Alemania se han descubierto restos de guerreros con signos de violencia, mazas de madera, puntas de lanza, puntas de flecha de sílex y bronce y cuchillos y espadas también de bronce. La macabra escena, congelada en el tiempo por la turba del terreno, es diferente a cualquier otro yacimiento conocido en el norte de Europa de la Edad del Bronce, donde los investigadores creían hasta ahora que no había tenido lugar ninguna guerra a gran escala hasta muchos años más tarde.
De este modo, no sabemos quiénes fueron estos guerreros que combatieron hace más de 3.000 años a orillas del río Tollense en el norte de Alemania, cerca del mar Báltico, ya que no disponemos de registros escritos de la época.
El río Tollense cerca de la localidad de Weltzin.
Pero el análisis de los restos hallados hasta ahora pertenecientes a 130 hombres, la mayoría de ellos de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, demuestra que algunos procedían al parecer de cientos de kilómetros de distancia: Polonia, Holanda, Escandinavia y sur de Europa.
Los combates cuerpo a cuerpo que tuvieron lugar en esta batalla, que podría haber involucrado a miles de guerreros y haber acontecido en un solo día, fueron brutales, según un artículo sobre la investigación arqueológica llevada a cabo en el yacimiento de Tollense publicado en la revista Science. En ella también participaron hombres a caballo. Hasta el día de hoy, aunque los investigadores creen que solo han desenterrado el 2 o 3 por ciento del material arqueológico presente en este antiguo campo de batalla, se han hallado en el yacimiento los restos óseos de 130 guerreros y cinco caballos.
Los vencedores despojaron a algunos de los muertos de sus pertenencias, aunque otros cadáveres se hundieron bajo las aguas y acabaron finalmente sepultados por la turba.
En aquella época no se utilizaba ningún sistema de escritura en el norte de Europa, por lo que no existió la posibilidad de registrar quiénes fueron estos hombres o por qué lucharon. Un viejo axioma del mundo antiguo explica que había tres razones principales por las que se iba a la guerra: tierras, ganado y mujeres, aunque en este caso no nos es posible conocer las causas de este derramamiento de sangre.
El campo de batalla fue descubierto en el año 1996 por un arqueólogo aficionado que observó el hueso de un brazo asomando en la orilla del río. Incrustada en el hueso había una punta de flecha de sílex. Los arqueólogos realizaron algunas excavaciones menores en el yacimiento por aquel entonces y descubrieron un cráneo destrozado junto a una maza de madera de 73 centímetros de longitud. La datación mediante carbono-14 demostró que eran aproximadamente del 1250 a. C.
Entre los hallazgos realizados en el yacimiento se encuentra este cráneo humano con la mortal fractura que se observa en la fotografía.
Entre los años 2009 y 2015, los investigadores del Departamento de Conservación Histórica de Mecklenburg-Vorpommern y la Universidad de Greifswald hallaron restos óseos adicionales de hombres y caballos, muchos de ellos con graves lesiones. También encontraron mazas de madera, puntas de flecha de bronce y sílex y puntas de lanza de bronce.
Según los arqueólogos, podría haber aún sepultados bajo la turba restos pertenecientes a cientos de individuos más, aún por descubrir.
Cráneo hallado en el campo de batalla con una punta de flecha de bronce profundamente incrustada donde se encontraría el cerebro.
“Si nuestra hipótesis de que todos los hallazgos corresponden al mismo acontecimiento es correcta, estaríamos hablando de un conflicto a una escala completamente desconocida hasta ahora al norte de los Alpes,” ha declarado a Science el director adjunto de las excavaciones Thomas Terberger, arqueólogo del centro de Hannover perteneciente al Servicio Estatal para el Patrimonio Cultural de la Baja Sajonia, añadiendo a continuación: “No existe nada que se le pueda comparar.”
En la revista Science podemos leer también que este descubrimiento podría ser la más antigua prueba directa de una batalla de esta magnitud en todo el mundo antiguo.
Los investigadores habían teorizado con anterioridad que podría haberse tratado de un ataque realizado por jóvenes guerreros con la intención de robar comida y eliminar rivales, pero los vestigios de la matanza, que se observan a lo largo de 3 kilómetros junto al río, sorprendieron a los arqueólogos. Por el tamaño del yacimiento y los restos descubiertos hasta ahora, calculan que podrían haber participado en la batalla unos 4.000 hombres.
Esta conclusión apunta a la existencia de una clase de guerreros que combatió en guerras por toda Europa, algo de lo que no se tenía noticia hasta ahora, como podemos leer en el artículo de Science. Existen descripciones históricas de batallas épicas de la Edad del Bronce en el Próximo Oriente y Grecia, aunque se han encontrado escasas evidencias arqueológicas de batallas a gran escala de este período. Y por supuesto tampoco existen registros escritos de la época procedentes del norte de Europa.
Antiguos guerreros del norte de Europa equipados para la batalla. ( Revista Science )
“En lo que respecta a la Edad del Bronce, no disponíamos de una prueba evidente en la que tuviéramos un campo de batalla en el que se hubiesen encontrado muertos y armas,” explica a Science el arqueólogo Barry Molloy del University College de Dublín, añadiendo a continuación: “Esto es una prueba evidente. Ni siquiera en Egipto, a pesar de haber escuchado muchos relatos de guerra, habíamos encontrado una prueba arqueológica tan sustancial de participantes y víctimas de una batalla.”
El antropólogo R. Brian Ferguson de la Universidad Rutgers explicó a Ancient Origins en marzo del 2015 que su investigación demuestra que a lo largo de gran parte de la Edad de Piedra hubo paz tanto en Europa como en el Próximo Oriente, pero que a finales del Neolítico (el período más reciente de la Edad de Piedra, que va del 8000 a. C. al 3500 a. C.), y las Edades del Cobre y del Bronce (entre el sexto y el quinto milenio a. C.) la guerra se extendió por Europa y el Próximo Oriente. Si nos remontamos varios milenios antes de Cristo, según Ferguson “la guerra no parece algo evidente.”
Explica Ferguson que la experiencia de la guerra en la sociedad prehistórica puede estudiarse observando las representaciones artísticas de combates y homicidios; la presencia de armas; los restos de fortificaciones en capas de terreno ahora enterradas; y los restos óseos que presentan lesiones.
Autor: Mark Miller
articulo publicado en…http://www.ancient-origins.es/noticias-historia-arqueologia/4000-guerreros-norte-europa-combatieron-una-cruenta-desconocida-batalla-el-%C3%B1-1250-c-003340/page/0/1