Se hacen llamar “la Patrulla Musulmana de Londres”. Son grupos de radicales que recorren las calles de la capital inglesa con un objetivo: implantar la sharia o ley islámica en ciertos distritos de la urbe. Algunos actúan de forma intimidatoria. Uno de los líderes reconoce que trabaja para implantar la sharia en todo el país. En algunos distritos londineses es ya frecuente la imagen de pegatinas colocadas junto a establecimientos hosteleros. En ellas se insta a no beber al alcohol y a las mujeres a vestir con recato para no ofender a los musulmanes
La Policía los conoce y sin embargo no impide sus actividades intimidatorias. De forma regular, frecuentan las calles de ciertos suburbios, especialmente del Este –como Whitechapel o Tower Hamlets– para reprobar a la sociedad las prácticas ilícitas –haram– para el islam.
No ocultan que trabajan para implantar la sharia en todo el Reino Unido. Su último experimento, Musulmanes contra las Cruzadas –prohibido en 2011 por las autoridades locales–, propugnaba la creación de una serie de emiratos al margen de la legalidad en ciudades como Bradford, Dewsbury o el distrito de Tower Hamlets en Londres.
¿Cómo actúan las patrullas? Varios vídeos en YouTube muestran cómo intimidan a los viandantes que encuentran a su paso. Es habitual que traten de disuadir a quienes beben alcohol en la vía pública, así como a aquellos que escuchan música o fuman. Tampoco llevan muy bien la vestimenta de las mujeres que se sale de sus cánones de decencia ni los homosexuales. La prostitución es otro de sus blancos recurrentes.
En estas grabaciones, los miembros de las patrullas sintetizan su mensaje: «Estamos aquí para limpiar las calles de vicio», «esto es una zona musulmana. Fuera de aquí», «nos da igual que esto sea Gran Bretaña. Ya no es tan grande, ¿lo entiendes?».
Gracias a una de estas grabaciones, la Policía detuvo hace unos meses a cinco personas relacionadas con el supuesto abuso de un hombre homosexual y con los insultos lanzados a las mujeres, calificadas de «animales desnudos sin respeto por sí mismas».
Con todo, el ánimo general de los británicos continúa siendo contenido. El extremismo se cuela entre los resquicios de una sociedad paradigma del modelo multicultural. Pese al rotundo fracaso de este modelo, los londinenses no parecen dispuestos a sacrificar el cúmulo de normas que, a modo de rendija, ha permitido la infiltración de grupos cada vez más radicalizados.
“La Patrulla Musulmana” recorre las calles de Londres con un objetivo: implantar la sharia
Tarde o temprano habrá que actuar en estos temas. Nos refugiamos en el » ir dejando hacer » para no perjudicar la cartera de votantes ( es una de las perversiones de un sistema político de gobernantes electos ), pero el problema está ahí y no va a desaparecer por sí solo.
Las religiones son intrínsecamente exclusivistas y excluyentes, y mientras no acotemos su radio de acción e influencia en la sociedad, tendremos problemas cada vez mayores.
Cada vez vivimos más gente dispar más junta, y éso es un inmejorable caldo de cultivo de problemas. Sabemos que ocurrirá pero no parece que haya gente interesada en evitarlo. La sociedad » se deja llevar » hasta que el conflicto sea inevitable.
Cuanto más tardemos en regular esto más difícil será y más violencia aparecerá.
Se han preguntado en Europa por qué en Japón no tienen ese tipo de problema ?
Pues básicamente por que en Japón los musulmanes son la minoría y en su mayoría son inmigrantes indios, indonesios, filipinos, kazajos, etc. Son por tanto musulmanes asiáticos mayormente.
El Islam radicalizado procede de Oriente Medio y de algunas zonas de África, lugares desde donde no suelen emigrar a Japón.
Además el número de japoneses nativos convertidos al Islam es inapreciable ya que para ellos no resulta una religión atractiva.
Los musulmanes que viven en Japón no provienen de lugares en guerra, con lo que su ánimo es menos beligerante y suelen integrarse con menos problema.
No hay que olvidar que el problema real no es el Islam, sino los musulmanes radicalizados, los fundamentalistas. Y ésos vienen a Europa, sobre todo via Turquia, de ahí el problema de incorporar dicho pais a la unión europea.
Por abreviar, los que se reunen en mezquitas a orar no son el problema. Los que salen a las calles a patrullar y tratar de imponer sus postulados ideológicos por la fuerza sí lo son. O cortamos éso de raiz o derivará en enfrentamientos sociales.
Es evidente que son enemigos pagados por EEUU.
en algun momento……
la unica solucion que les va quedar, sera cerrar las fronteras de Europa…. toda Europa….-
pais por pais…. tendran que cerrar sus fronteras.-
podran hacer todas las reuniones que quieran, pero en realidad tendran que:
1) cerrar las fronteras…. cerrarlas al vacio.-
2) una vez cerradas, deberan «pacificar» cada pais…. por las malas obvio, pero se debe encontrar un «punto» de convivencia pacifico.-
3)se debe llegar a un «estado de claridad» con respecto a «que y cuales» son los problemas….. y que haremos para solucionarlos.-
4) aniquilar toda fuente de problemas, aniquilar, exterminar, destruir, cualquier adjetivo de esos…(lease: «matarlos a TODOS»).-
5) 100 años despues podran pensar en volver a abrir las fronteras…. un poco.-
pero hay mucho dinero implicado….. muchisimo dinero…. y, a los dueños de la situacion, no les interesa unos cuantos miles de muertos mas o menos.-
hay que prepararse.-
el ISLAM radicalizado JAMAS va tener un espacio en Europa….
pero se va «disparar» la DERECHA…. y va morir mucha gente inocente.-
la gente inocente son los Cristianos, musulmanes, ateos, apoliticos, etc…. que solo quieren vivir en Paz… y nada de nada mas.-
pero la PAZ es cara, dificil, muy escasa, Y NADIE QUIERE MOVER UN DEDO para tenerla….. todos quieren que la PAZ (¿PAX?), la traiga OTRO.-
y eso es lo que va suceder…..
estamos viendo el ascenso de los nuevos «fachismos», que se auto justifican en problemas que hace unos años… se hubieran solucionado casi sin costo humano… como en Japon.-
(el «CASI sin costo»…. significa que muertos hubiera habido lo mismo… pero menos….).-
(mil disculpas por la crudeza de mi opinion…).-
profesor J