Lo llaman el árbol Frankenstein. El término nos llama de inmediato la atención, puesto que todo árbol, al igual que cualquier criatura creada por la Naturaleza, dispone de esas raíces que lo nutren con fuerza y vitalidad. Así que no, no pienses en una especie deplanta siniestra realizada por las hábiles manos de Víctor Frankenstein, a través de distintas partes de cadáveres sin vida; no.
En realidad lo llaman así porque es un árbol “hecho con varias piezas”. Muchas variedadespara engendrar una criatura única y especial.
Ahora bien, nuestro protagonista de hoy es un claro resultado del capricho humano. Algo fascinante, bello y a la vez curioso, pero digamos que muy “natural”. Es el objetivo cumplido de un deseo de un profesor, que además de científico, es artista. Y de ahí este árbol sacado casi de una de las páginas de Alicia en el País de las Maravillas.
¿Preparado/a para conocer a esta mágica criatura que todos desearíamos tener en nuestro jardín?
Conoce el árbol de las 40 variedades de fruta
Así es, se trata de un mismo árbol que puede cargar sobre sus ramas y según la temporada, desde varios tipos de melocotones, ciruelas, albaricoques y nectarinas, hasta distintas variedades de cerezas. ¡Todo un paraíso frutal sobre un mismo tronco!
Pero… ¿cómo puede ser? El artífice de esta obra de arte, o este singular capricho natural, es Sam Van Aken, profesor de la Universidad de Syracuse, en Nueva York, Estados Unidos. Hacía años que llevaba un proyecto en mente: crear un árbol que soportara sobre sus ramas distintos tipos de frutas. Y para ello consultó con infinidad de biólogos, agricultores, y entendidos en la materia para que le diesen adecuadas indicaciones a su idea, a su proyecto científico a la vez que artístico.
La verdad es que fueron pocos lo que llegaron a comprenderlo, porque la gran parte de personas le preguntaban la finalidad que tenía aquello. ¿Para qué tener un solo árbol con muchas variedades de fruta? ¿No es mejor tener varios árboles frutales y recoger de ellos más cantidad de cerezas, albaricoques o melocotones?
No. El profesor Van Aken tenía una imagen que deseaba experimentar: el ver a los transeúntes pasear por el campus de la Universidad y tropezar de pronto con un árbol cuajado de distintos tipos de hojas, de flores y de frutas. Con la llegada de la floración de unos y de otros, aquellas ramas cargarían con una belleza tan singular como un lienzo donde armonizan distintos colores, texturas, sensaciones… En su árbol, ese juego de los sentidos alcanzaría incluso el de los sabores… Así que ¿por qué no intentarlo?
Y lo hizo, lo hizo a través de numerosos injertos, precisos y tan perfectos que todos tuvieron éxito, y el resultado sin duda, es asombroso… La clave está en que estas frutas de hueso tienen muchas similitudes en su estructura cromosómica, así que el profesor Van Aken las fue combinando en su árbol de modo muy efectivo. Según él, su árbol adquiere mayor belleza en primavera, ahí cuando su peculiar criatura a la que muchos llaman “Frankenstein”, se viste de tonos blancos, rosados, y violáceos… un proceso increíble que culmina con la llegada de las frutas… Y no, no es cosa de magia.
http://www.nuevamentes.net/2016/05/el-arbol-frankenstein-donde-crecen-mas.html