El mayor escándalo de corrupción ha sacudido el planeta.
El International Consortium of Investigative Journalists estadounidense publicó más de 2,6 terabytes de datos y 11,5 millones de documentos secretos de la empresa panameña Mossack Fonseca; esto es varias veces mayor que Wikileaks.
La filtración de los documentos de Panamá, de acuerdo con los denunciantes, acusa a políticos prominentes de la utilización de empresas “offshore”, y por lo tanto indica indirectamente la presencia de la corrupción dentro de una gran parte de la elite política del mundo.
Los materiales de investigación se refieren al presidente de Rusia, Vladimir Putin, el primer ministro británico, David Cameron, los presidentes de Ucrania y Azerbaiyán, Poroshenko y Aliyev, e incluso el rey saudí Salman, y estos son sólo algunos de los nombres de la lista.
El trabajo de los servicios especiales
La escala de la información publicada indica que esto es el fruto del trabajo no sólo de “periodistas independientes”, sino también de corporaciones estatales o grandes empresas privadas de inteligencia.
Si esto es así, entonces el nuevo escándalo tiene objetivos geopolíticos específicos. Debido al gran número de documentos publicados, comprobar su autenticidad no es posible en el corto plazo, lo que significa que están abiertos a la manipulación, sobre todo en el ámbito de medios de comunicación.
Comprometer a los enemigos del sistema
La persona más mencionada afectada por el escándalo en los medios occidentales es, por supuesto, Vladimir Putin.
La información dañina contra el presidente ruso es un ataque directo de los círculos de poder de Occidente, y una herramienta de presión contra el presidente y una parte significativa de la élite rusa. Ellos están obligando a Rusia a renunciar a una política exterior independiente, utilizando la “exposición” y el bombo de los medios que les rodea como una herramienta.
Es significativo que los “periodistas independientes” también se apresuraron a publicar material dañino contra el presidente sirio Bashar al-Assad y el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma. Occidente está llevando una guerra directa contra el primero, y está tratando de expulsar a este último debido a su postura pro-rusa y pro-china.
Presión sobre las marionetas
Pero si el nombre de Putin no se menciona en los documentos publicados, y si la “evidencia” acumulada contra el presidente ruso es indirecta, otros dos líderes postsoviéticos, Ilham Aliyev y su familia, y Petro Poroshenko, se mencionan directamente. Es significativo que en la víspera de la publicación del material, Aliyev, durante su visita a los Estados Unidos, decidió poner en marcha una guerra en Nagorno-Karabaj.
¿Coincidencia? No lo creo. La inclusión de Aliyev y Poroshenko en los documentos de Panamá es una señal de que Occidente tiene ahora atado el liderazgo de estos países con una correa corta.
Extrañas compañías
Vamos a ver quién más aparece en los documentos publicados. La lista es muy interesante. Está el rey saudí Salma; el actual presidente pro-estadounidense de Argentina, Mauricio Macri, así como los ex presidentes del país Cristina y Néstor Kirchner, que por el contrario estaban en contra de la hegemonía estadounidense; el padre del conservador primer ministro británico, David Cameron; el ex emir de Qatar y actual Presidente de los Emiratos árabes Unidos; el ex primer ministro de China, y varios otros grandes funcionarios chinos.
A primera vista, es una extraña compañía; ¿el principal actor global en el mundo está jugando contra todos ellos? Este no es el patrón de inteligencia de los Estados Unidos, o más bien, no sólo de los servicios de inteligencia de Estados Unidos.
Esta persona tiene que ser influyente a nivel mundial, anti-Rusia y anti-Putin, anti-China, debe proyectar sentimientos negativos hacia las monarquías árabes autoritarias y hacia los liberales de derecha tales como Cameron y los liberales de izquierda como Macri. Alguien muy parecido a George Soros.
Periodistas empleados por Soros
El International Consortium of Investigative Journalists es un proyecto liberal de la organización no gubernamental Center for Public Integrity. Es la mayor organización estadounidense sin fines de lucro que se dedica al periodismo de investigación. En 1996, lanzó una campaña contra el candidato presidencial paleo-conservador estadounidense Patrick Buchanan, que fue realizada por Soros para forzar su retirada de la campaña electoral.
Entre los patrocinadores oficiales de los periodistas independientes: “Open Society” Foundation (Soros Foundation), Sunlight Foundation (recibe la mayor parte de sus fondos de Soros), MacArthur Foundation, Knight Foundation, Ford Foundation, Rockefeller Foundation, Carnegie Endowment, Omidyar Network del fundador de eBay – el ultraliberal y globalista Pierre Omidyar, etc.
El United States Center for Public Integrity y el International Consortium of Investigative Journalists participan en una guerra mediática de varios años, que Soros lanzó contra los hermanos Koch, millonarios asociados con los círculos republicanos de derecha.
Periódicamente, durante la campaña, periodistas de Soros fueron condenados por fraude absoluto, violando la ley de EE.UU., y distorsionar los hechos.
La naturaleza de la mayoría de las revelaciones del Consorcio de Periodistas de Investigación muestra que esta estructura sirve principalmente como una herramienta de propaganda en manos de Soros.
Por ejemplo, ver el “Luxemburgo Leaks” dirigido contra los hermanos Koch y el liderazago de la UE. Después, Soros comenzó el juegocontra el franco suizo, “periodistas independientes”investigando el “lavado de dinero” en los bancos suizos.
Curiosamente, Heinz Endowments, encabezado por la esposa del Secretario de Estado Teresa Heinz Kerry, fue anteriormente incluido como patrocinador de ambas estructuras. Soros financió una vez a su marido cuando era candidato al cargo de presidente de los Estados Unidos (igual que, hoy, Obama y Hillary Clinton).
Por lo tanto, la conexión entre la administración actual y el especulador financiero es muy fuerte. ¿Recuerdan la misteriosa maleta de Kerry en su reciente visita a Moscú?
En alianza con el Departamento de Estado de EE.UU.
La lista de los líderes mundiales que han caído en desgracia demuestra que el escándalo de las “offshore” es el resultado de una asociación público-privada. Todas las personas involucradas son “oponentes de Soros, pero cuando son también enemigos geopolíticos de los EEUU, los cargos más graves se plantean.
Por el contrario, en el caso de Cameron y Macri, implican a sus empresas familiares, y a primera vista no está relacionado con su trabajo como líderes de sus respectivos países. Las figuras de la izquierda liberal asociadas con el propio Soros, que utilizan activamente las empresas “offshore” para la especulación financiera, no aparecen en ninguna de las listas.
Cuando Soros compra a Kerry, y en la actualidad a Hillary Clinton, invirtiendo de forma masiva en sus presupuestos de campaña, o dando dinero al partido Demócrata de Estados Unidos, no se considera corrupción, ni tampoco los oscuros sistemas que los políticos liberales utilizan en todo el mundo.
Despolitizar el mundo
Curiosamente, la nueva revelación del siglo se dirige principalmente contra los políticos. En esencia, se desacredita masivamente a la clase política mundial como tal.
La ideología liberal de Soros de la “Sociedad Abierta” ayuda al rechazo de la política; la cual es reemplazada por las transacciones económicas y los contratos.
La última barrera, en algunos casos una barrera para el establecimiento del poder del dinero, se liquida.
Es por ello que Soros, por ejemplo, está financiando a los movimientos de izquierda dirigidos contra la clase política en todo el mundo, y el ya mencionado Pierre Omidyar, otro patrocinador del Consorcio de Periodistas de Investigación, ha presentado el proyecto de un mundo post-político.