Omnia
vie, 22 abr 2016 18:02 UTC
A diez años de su inicio como proyecto y a uno de haber sido inaugurado, el observatorio HAWC (High Altitude Water Cherenkov), en Sierra Negra, Puebla, ha dado sus primeros resultados trabajando a su máxima capacidad. Detectó que el Universo, visto desde nuestra galaxia, la Vía Láctea, es más violento (energéticamente hablando) de lo que se había observado e incluso podría ser mayor.
El grupo de investigación del HAWC —conformado por múltiples instituciones y universidades de México y EU— confirmó en el plano galáctico la existencia de 40 fuentes de rayos gamma, generado por eventos titánicos del Universo, una cuarta parte de los cuales no habían sido reportados por ningún observatorio ni telescopio espacial.
En conferencia, investigadores de la UNAM miembros de la colaboración científica dieron a conocer estos hallazgos que conforman el mapa más detallado que existe sobre estos fenómenos cósmicos. «Ahora preparamos un catálogo donde publicaremos todas las fuentes donde se observan las energías que tienen, así como su flujo», señaló Andrés Sandoval, investigador del Instituto de Física de la UNAM y líder científico de HAWC en México.
Los científicos han colectado con observatorio información de tres tipos de eventos particulares, remanentes de súpernovas: cuando una estrella muere y explota lanza una gran cantidad de material al espacio que choca con el material alrededor, lo que emite ondas de choque que acelera partículas emitiendo rayos gamma; nebulosas iluminadas por un pulsar con una estrella de neutrones en su centro que tiene campos magnéticos ultra energéticos los cuales, al estar girando, emiten y aceleran electrones de muy alta energía; y objetos binarios, como blazares, conformados por un agujero negro que traga la materia de una estrella y emite chorros de partículas con rayos gamma.
Sin embargo, para saber con certeza de qué parte del cielo, de la galaxia, provienen partículas de alguna de estas fuentes se necesita más información. Mientras que los primeros datos serán una base para una posterior discriminación.
«Se piensa que las fuentes intermedias de energía gamma son de procedencia galáctica y las de mayor energía extragaláctica», explica Magdalena Sandoval, del Instituto de Astronomía de la Universidad y pionera del proyecto en México.
En la fuente galáctica, añadió, se estima que se encuentran los remanentes de súpernovas, en tanto que en las extragalácticas los causantes son blazares, que también pueden emitir rayos cósmicos ultra energéticos.»Pero no se han identificado suficientes súpernovas para asegurar que cumplen todas estas condiciones de acuerdo a las partículas que observamos. No obstante, HAWC nos ofrecerá esa información para entenderlo».
HAWC EXTENDIDO
Para entender mejor este panorama galáctico en el espectro electromagnético de rayos gamma, las fuentes de financiamiento de HAWC en México (Conacyt) y EU (National Science Foundation) han aprobado presupuesto para extender la superficie del observatorio, mediante la instalación de 320 pequeños detectores que rodearán el corazón del original. Con una capacidad de alrededor de 2 mil 500 litros de agua —los 300 grandes detectores almacenan 200 mil litros— los nuevos detectores mejorarán la eficiencia de HAWC hasta cinco veces más.
«Los eventos de muy alta energía que atraviesan nuestra atmósfera y llegan a HAWC ya saturan el experimento», explica en entrevista Alberto Carramiñana, investigador principal de observatorio en el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica (INAOE).
Los nuevos tanques —que al igual que los contenedores originales albergan en su interior los fototubos que detectan la luz Cherenkov de partículas provenientes de los rayos gammas—, estarán más dispersos y tienen menor resolución, pero cubren un área mayor de los eventos de más alta energía.
«Es como drenar el chubasco de partículas que cae hasta el HAWC, porque cuando llega uno muy grande llena el arreglo central. Así que con un área mayor podremos hacer un muestreo y caracterizar mejor el experimento».
Por otra parte, Eduardo de la Fuente Acosta, investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG) y coordinador nacional de la red de cables del HAWC, enfatizó en entrevista que el observatorio es único en el mundo y pone a México a la vanguardia científica. «No sólo contribuye al desarrollo tecnológico y científico del país, sino además a la formación de recursos humanos con perfil internacional. HAWC proporcionará datos los próximos 10 años y los científicos y estudiantes que trabajen en éste tendrán la oportunidad de participar en un proyecto exitoso en la ciencia del siglo XXI».
Sott.net