«El Orden» Francisco Lobato.

Si sabemos mirar a la naturaleza y a todo lo que nos rodea nos encontraremos con un orden intrínseco que la mayoría de las veces escapa a la mirada dual y condicionada de nuestra mente, encontrar la mirada que revela lo que se esconde detrás de las apariencias necesita de entrenamiento y ascesis, vigilancia sobre el soporte que damos a lo que consciencializamos a través de nuestros ojos externos e internos y que nos va a dar una interpretación de la realidad en base al nivel de consciencia, inconsciencia o anti-consciencia que le demos, por esto es que el cristal que interponemos entre la realidad y nosotros es el que va a teñir lo que percibimos de una forma evidente, a mayor nivel de consciencia, mayor porción de realidad y mayor será el abanico perceptual; a mayor silencio interior, mayor objetividad y ecuanimidad; a mayor presencia, mayor recepción vibratoria real y así podíamos seguir dependiendo del que escriba estas palabras y su nivel de penetración, percepción.

1426843327_587140_1426850551_album_normalVislumbrar este Orden nos abre de inmediato al asombro, asombro de la maravilla de la que formamos parte como reino humano y consciente en este Universo plagado de belleza y engendrado de amor y por amor, este asombro es el que mueve al hombre/mujer a querer indagar, profundizar, tocar el universo que le circunda y revelar sus secretos, convertido en el explorador de la creación revelándose a la vez como criatura y creador despertando a una realidad mayor.

El camino de la consciencia nos espera ahora más que nunca para ser recorrido por una humanidad sedienta de respuestas, justicia y unidad, y para ello es necesario cambiar la mirada sobre el mundo y sobre nosotros mismos y esto supone elevar la vibración de nuestra consciencia y ampliar el campo perceptual en el que nos movemos, abriendo nuestro campo de visión 360 grados entendiendo el mundo de interdependencias que nos toca vivir y la influencia de cada acto, pensamiento, palabras y elecciones en lo que vivimos y aún más importante en cómo lo vivimos, porque la vivencia es lo que nutre el polo de la materia o del espíritu a cada instante, inclinando nuestra balanza personal y colectiva hacia la evolución y el aprendizaje o el sufrimiento y la inconsciencia.

Posiblemente para eso sirven las crisis y acontecimientos karmicos de todo tipo que vivimos en estos tiempos de pasaje, para hacernos participes de aprendizajes y elecciones colectivas que colorearan nuestro futuro próximo hacia uno u otro lugar, tejiendo el destino como humanidad en un sistema solar elegido para interpretar una sinfonía universal que marcará la evolución del hombre universal para siempre, somos seres vibratorios y resonantes con la capacidad de revelar la vida y alumbrar lo que es a cada instante, siendo soportes al orden de lo creado.


franciscolobato.co

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