China va a condenar a muerte a los culpables de malversación o que acepten sobornos por valor de más de 3 millones de yuanes (460.000 dólares), según ha informado la prensa local, citando documentos judiciales.
El Tribunal Supremo Popular de China y la Fiscalía Popular Suprema emitió el fallo de forma conjunta como un suplemento a la ley penal, informó la agencia de noticias Xinhua.
La pena de muerte puede ser cambiada por una sentencia de cadena perpetua sin libertad condicional en función del nivel de gravedad del caso. El nuevo suplemento a la Ley Penal también se enfoca en aquellos que conozcan de un soborno y no informen de ello a las autoridades.
Después de asumir el cargo en 2013, el presidente chino, Xi Jinping, lanzó una campaña a gran escala contra la corrupción, dirigida principalmente a funcionarios de alto nivel en el Partido Comunista, las fuerzas armadas y las empresas estatales.
Fuente: http://sputniknews.com/asia/20160418/1038180219/china-execution-bribes.html#ixzz46ARkntIn
Medida que se justifica si se consideran los frecuentes casos en los cuales los políticos, sobornados, promulgan leyes que perjudican a millones de ciudadanas y ciudadanos, incluyendo a la vulnerable niñez, de los cuales, una buena cantidad derivan en guerras, suicidios, inanición, enfermedades, accidentes, delincuencia, etc.
Casos que si no quedasen en la impunidad y considerando el carácter universal de la ley, las cárceles deberían albergar a un buen porcentaje de «representantes de los pueblos» al más alto nivel también y por supuesto menos víctimas de este oprobioso sistema establecido, precedentes que en cada país salvaría innumerables vidas.
Los «milagros» suceden y que en la democracia representativa, los burócratas jerarcas apliquen la imparcialidad de la ley sería un auténtico milagro.