MONTEVIDEO (Sputnik) — La aparición en el sur de Chile de la toxina conocida como marea roja es una de las crisis ambientales y sociales más importantes que ha tenido que enfrentar el país en las últimas décadas, dijo a Sputnik Nóvosti la coordinadora de campaña de Greenpeace Chile, Estefanía González.
«La crisis que se está viviendo actualmente en la zona es una crisis no solamente ambiental sino también social muy grande. Es una de las crisis ambientales y sociales más grandes que Chile ha vivido en las últimas décadas», dijo González.
La integrante de Greenpeace señaló a esta agencia que hay una isla «completamente movilizada» en referencia al archipiélago de Chiloé, que hace una semana está aislado del continente debido a los cortes de rutas realizados por los pescadores.
«Todos los caminos están cortados, porque la gente está exigiendo explicaciones y está exigiendo saber qué es lo que ocurrió realmente y que se identifique a los responsables», explicó González, quien agregó que la situación afecta a los pescadores pero también a buena parte de la población del archipiélago.
«Tenemos que entender que el sustento no solamente económico sino también social y cultural de las personas que viven acá tiene que ver con el mar y hoy día es eso lo que se está viendo afectado y no ha habido una respuesta por parte de las autoridades que convenza a la gente», señaló la integrante de Greenpeace Chile.
En consonancia con lo expresado por otras organizaciones ambientales, González afirmó que se desconocen las causas de la muerte de los peces, que los pescadores atribuyen en su totalidad a la industria salmonera, mientras que el Gobierno adjudica a la marea roja.
«Las causas por la cual esta crisis ambiental se ha desatado las desconocemos y es por eso que vinimos a investigar, no sabemos qué es lo que está causando esto», indicó González, quien admitió que «sin duda la marea roja provoca ciertos efectos», pero cuestionó que no se hayan realizado estudios que comprobaran que el vertido de desechos al mar no genera impactos ambientales.»Más allá de la marea roja existe un hecho: hubo una mortandad de miles de toneladas de salmones y lo que se hizo fue utilizar al mar como vertedero. No sabemos cuáles fueron los impactos que eso tuvo y eso es algo que se va a tener que investigar», observó.
Industria contaminante
Independientemente de este suceso puntual, las prácticas de la industria salmonera son altamente perjudiciales para el ecosistema marino, aseguró la ambientalista.
«La industria salmonera es una industria bastante contaminante, no solamente por la sobredosis de antibióticos que le ponen a los salmones, sino porque también juegan con la capacidad de carga que tiene el ecosistema para poder aguantar una cierta cantidad de peces», explicó.
Esto debe ser aprovechado por Chile para repensar los mecanismos de explotación marina, aseguró González.
«Esto es una oportunidad que el país tiene para revisar a fondo el modelo de explotación marina y los permisos que se están entregando a la salmonicultura», dijo González.La persistencia inusitada de la marea roja ha afectado gravemente la captura de pescado y mariscos en la sureña región de Los Lagos y dio lugar a la protesta de pescadores artesanales, que mantienen cortadas las principales rutas de la zona en reclamo de respuestas del Gobierno.
Los pescadores rechazaron el bono de 100.000 pesos (unos 150 dólares) ofrecido por las autoridades y reclaman en cambio una ayuda mensual de 400.000 pesos (unos 600 dólares) para las familias afectadas; también piden soluciones de fondo para la contaminación.