Constituye una de las imágenes más representativas del rotundo fracaso de la Europa multicultural y de sus infames consecuencias para colectivos como el de las mujeres. Una nueva forma de ‘apartheid’ en la Europa del siglo XXI. Incapaz de garantizar la seguridad de sus mujeres, Alemania se convertirá en el primer país europeo en introducir vagones de uso exclusivamente femenino para prevenir las agresiones sexuales en los trenes. Una siniestra alternativa que, sin embargo, no ha originado protestas de los progresistas ni tampoco de las organizaciones feministas del país.
En realidad, unos y otras prefieren guardar silencio. La Europa que se rasgó las vestiduras por la denigración a unas mendigas rumanas por parte de seguidores holandeses del PSV, en la Plaza Mayor de Madrid, mantiene ahora un mutismo repugnante. Los que sometieron al escarnio público a un concejal del PP catalán por “ofender” a las limpiadoras, callan hoy miserablemente ante esta execración de la condición femenina en Alemania. Dos ejemplos bastantes evidentes, por si no existían ya bastantes evidencias, de cómo el multiculturalismo está siendo utilizado como un martillo para forjar a los pueblos dóciles que conformarán los Estados obedientes del Nuevo Orden Mundial. Esta segregación de género quiebra también los principios legales que supuestamente deberían garantizar a las ciudadanas europeas una dignidad y una seguridad que ahora, por desgracia, les están siendo arrebatadas en aras del nuevo orden multicultural. La civilización europea comienza a dar sus últimos estertores cuando, en nombre de la democracia, son las víctimas inocentes, y no los criminales, quienes deben esconderse y alterar sus hábitos de convivencia.
En Inglaterra fue debatida una aplicación similar en 2015, aunque finalmente el proyecto fue rechazado. Por el momento.
La compañía ferroviaria Mitteldeutsche Regiobahn diseñó unos vagones especiales que sólo podrán ser utilizados por mujeres y en los que sólo podrán viajar varones menores de diez años acompañados por mujeres.
Medida de prevención
La iniciativa surge como una medida de prevención luego de los gravísimos sucesos que se produjeron durante las celebraciones de fin de año en la ciudad alemana de Colonia, donde cientos de mujeres fueron víctimas de ataques sexuales en las inmediaciones de la principal estación ferroviaria de la localidad.
Para la empresa la iniciativa tiene que ver con “habilitar un ambiente más seguro para todos los pasajeros del sexo femenino”.
Los vagones femeninos están ubicados inmediatamente después de la locomotora donde viajan el maquinista y su asistente. La portavoz de la empresa explicó que “la proximidad a nuestro representante de atención al cliente es deliberada”.
En principio, el proyecto solo se implementará en la línea que une las ciudades de Leipzing y Chemnitz, con un recorrido de 90 kilómetros.
La medida fue anunciada la semana pasada, uno días más tarde que se realizará la acusación formal por delitos sexuales a los inmigrantes involucrados en los incidentes de Colonia. Desde la compañía ferroviaria niegan que exista una conexión entre su medida y la decisión de la fiscalía o que el proyecto esté conectado con las agresiones de fin de año.
Entre Botha y Merkel
Como era previsible, la noticia está siendo deliberadamente ocultada por la mayoría de los medios europeos. Occidente sigue avanzando a paso de cangrejo. De la Suráfrica de Pieter Willem Botha a la Alemania de Angela Merkel. Con una diferencia sustancial: mientras el apartheid surafricano fue establecido por el Estado, el alemán ha sido impuesto por la falta de autoridad del Estado. ¿Ésta fue la liberación que llevaron a los alemanes los soldados aliados que desembarcaron en Normandía? ¿Éste es el legado de alemanes tan legendarios como Johannes Gutenberg, Wolfgang Amadeus Mozart, Richard Wagner, Gabriel Fahrenheit, Johann Wolfgang von Goethe, Alexander von Humboldt, Carl Friedrich Gauss, Hermann von Helmholtz, Robert Koch, Wilhelm Röntgen, Heinrich Hertz, Max Planck, David Hilbert, Otto Hahn Hermann, Weyl Werner Heisenberg, Guillermo I, Otto von Bismarck, Michael Wittmann, Erwin Rommel…
Ellos nos enseñan hoy que las civilizaciones no mueren cuando decae su poderío económico, sino cuando pierden su alma.
Comienza el nuevo Apartheid de genero, cada día los varones no vemos denigrado de múltiples formas, ya mismo crearan bares para hombre y mujeres.
No se lo cree ni quien escribió este disparate de artículo.
Eso mismo pasaba en sud-Africa, en otra agenda, y se ve q les da resultado, porque de lo contrario, no harían lo mismo. Alemania dio lo mejor, y de ahi tambien salio, lo peor. Que tragedia.
En mi opinión esto agrava el problema, lo más sano es la convivencia pacífica de ambos sexos, en colegios , transportes y en toda actividad, solo hace falta más educación.
No acabo de creerme esta noticia ya que, de ser cierta, supone un retroceso enorme y gravísimo de la sociedad.
Si empezamos a separar la sociedad en pequeños grupos estancos y aislados entre sí, estamos sembrando el germen de nuestra disolución.
De ser cierto, es un fracaso absoluto y monumental de todo aquello por lo que hemos luchado. ¿ Al final vamos a acabar segregados por géneros ? ¿ Abolimos la segregación racial e instauramos la genérica ?
¿ Qué es lo próximo ? ¿ vagones para cristianos, musulmanes y judíos ? ¿ vagones para homosexuales y heterosexuales ? ¿ para solteros, casados y emparejados ?
Alguien debería detener esta demencia.