Hubo un momento en la historia de la humanidad en que se dejó de lado lo espiritual para darle más peso e importancia a lo científico y racional. Este fue un paso que se debió dar. Un paso que se necesitó transitar para hoy necesitar volver, y comprobar que muchas veces lo científico no puede explicarlo todo. Que la razón no puede captarlo todo en conceptos. Es por eso que esa transición fue importante, y ahora es tiempo de regresar a esta sabiduría de vida, a estas fuerzas arquetípicas que nos han acompañado todo este tiempo en silencio esperando el momento de volver a ser consideradas.
Y esto no significara dejar de lado lo intelectual sino más bien, integrar todo.
Si por considerar la existencia de los Ángeles dejamos de lado lo que la ciencia o la razón han llegado a conquistar, esteremos haciendo lo mismo pero en sentido contrario. Es decir estaremos negando algo, para reforzar lo opuesto. Y aquí no hay opuestos, aquí no se suprime una idea porque exista la otra.
Estoy invitándolos a abrir la percepción para que puedan existir y convivir en armonía el plano del pensar con el plano espiritual. Es posible, y comienza abriendo nuestro propio corazón. Y viendo que nuestras herramientas para comprender son más ahora.
Considerar la existencia del mundo espiritual puede ser muy útil y puede ayudar sorprendentemente en nuestra vida. Entonces sólo los invito a hacer el intento.
Convivimos en infinidad de planos, pero resumidamente podemos hablar del plano material y el plano espiritual.
En el plano material está nuestro cuerpo, nuestra personalidad, nuestras falencias, nuestras buenas y malas posturas ante la vida. Desde esta parte nos peleamos cuando tenemos una discusión con alguien. Es esta la parte que no tolera la diversidad, que se siente agredida, que responde con violencia, que no ve la integridad o el todo de un conflicto. Es esta parte la que se rigidiza y crea conflicto tras conflicto, sin miras a veces de una solución.
Y por otro lado, está la parte espiritual, la parte más sabia, más calma y verdadera que tenemos. Es la parte más sana y capaz de armonizar nuestra parte material, pero que muchas veces es dejada de lado por no saber cómo conectarse con ella.
Aquí está nuestra profundidad y aquí estamos íntimamente ligados a nuestro Ángel de la Guarda o Ser Superior.
Aquí pido recuperar esta sabiduría para que no nos tomemos este tema como un simple simbolismo e imaginación, sino como algo literal.
Nuestra parte espiritual existe, está hasta en aquellas personas más aparentemente “alejadas” o “perdidas”.
Y cuando tenemos un conflicto que definitivamente no se puede resolver desde el plano material, hay que recurrir al plano espiritual.
Si existe una persona con la cual no puedo dialogar o que no puedo comprender, puedo acceder a ella en silencio entre mi Espíritu y el Espíritu de esta persona.
Supongamos entonces que por la noche podemos comunicarnos con el Ser más intimo de un Ser humano, Su Ángel, y conocer por ello sus autenticas necesidades.
¿Y quien es este Ángel? ¿Es un ser alejado, un ser aparte?
El Ángel vive en nosotros mismos, en un aspecto superior de sabiduría.
Entonces cuando intentamos acceder al Ángel de una persona para conseguir respuestas, es esa misma persona la que responde. Pero no la persona de la vida cotidiana, sino aquella parte escondida, recluida, perdida o silenciada, que muchas veces aparece en pequeños instantes.
Nos comunicaremos así con la parte que por la noche permanece despierta mientras estamos dormidos.
Es al Ser Superior a quien le preguntaremos, quien puede respondernos mejor acerca de las verdaderas necesidades o las verdaderas causas de los conflictos.
He aquí una verdad que si es considerada naturalmente como parte de nuestra vida puede ayudarnos a vivir más plenamente: “Cada ser humano es acompañado por una entidad superior que rige su destino. Si cada vez le hacemos más lugar en nuestra vida, nuestro verdadero destino puede plasmarse completando nuestra vida de manera significativa”. Henning Köhler
Usted puede comunicarse por la noche a través de su Ángel con el Ángel de otra persona. Y este puede darle durante el sueño indicaciones practicables.
Es fundamental que esto sea realizado con el debido permiso, respeto y cuidado.
Simplemente usted debe mostrarse movido por el deseo de conocer profundamente el Ser de la otra persona, para poder sanar la relación o comprender cosas que en otros planos no comprende.
Puede que las indicaciones recibidas no estén presentes como pensamientos, sino como impulsos y motivaciones, como transformación de criterios casi imperceptibles, como creciente capacidad de reaccionar correctamente en situaciones críticas, etc.
Como todo, será necesario practicarlo reiteradamente para poder desarrollar la percepción y oído suficiente para escuchar, y principalmente para no interferir en tales ideas generadas en la noche por las Entidades Espirituales.
Así como hemos ejercitado la lectura, la escritura, el habla, y en la medida que lo ejercitamos ha mejorado, así también debemos ejercitar esta capacidad de captar de forma despersonalizada lo que hay del otro lado de los velos físicos.
Imagine que usted es un canal, y que cuanto más limpio y entregado esté, más podrá recibir a través de él.
Y más simple y seguro será su accionar. Cuántas veces dudamos si lo que hacemos lo hacemos bien o mal. Cuantas veces decimos “Ah! si pudiera escuchar lo que Dios, la energía divina, opina de esto”, “Si pudiera ser un Ser verdaderamente sabio. ¡Dios dame un consejo acerca de esto!”.
Es aquí donde se comprueba, es aquí donde se pregunta.
En el ámbito del dormir podemos recibir indicaciones de actuación, similares a las que muchas veces recibimos en estados concientes pero que se mezclan con nuestras ideas y deseos.
Ejercicio: La pregunta justa
Aquí hablaremos de un ejercicio que le permitirá comunicarse con el Ángel de la persona que necesita comprender. El ejercicio es el siguiente:
Por la noche antes de dormir cierre los ojos e imagínese que delante de usted hay un Portal, y al otro lado del portal está la oportunidad de hablar con el Ángel de dicho Ser. Y con Él la posibilidad de llegar a comprender y a resolver algo que lo aqueja a usted y a la persona.
Delante del Portal hay un Guardián. Este tiene una pregunta para hacerle para dejarlo pasar:
¿Has traído el problema claramente definido a través de una reflexión profunda, pensando en el bien de todos? Esta pregunta es la que le llevarás al Ángel.
¿Por qué la importancia de esta pregunta?
Muchas veces deseamos resolver algo pero no tenemos claro qué es. Y esto no es un detalle pequeño, esto puede determinar la resolución o la no resolución de dicho conflicto.
Aquí hay que apelar a un verdadero esfuerzo, una fuerte voluntad para poder hacer un trabajo de introspección a través del cual se llegue a tener bien claro y definido lo que se quiere resolver o comprender.
Entonces esta pregunta me llevará a ocuparme de la problemática específica, sin enojo, sin juicio y sin la sensación de que soy una victima en esta situación. Sino más bien soy responsable, sin tomar esta palabra como un peso o una presión, sino como una oportunidad de ayudar a un ser que nos necesita. Y siempre movidos por deseo profundo de comprenderlo.
Y aquí hay algo fundamental: Cuando reflexione acerca de lo que le sucede, no coloque en un primer plano los problemas que este ser le ocasiona a usted o a otras personas, sino colóquese en el daño que él/ella se está ocasionando a si mismo/a por actuar así. En el sufrimiento de su alma, de su cuerpo… En la pena de si mismo.
El Guardián quiere escuchar una pregunta, una duda o lo que necesite decir, pero siempre sintiendo que el pedido es por el bien de esta persona.
El objetivo es salirnos del egoísmo y situarnos en el otro. Llegará un momento en el que podré comprender su angustia, hasta podré abrazarla y agradecerla.
Es un trabajo con nosotros mismos y con la esencia del otro.
Cuando podamos encontrar este sentir adentro nuestro, descubriremos que comenzamos a caminar un camino nuevo.
Conserve la clara idea de lo que quiere resolver o comprender para ayudar y ayudarse. Consérvelo en su interior: es la respuesta a la primera pregunta.
Luego pida permiso, pida permiso al Ángel de este Ser para encontrarse con él. Pídale de Espíritu a Espíritu la posibilidad de una comunicación sincera.
Pida permiso a los Seres Espirituales para realizar este contacto.
Entonces volviendo al ejercicio: Delante del Portal plantee la pregunta, y con permiso pase, y llévele esta pregunta al Ángel del otro Ser. Y quédese con él toda la noche, hasta que al otro día se despierte.
“Necesito esto…”. “Quiero comprender esto…”. “Necesito saber cómo lo ayudo en esto…”. “Quiero guía en esto…”.
Puede que no escuche una repuesta concreta, pero algo sucederá. Puede que al otro día o en los días siguientes sepa lo que tiene que hacer, o inocentemente lo hará.
Realícelo cada noche con fe, sea constante.
A menudo cuanto más queremos cambiar una situación desde la imposición, el esfuerzo genera fatiga, desilusión y falsas expectativas. Así como también cuanto más se presiona para cambiar a alguien, más resistencia se genera en la otra persona, e inclusive hasta más se aferra a lo que se les exige que suelte.
Es por eso que surge este ejercicio que permite primero el poder correrme del lugar del esfuerzo y la victima, y permite también correr al otro del lugar donde lo he colocado.
Para que surjan nuevas soluciones debe haber espacio en blanco, y muchas veces estamos tan aferrados al conflicto o tenemos una imagen tan definida de cómo es o como no es aquella persona, que no le damos la posibilidad de ser diferente.
Este ejercicio supera las barreras de la personalidad, la ira, el rencor, lo insano, y llega hasta lo mas profundo y verdadero que todos tenemos. Llega al lugar donde todos somos semejantes, me permite encontrarme con mi Espíritu y el de la otra persona. Aquí no hay diferencias.
Esta es una nueva forma de vivir los conflictos. Es el principio que nos señala un nuevo camino y una nueva comunicación entre todos.
http://www.caminosalser.com/870-nuevatierra/conexion-de-espiritu-a-espiritu/