El gobierno israelí ha anunciado que ha derribado la casa de uno de los palestinos que había atacado con arma blanca a dos mujeres el pasado mes de enero, según medios de prensa occidentales.
Hussein Mohammed Abu Ghosh y otro palestino, apuñalaron a dos mujeres israelíes en Cisjordania y luego fueron abatidos por un soldado sionista.
Se dice que una de las mujeres murió como resultado del ataque.
La demolición de la vivienda tuvo lugar en el campo de refugiados de Qalandia, entre Cisjordania y Jerusalén.
Durante la operación algunos palestinos lanzaron piedras y bombas incendiarias a las fuerzas militares sionistas.
Tras tratar de dispersar a la población que protestaba, fuerzas militares dispararon con munición real contra los manifestantes, no se informó a cuántos palestinos mataron o fueron heridos como es costumbre de las autoridades judías.
Según Tel Aviv, las demoliciones son una medida para prevenir nuevos ataques, pero se conoce que es más bien una venganza realizada contra las familias palestinas.
Esta práctica recuerda los peores tiempos de la Edad Media cuando era común derrumbar las casas de los condenados por la Santa Inquisición Católica y se sembraba el terreno con sal para que no nacieran ni hierbas en el lugar.
También se ejecutaba contra los que se alzaban contra el poder real que por entonces se justificaba como de carácter divino.
Recuerda que las Mafias y los narcotraficantes también tienen por sagradas las familias y con medidas como esta, los judíos jazaros asiáticos que gobiernan en Israel, se sitúan en la misma posición.
Liborio Guaso
Publicado por JM Álvarez