Son varios los descubrimientos que van realizándose a medida que continúan investigándose las antiguas civilizaciones que poblaron el planeta hace miles de años y que apuntan a que las sociedades de estos asentamientos poseían un conocimiento exageradamente mayor y más preciso que el que la versión oficial afirma que la humanidad poseía en aquella épocas.
Algunas de estas culturas en ocasiones se mostraban conocedoras de una información imposible de alcanzar mediante los medios y la tecnología de las que se les supone que eran capaces. Hecho que plantea serios e interesantes interrogantes.
Un nuevo ejemplo de ello proviene de la antigua civilización egipcia y de un papiroque les probaría, sino como descubridores, al menos como conocedores de la existencia de un sistema estelar que no fue ‘’descubierto’’ por la ciencia moderna hasta el siglo XVII.
Si bien es cierto que la antigua civilización egipcia poseía entre sus miembros a eminentes astrónomos cuyos estudios eran increíblemente precisos, resulta difícil imaginar una forma en la que hubieran podido obtener información tan precisa sobre un sistema estelar más allá del sistema solar sin la ayuda de telescopios u otro tipo de tecnología. Únicamente sirviéndose de sus propios medios.
La antigua sociedad egipcia estaba fascinada por la astronomía y ésta formaba una parte muy importante de las vidas de los ciudadanos egipcios. Partiendo de los usos más comunes de la misma como el del cálculo de las estaciones y sus correspondientes períodos para la siembra y el cultivo hasta el hecho de que a algunos de sus dioses se les atribuía el ser originarios de constelaciones como Sirio uOrión.
Pero el fascinante descubrimiento de que esta civilización tenía nociones acerca de otros sistemas se refiere en concreto al sistema de Algol. Ubicado en la constelación de Perseo. Cuya estrella principal Algol A constituye el punto central de un sistema triple de estrellas eclipsantes.
Los antiguos egipcios no solo sabían de la existencia de estos cuerpos celestres sino que habían calculado que el período del mismo era de 2.850 días.
El primer registro escrito en el que consta la existencia del sistema estelar triple es el documento conocido como ‘’el papiro del Cairo’’ cuya creación se estima en un tiempo hace 3.000 años. En este documento aparece un calendario en el que se reflejan Algol A y Algol B, su hermana más pequeña y además se describe el ciclo periódico anteriormente mencionado.
Los antiguos egipcios llamaron a Algol ‘’la estrella endemoniada’’ seguramente debido a los cambios y variaciones que debían de percibir en ésta debido a las transiciones de sus dos hermanas más pequeñas. La peculiaridad de este sistema se debe a que se producen eclipses regulares según se observan desde la Tierra y el fenómeno tiene una duración exacta de 2 días, 20 horas y 49 minutos.
Este interesante sistema que se ubica en el espacio que representaría el ojo de la Gorgona Medusa de la constelación de Perseo se encuentra a una distancia de 92.8 años luz de nuestro Sol y, para el pueblo egipcio, representaba una manifestación del dios Horus.
Debido a esto el calendario referido, dedicado exclusivamente a los movimientos de estos cuerpos celestes, establecía, mediante el estudio de sus ciclos y la relación con Horus, períodos de mayor o menor prosperidad y fortuna.
Más adelante, la estrella Algol principal fue conocida en diversas culturas además de la egipcia, si bien no contaba con muy buena fama. Su nombre actual proviene del nombre árabe ‘’ra’s-al-ghul’’ o ‘’cabeza de ogro’’, los hebreos por otro lado la denomiraon ‘’Rosh ha Satan’’ o ‘’cabeza del diablo’’ lo que propició que, siglos más adelante, en latín se la conociera como ‘’Caput Larvae’’ o ‘’Cabeza del espectro’’.
Parece asimismo, que esta estrella despertaba oscuros pensamientos en el ser humano ya que en astrología representa un heraldo de infortunio. Siendo así que es frecuentemente asociada con la muerte y más específicamente con la decapitación, emulando la victoria de Perseo frente a Medusa.
Una y otra vez nuevos descubrimientos sobre antiguas civilizaciones ponen sobre la mesa la posibilidad de que la historia y el desarrollo de las sociedades humanas no se diera exactamente de la forma en la que pensamos y, a su vez, ponen de manifiesto que la antigua humanidad contaba con un conocimiento más avanzado del que se le presupone. ¿De dónde vino ese conocimiento? Tal vez fuera una información adquirida mediante el aprendizaje y su propia ciencia o tal vez le fuera relatado por los poseedores de una ciencia ajena y más avanzada.
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Alguien en su sano juicio puede creer que esos conocimientos son de los egipcios ??? Las pruebas golpean la nariz y aun asi no se quiere o no pueden ver. Estamos en pañales.