El telescopio espacial Spitzer ha detectado una lluvia de cometas en un sistema similar a cómo hubiera sido el Sistema Solar hace varios millones de años, en el periodo conocido como el «bombardeo intenso tardío», que pudo haber traído a la Tierra el agua y otros ingredientes vitales para crear la vida. La agencia espacial estadounidense (NASA) informó en un comunicado que este hallazgo podría ayudar a entender mejor cómo fue la lluvia de cometas y objetos helados que cayeron del Sistema Solar exterior golpeando a los planetas interiores, dejando grandes cantidades de polvo y otros elementos que causaron, por ejemplo, las «cicatrices» de la Luna.
«Creemos que tenemos una evidencia directa de un «bombardeo intenso tardío», en el sistema estelar cercano Eta Corvi», señaló Carey Lisse, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, en Laurel (Maryland).
Lo que ha detectado Spitzer es una banda de polvo alrededor de una estrella brillante cercana llamada Eta Corvi, que coincide con el contenido de un cometa gigante destruido.
Este polvo se encuentra lo suficientemente cerca de la estrella para pensar que hubo una colisión entre un planeta y uno o varios cometas.
Los investigadores indican que el sistema Eta Corvi, que tiene aproximadamente mil millones de años, tiene la edad adecuada para que se produzca una tormenta como ésta.
Los astrónomos usaron los detectores de infrarrojos de Spitzer para analizar la luz que procede del polvo de alrededor de Eta Corvi, en los que encontraron las huellas químicas de hielo de agua, materia orgánica, y roca, lo que significa que proviene de un cometa gigante.
Las características del polvo también se asemeja al meteorito Almahata Sitta, del que cayeron fragmentos a la Tierra, en Sudán, en 2008.
Los expertos indican que las similitudes entre el meteoritos y el objeto destruido que rodea Eta Corvi implica un lugar común de nacimiento.
El Sistema Solar tiene una región similar de asteroides, conocido como Cinturón de Kuiper, donde flotan los restos de materia helada y rocosa que quedaron tras la formación de los planetas hace 4.500 millones de años.
«Creemos que debemos estudiar el sistema Eta Corvi en detalle para aprender más sobre la lluvia de cometas y otros objetos que podrían haber empezado la vida en nuestro planeta», señaló Lisse.EFE