Los científicos ofrecieron un bote cerrado, lleno de comida, a un grupo de seis delfines en cautiverio. El recipiente solamente puede abrirse tirando simultáneamente de una cuerda en cada extremo.
El equipo llevó a cabo 24 ensayos con este frasco con los seis delfines. Sólo dos de ellos nunca lograron descifrar el rompecabezas y llegar a la comida. En 20 de los ensayos, dos machos adultos trabajaron juntos para abrir el recipiente de alimentos en cuestión de 30 segundos. En los otros cuatro ensayos, uno de los delfines logró resolver el problema por sí mismo, pero era mucho más complicado y tomó más tiempo de ejecución.
La verdadera sorpresa vino, sin embargo, al escuchar las grabaciones de las vocalizaciones de los delfines durante el experimento. El equipo encontró que cuando los delfines trabajaron juntos para abrir la lata, hicieron más vocalizaciones que cuando abrían el recipiente por su cuenta o bien cuando no había un cartucho presente o ninguna interacción con el bote en la piscina.
Es importante destacar que los investigadores fueron capaces de demostrar que el aumento de la charla estaba directamente relacionada con la tarea de apertura del cartucho en contraposición a las interacciones sociales entre los delfines, según publica New Scientist.
«Esta es la primera vez que podemos decir de manera concluyente que las vocalizaciones de los delfines se utilizaron para resolver una tarea cooperativa», dice Eskelinen.
A diferencia de la mayoría de las vocalizaciones de los delfines, los llamados «impulsos Burst» son audibles para el ser humano como un especie de graznido. Ya sabíamos que los delfines usan pulsos de ráfaga durante la interacción social y la ecolocalización. Pero de acuerdo con Leigh Torres, ecólogo marino de la Universidad Estatal de Oregón, estos nuevos hallazgos sugieren que los pulsos de ráfaga pueden tener otro propósito sofisticado.
«Este estudio muestra claramente que los delfines usan la comunicación vocal para resolver problemas conjuntamente», dice Torres. «Los resultados apuntan a la posibilidad de un lenguaje de los delfines que permite la resolución de problemas en equipo.»