¿Existe el amor y la entrega en el mundo animal? Yo digo que sí, pues en La Voz del Muro no dejamos de publicar noticas que así lo demuestran.
Sin embargo ninguna historia sobre amor animal es tan bonita y profunda como la que vamos a narraros hoy. El noviazgo de dos cigüeñas que ha conquistado el corazón del pueblo croata.
Amor sin alas
Cada primavera Croacia contiene el aliento y espera el regreso de la cigüeña macho “Rodan” quien, como cada año, regresa de África para reunirse con su amada “Malena”.
La pareja se enamoró hace 9 años y, desde entonces, forman su nido en la localidad deSlavonski Brod, una ciudad a unos 200 kilómetros al este de Zagreb.
Desafortunadamente el amor de esta bonita pareja se vio truncado antes siquiera de nacer, cuando un cazador italiano disparó un balazo a Malena hace ya 18 años, destrozando por completo su ala.
La cigüeña fue encontrada herida por Stipe Vokic, el portero de la escuela de primaria local, quien la cuidó y logró curarla. Sin embargo, Malena nunca pudo volver a volar.
Vokic le hizo un nido en el tejado del colegio, donde se ha convertido en el símbolo y mascota del centro. Años después y a pesar de no poder volar, Rodan se enamoró de Malena y aceptó unirse a ella de por vida.
Cuando están juntos Rodan cuida de Malena, repara el nido, le lleva comida y alimenta también a los polluelos.
“Es una relación tan tierna que casi podría hacerse una película de amor sobre ellos” – asegura Vokic en el periódico croata Vecernji List.
Sus cuidados amorosos y su aventura como padres continuará hasta el mes de julio, cuando Rodan enseñará a los polluelos a volar, y juntos migrarán hasta África.
Tristemente la pobre Malena quedará sola de nuevo sobreviviendo al invierno gracias a la comida y cuidados de Vokic.
“Cada año se me parte el corazón cuando llega la hora de que se vayan. Rodan llama a Malena para que se vaya con él, pero ella no puede. Hasta ahora han criado juntos a 35 cigüeñas”, asegura Vokic.
Este año Rodan ha dado un gran susto al país, cuando faltó a su cita al comienzo de la primavera. El vuelo desde Sudáfrica a través del valle del Nilo no está exento de peligros y, con más de 13.000 kilómetros de travesía, se temía lo peor.
Sin embargo, cuando muchos creían perdida toda esperanza, nuestro galán apareció, al parecer, más cansado que nunca.
Fuente: pacma.es
El pensar que los animales no tienen amor como los humanos, es otra prueba del egocentrismo humano.
En el reino animal, humano incluido, hay seres, desde los sentimentalmente nulos, hasta los altamente afectuosos.
He visto 5 casos dignos de una historia, de los que de momento me vienen a la memoria, una pata, un perro, un pavo, un caballo, y un leon.
Y multitud de los que me he enterado sin vivirlos en persona.