Es una pieza perfecta de metal y fue descubierto en 1912 en una mina en Wilburton, Oklahoma, EE.UU, su descubridor fue Frank J. Kennard y según él, se encontró dentro de un bloque de carbón. Pero, ¿que es lo que hace esta taza tan misterioso? Bueno, como muchos otros objetos encontrados en todo el mundo, la edad del artefacto ha causado debate.
Kennard, que era en 1948 un trabajador de Benton Co, dijo:
«Mientras estaba trabajando en la Planta Eléctrica Municipal en Thomas, Oklahoma en 1912, me encontré con un bloque sólido de carbón que era demasiado grande para su uso. Lo rompi con una almádena. Esta taza de hierro cayó desde el centro dejando el molde de impresión de la taza en el trozo de carbón. Jim Stall (un empleado de la empresa) fue testigo de la ruptura del carbón, y vio la olla caerse. He seguido la fuente del carbón, y encontré que vino desde Wilburton, Oklahoma, Minas «.
El carbón que se originó en las minas de Wilburton, Oklahoma, se estima en alrededor de 300 millones de años. Aquí es donde la historia se enciende y se enfría según algunos.
Lamentablemente, la única evidencia viene del testimonio de una persona y que no tiene mucho rigor científico de acuerdo a los escépticos, además, este objeto se desvaneció al igual que muchos otros que tenían una historia similar, y la misma edad y al parecer compartían la misma fe. Si el objeto fuera hallado hoy en día, proporcionaría mucha más información del descubrimiento, el origen del artículo, que lo ha creado y cual era su propósito, pero lo más importante, arrojaría luz sobre su verdadera edad.
Existe la teoría con respecto a la forma en que un objeto podría haber terminado en el interior del carbón. Ya que las minas están llenas de charcos de agua saturada, eventualmente el agua se endurecido y el objeto podría haber terminado en el interior del trozo de carbón. Como ha señalado Mark Isaac: «La taza parece ser echó de hierro fundido, y la tecnología del hierro comenzó en el siglo XVIII. Su diseño es muy parecido a las macetas que se utilizan para mantener los metales fundidos y puede haber sido utilizado por un hojalatero, estañero, o quien fundía balas».
Los problemas habituales se ven en el descubrimiento de este artículo, la evidencia anecdótica es básicamente lo único que tenemos, sin embargo, no se explica cómo el artefacto terminó incrustado en el carbón, que es de alrededor de 300 millones de años. Así como los escépticos dirían, no importa cuan cierto Frank Kennard podría haber sido en el momento de su descubrimiento, los escépticos proporcionarán decenas de explicaciones alternativas en relación con el elemento y la forma en que terminó el interior del carbón. No sólo para este artículo, sino para muchos otros artículos con la misma edad.
Por supuesto, esto también podría ser una broma, pero si se tratara de una broma, ¿no podría haber sido ya demostrado ser sólo eso, una broma? Los teórico de los antiguos astronautas tienen una alta consideración cuando se trata de este tipo de elementos, que son a la vez misteriosos, y desafían los puntos de vistas típicos de la historia y la arqueología. Parece que cada vez que uno de estos elementos aparece, ellos son vistos por la arqueología y la historia como potenciales «enemigos» en común, ya que su verdadero origen y la edad pueden desafiar la forma convencional en que los investigadores miran en la historia y la civilización.