La espeluznante realidad de los hombres de negro que aterroriza a testigos y a investigadores del fenómeno OVNI por igual no ha dejado de presentarse con sus artes intimidatorias desde los primeros reportes que denotaron la existencia de estos agentes. Sin embargo, con la aparición de estas autoritarias figuras surgieron nuevos interrogantes acerca de su verdadera naturaleza y de si pudieran existir pretensiones ocultas además del evidente objeto de silenciar los encuentros con lo desconocido, lo que de otro modo resulta irónico ya que cada vez que los hombres de negro se presentan ante una de sus víctimas generan un encuentro con lo desconocido; en este caso, con ellos mismos.
Las similitudes en las descripciones de los que han padecido el infortunio de una visita de los agentes del silencio serían un indicativo de la realidad de estos encuentros. Unos vigilantes que siempre visten de negro, siempre dejan una extraña sensación en sus interlocutores al marchar y siempre son hombres… ¿o tal vez no?¿Existen casos de encuentros con mujeres de negro?
La respuesta es afirmativa. Aunque el número de encuentros documentados con los hombres de negro sobrepasa en enorme medida al de las visitas de las mujeres de negro, se han dado casos en los que algún investigador o testigo del fenómeno ovni se ha topado con una de las compañeras de los hombres de negro y parece que éstas están a la altura de sus socios masculinos en lo que se refiere a desplegar sus artes intimidatorias de la forma más perturbadora posible.
Uno de los casos más sorprendentes protagonizado por una mujer de negro es el estudiado y publicado por el investigador británico Nick Redfern en su libro ‘’The Real Men in Black’’. Según el autor, otro investigador, el Sr. Perks, con el que mantuvo varias entrevistas, tuvo un espeluznante encuentro en el año 2000 con una de estas agentes de negro que sería capaz de provocar feroces pesadillas en cualquiera que hubiera experimentado la misma suerte.
Por aquel entonces, Perks dirigía todas sus indagaciones al objetivo de encontrar la tumba del legendario Rey Arturo y se pensaba cerca de encontrar la solución a tal enigma pero, en mitad de sus pesquisas, recibió una extraña llamada de teléfono en la que una mujer, pensando detenidamente las palabras que utilizaba, le instaba a acordar un encuentro en el que discutir los pormenores de su investigación artúrica. El inglés queda muy impactado ya que había mantenido toda su indagación en secreto, no contaba con una familia cercana con la que compartir los resultados de sus estudios ni con compañeros de trabajo interesados en el tema que le ocupaba. Una pregunta obvia surcó su mente: ¿cómo era posible que aquella mujer estuviera al tanto de sus averiguaciones? Sin embargo, ignorando completamente su sentido común, Perks acordó una cita con su desconocida interlocutora en su propia casa. Así a Perks le sucedió lo que previamente les había sucedido a Herbert Hopkins o Mary, la novia de Colin Bennet que, en sus respectivos encuentros con los hombres de negro, aun siendo conscientes del peligro que conllevaba tomar la decisión de dejar entrar a un desconocido en su propio hogar y de verse a solas ante aquellas siniestras figuras, de algún modo no pudieron evitar declinar la oferta.
Al llegar el día del encuentro, con gran puntualidad alguien llamó a la puerta de Perks que, al abrir, se encontró cara a cara con lo que, según el propio testigo, era la mujer más atractiva que había visto en toda su vida. Su cita aparentaba unos 40 años de edad, era alta, de piel muy pálida y lucía un largo cabello color negro intenso.Como no podía ser de otro modo, vestía un traje negro que parecía ser muy caro, descripción que responde a la famosa representación de los hombres de negro peroen este caso no era un hombre sino una mujer.
Ambos sujetos se quedaron entonces bajo el vano de la puerta principal mirándose el uno al otro en un tenso silencio que seguramente, al investigador inglés debió de hacérsele eterno. Ninguno de los dos se movió y parecía que la mujer de negro estaba esperando a obtener el permiso para poder internarse en la vivienda. Cuando se rompió aquel tenso lapso, Perks se entregó a lo absurdo una vez más y le pidió a su invitada que entrara guiándola hasta el salón donde ambos tomaron asiento.
La mujer de negro manifestó entonces que ella misma y varios de sus compañeros habían estado siguiendo su labor durante los últimos años. Ante tal enunciación, el investigador no pudo contener su indignación que le llevó a una consecuente, clara y acalorada respuesta:
‘’Eso es basura. No he publicado nada ni he hablado con nadie sobre el tema. Si supieras algo sobre mí, sabrías que guardo mis cosas para mí mismo y así es como me gustan. ’’
Ante tal intensa respuesta la mujer de negro permaneció sentada en el salón de Perks sin inmutarse. Simplemente le miró y tentándole le mostró una sonrisa casi cruel mientras le decía:
‘’Sí, lo sé todo sobre ti. ’’
Queriendo demostrar su afirmación, la siniestra mujer procedió entonces a relatar a su interlocutor todos los detalles de la investigación que Perks había estado llevando a cabo. De forma correcta enumeró sus viajes, sus estudios y sus deducciones para explicarle a continuación que el objeto de su visita se debía a al interés de un grupo de la élite británica en hacer a Perks conocedor de sus preocupaciones en lo concerniente a los estudios que estaba realizando.
¿Qué amenaza para qué intereses podía representar el emplazamiento de la tumba del Rey Arturo? Según el testigo, a continuación la mujer de negro le explicó cuidadosamente que aquel lugar correspondía a una entrada a otro mundo que se había sellado ya que por ella podían entrar ciertas siniestras entidades que podrían hacer peligrar el mundo entero y haciendo con su relato a Perks el responsable de una destrucción sin precedentes de cumplirse su objetivo de hallar el lugar de descanso del monarca.
Por si el desconcertado investigador no hubiera tenido bastante con lo que acababa de escuchar, la mujer de negro acto seguido se levantó y muy cerca de su oído le susurró lo siguiente:
‘’ Señor Perks, usted no puede ni comenzar a imaginarse la enormidad de lo que se alza ante usted. Esta es la razón de por qué le estoy visitando a usted y no a ningún otro. Si continúa y no deja este asunto de lado alguien vendrá a llamarle, créame, alguien quien no querría. ’’
Tras espetarle estas turbadoras palabras, la mujer de negro se dirigió hacia la puerta con la intención de marcharse pero parece que no pudo resistirse a hacerle al ya asustado Perks una última advertencia:
‘’Eso es todo, Sr. Perks. Lo ha hecho bien pero no fisgonee más. Lo que está a punto de descubrir es una puerta a otro mundo. Y usted no quiere saber lo que allí se encuentra, créame. Y nosotros no queremos que abra ese portal. Salga y diviértase, y deje todo esto tras de sí. Si usted persiste sin embargo, recibirá otra visita y las cosas entonces estarán fuera de control. ’’
La enigmática mujer de negro tras intimidar de este modo a su anfitrión, desapareció por la puerta principal dejando al asustado investigador solo y en silencio mientras se preguntaba si lo que acababa de sucederle había sido real. Las amenazas que la mujer de negro había dejado totalmente claras eran lo suficientemente tajantes como para que Perks se planteara seriamente el actuar de acuerdo con la solicitud si bien, la referencia a entes de otros mundos se antojaba tremendamente fantasiosa e irreal. Asimismo, habían sido muchos los años y el esfuerzo dedicados a la indagación que le apasionaba ¿cómo iba a dejarlo? No podía hacerlo. Así que Perks continuó con sus investigaciones.
Las amenazas de los hombres (o mujeres) de negro, en algunos casos, sí se cumplen y desafortunadamente Perks tuvo la oportunidad de comprobarlo pues sus extraños encuentros no terminaron cuando la mujer de negro abandonó su casa.
Un sábado de noviembre de aquel año, hacia las 9 de la noche Perks se encontraba conduciendo en una carretera flanqueada por hileras de árboles a las afueras de un núcleo urbano. Como acostumbra a suceder en este tipo de eventos la carretera estaba extrañamente vacía; no había absolutamente nadie más en aquel lugar además del investigador que comenzó a inquietarse ya que no se le antojaba normal ese desértico paisaje en un fin de semana cerca de una bulliciosa ciudad.
De pronto y sin previo aviso Perks ya no estaba sólo. Ante él se alzaba una larga silueta de lo que parecía ser un hombre, inmóvil, mirándole de pie en mitad de los dos carriles. El investigador tuvo tiempo y distancia para reaccionar, por lo que disminuyó la velocidad de su vehículo y pudo observar a la figura que tenía frente a sí con detenimiento. Lo que en un principio identificó como un hombre dejaba de parecerle tal a medida que lo iba estudiando con detenimiento. Aquel ser cuya descripción se asemejaría a la del famoso Mothman era de piel aterradoramente pálida y largas y delgadas extremidades, contaba con dos alas parecidas a las de un murciélago, no se adivinaba cabello en su cabeza y mientras miraba con expresión maliciosa al conductor, le mostró dos largos colmillos.
Perks aunque completamente aterrado, contaba con la ventaja de tener tiempo para reaccionar e hizo uso de ella acelerando el coche con la intención de atropellar al monstruo que le amenazaba en la distancia pero cuando llegó el momento del impacto, aquella criatura se desvaneció en el aire.
Por supuesto, la visión de tan aterradora criatura sería capaz de perseguir al más estoico, pero a Perks, en un principio no pareció haberle disuadido de su empresa hasta que una noche, varios días después del tenebroso incidente de la carretera, el mismo ser le despertó violentamente de su sueño abalanzándose sobre él para decirle una única frase tras la cual se esfumó sin dejar rastro:
‘’Te dijeron que yo vendría’’
Si los dos intentos de disuasión previos a este último encuentro no surtieron efecto sobre el investigador, esta última visita propia de una película de terror sí consiguió que Perks reaccionara y dejara su investigación de lado…durante un tiempo ya que más adelante no pudo hacer caso omiso de sus deseos de continuar con el trabajo que le apasionaba y decidió retomarlo; pocos años más tarde falleció a causa de un ataque al corazón.
El detonante que inició la serie de lúgubres encuentros que atormentaron a Perks fue sin duda alguna la visita de la mujer de negro que trajo consigo los terroríficos infortunios que el investigador hubo de padecer. Los hombres de negro y sus menos conocidas compañeras, continúan siendo uno de los misterios más sorprendentes del ámbito de la ufología cuya naturaleza parece completamente inescrutable. Algunos se inclinan a pensar que pudieran ser de origen extraterrestre aunque en ocasiones, su comportamiento y su discurso hacen que se parezcan más a robots, otros prefieren relacionarlos con el gobierno en la sombra. Tal vez todas las opciones sean válidas o tal vez ninguna pero este caso lanza una nueva alternativa sobre la mesa. Una más siniestra.
Si te ha gustado el artículo te recomendamos ver estos videoprogramas en donde se exponen algunos de los casos más desconcertantes con hombres o mujeres de negro como protagonistas. Esperamos que sean de su interés.
Los extraterrestres que se disfrazaban de hombres de negro
Mujeres de negro, las siniestras acompañantes de los hombres de negro
Fuente: Nick Redfern’s ”The Real Men in Black”
http://www.ufopolis.com/2016/04/mujeres-de-negro-aun-mas-aterradoras-que-los-hombres-de-negro/