Rastreadores Ju/’hoansi-San de Namibia interpretan las pisadas de la cueva de Pech Merle (Lot, Francia)

SU EXPERIENCIA INTERPRETANDO RASTROS ARROJA NUEVA LUZ A UNAS PISADAS DE HACE 15.000 AÑOS
A antiguas preguntas, nuevas soluciones. eso es lo que se han dicho un grupo de investigadores que llevaban largo tiempo estudiando las pisadas humanas de hace 15.000 años de la cueva de Pech Merle, en el sur de Francia. Así que decidieron contactar con rastreadores de una tribu de cazadores-recolectores actuales de Namibia, los Ju/’hoansi-San, y sus conclusiones han resultado de lo más revelador. Estos rastreadores han sido capaces de identificar un mayor número de huellas de las que se habían estudiado hasta el momento, identificando además la edad y género de los individuos, permitiendo saber mucho más de este pequeño grupo que cruzó la cueva en un instante para la eternidad.

Él camina confiado a través de la cueva, un lugar de juegos que conoce como la palma de su mano a sus nueve años. Instintivamente varía su curso, girando ligeramente para evitar una profunda sima que sabe que yace en la penumbra a su izquierda. Con pasos confiados se apresura, ahora caminando más rápido.
Es asombroso lo que se puede averiguar a través del estudio de huellas prehistóricas dejadas en cuevas por antiguos humanos.
Pero esta imagen concreta de la vida en la Prehistoria no ha sido reconstruida empleando un equipamiento científico de última generación. Es el resultado del cuidadoso análisis de antiguas huellas por parte de rastreadores profesionales del pueblo Ju/’hoansi-San oriundo de Namibia.
Andreas Pastoors, del Museo Neandertal de Mettmann, Alemania, y sus colegas están muy familiarizados con el modo en que la tecnología de las imágenes y los análisis computacionales se pueden emplear para estudiar huellas antiguas y reconstruir breves momentos de la Prehistoria.
Pero también saben que los rastreadores profesionales de algunas zonas del mundo pueden leer un montón de información en los rastros y huellas dejados por humanos y animales. Así que se preguntaron: ¿podrían individuos de alguna de las comunidades africanas de cazadores-recolectores arrojar nueva luz sobre estas huellas prehistóricas? Y resultó que sí que podían.
Los científicos occidentales han estudiado las antiguas huellas de la cueva de Pech Merle en el sur de Francia durante décadas. Pero tras unos minutos examinando el área, los tres rastreadores Ju/’hoansi-San (Ciqae, Kxunta y Thao) han detectado varias huellas que habían sido previamente pasadas por alto.
También pudieron deducir, por el tamaño y la forma de las marcas, que cinco individuos diferentes habían cruzado el suelo de la cueva en la antigüedad. Estudios previos habían señalado que los autores de las marcas eran uno o dos.
Basándose en cada tamaño y forma de las huellas, Ciqae, Kxunta y Thao creen que podrían incluso identificar la edad y género de cada individuo. Un hombre mayor, dos mujeres jóvenes y un hombre joven, y un niño, todos ellos cruzaron la cueva con sus pies desnudos hace más de 15.000 años. El niño cambió de dirección y velocidad al hacerlo.
«Integrar la sabiduría indígena sobre el rastreo con el proceso de investigación no es una cuestión de romanticismo», escriben Pastoors y su equipo.
Los investigadores buscaron la colaboración de Ciqae, Kxunta y Thao debido a un sentimiento genuino de que su aportación podría ser muy significativa para la comprensión de las antiguas gentes de Pech Merle. Es un paso inicial hacia una nueva aproximación híbrida a la arqueología que combina nueva tecnología con sabiduría indígena.
Nicholas Ashton, del Museo Británico, forma parte del equipo que estudió antiguas huellas en Happisburgh, en la costa británica de Norfolk. Él ve méritos en el enfoque. «Emplear a rasteradores actuales para interpretar antiguas pisadas es tanto innovador como interesante», afirma.
Es reconfortante descubrir que las nuevas interpretaciones son bastante similares a los resultados de anteriores estudios científicos, dice Ashton, aunque las diferencias sean significativas.
El hecho de que los tres rastredores Ju/’hoansi-San identificasen más individos a través de las huellas que las interpretaciones científicas anteriores podría ser importante. «Esto tiene implicaciones para el tamaño del grupo y su composición, y por supuesto para las rutinas diarias», dice Ashton.
En todo caso, afirma que los rastreadores Ju/’hoansi-San podrían tener mayores dificultades en interpretar huellas más antiguas como las de Happisburgh, que corresponden a una especie humana más antigua que tenía un aspecto y comportamiento diferentes a los nuestros. «Cabe preguntarse cuánto de su interpretación está influida por la situación de su propio grupo».

http://arqueologia-paleoramaenred.blogspot.com.es/2016/04/rastreadores-juhoansi-san-de-namibia.html

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