La asociación Jueces para la Democracia anuncia acciones con otras organizaciones judiciales europeas para mostrar su oposición al tratado que negocian EEUU y la UE.
El rechazo al Acuerdo Transatlántico sobre Comercio e Inversión (TTIP) que negocian EEUU y la UE ha empezado también a manifestarse desde el mundo de la judicatura. En un comunicado, Jueces para la Democracia advierte de que el acuerdo “genera sombras inquietantes”, ya que “puede provocar efectos muy negativos en los derechos sociales, a causa de las profundas divergencias” entre las legislaciones de Estados Unidos y de la Unión Europea.
La asociación resalta la desprotección de los derechos laborales “bajo el falso alegato de ser más competitivos en el mercado exterior”. Asimismo, recuerda que también puede afectar al diseño de los servicios públicos y de las prestaciones sociales; y en materia medio ambiental, provoca bastante preocupación debido a la diferente regulación agroalimentaria europea y estadounidense, señala.
JpD tacha de “alarmante” que se apruebe “un nuevo marco jurídico de semejantes dimensiones” sin la participación y opinión de la ciudadanía, ni la posibilidad de que las cláusulas del tratado puedan ser modificadas posteriormente por los distintos estados, lo que “resulta especialmente grave” al considerar que el TTIP puede limitar de manera muy sensible la capacidad legislativa de los estados.
Además, desde Jueces para la Democracia rechazan la iniciativa de crear un tribunal especial en materia de arbitraje internacional de carácter vinculante que sustituiría parte de las competencias asignadas a los órganos judiciales nacionales y europeos. Dicho tribunal especial asumiría competencias en materia civil, laboral, administrativa y fiscal, entre otras materias. “Dicha medida representa una usurpación de las funciones judiciales estatales, caracterizadas por su independencia e imparcialidad, para adjudicarlas a un organismo vinculado a las grandes corporaciones económicas y a los gobiernos más importantes del mundo”, advierte.
JpD se adhiere a las críticas formuladas por la mayor organización judicial alemana, DRB, al denunciar la “dudosa” competencia de la Unión Europea para constituir un tribunal especial de inversiones internacionales al margen de los órganos judiciales ordinarios. En este sentido, anuncian acciones de protesta con otras organizaciones judiciales europeas para mostrar su oposición al TTIP.