El Bundestag (Cámara Baja alemana) votará este jueves si aprueba o no una resolución que reconoce expresamente como genocidio la persecución, deportación y masacre de hasta 1,5 millones de armenios por parte del Imperio otomano, informan medios locales. La moción es apoyada por los partidos gobernantes alemanes (socialdemócratas y democristianos) así como por los ecologistas.

Turquía acepta que en las deportaciones de armenios murieron miles de personas pero se niega a considerar estos hechos, ocurridos hace ahora un siglo, un exterminio organizado.

Hace un año la propia Cámara Baja alemana aplazó la aprobación del documento para no disgustar a Ankara, pese a que la propia ONU califica de genocidio la masacre de hasta 1,5 millones de armenios.

«Para nosotros se trata de la memoria y el recuerdo de las víctimas armenias de los terribles crímenes de 1915», ha indicado el presidente armenio Serge Sargsián. «No es justo que no se pueda llamar genocidio al genocidio contra los armenios solo porque el jefe de Estado de otro país se vaya a enojar por ello», lamenta Sargsián.

«Si se cede una vez por intereses políticos a corto plazo, entonces se vuelve a hacer una y otra vez, y eso es malo para Alemania, es malo para Europa y para el mundo», denuncia el presidente del Estado caucásico.

El presidente del Bundestag, Norbert Lammert, ha afirmado este jueves antes de la votación que los parlamentarios alemanes están dispuestos a aceptar las críticas y que no se dejarán «intimidar».

Si se produce este juego las relaciones diplomáticas, económicas, militares; todas las relaciones, se verán afectadas

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha sugerido que la moción, aprobada por más de 20 países –entre ellos Rusia, Francia e Italia– puede afectar a la relación entre Ankara y Berlín. «Si se produce este juego (la aprobación de la moción) las relaciones diplomáticas, económicas, militares; todas las relaciones, se verán afectadas», ha señalado el mandatario turco.

Además, este martes Erdogan llamó a la canciller alemana, Angela Merkel (que no participará en la sesión parlamentaria por razones de agenda), para comunicarle que «esta trampa» podría «deteriorar todas nuestras relaciones con Alemania».

Por su parte, el primer ministro turco, Binali Yildirim, ha declarado que la resolución supone «una prueba real a la amistad» entre los dos países, informa AFP. «Algunas naciones que consideramos amigas, cuando están experimentando problemas en política doméstica intentan desviar la atención de éstos. Esta resolución es un ejemplo», ha asegurado.

Asimismo, a pesar de calificar la moción de «absurda» y de «tontería», Yildirim afirma que esto no pone en peligro el acuerdo de la UE con Turquía para resolver la crisis de los refugiados. «Si [en Alemania] toman esta decisión ¿vamos a declarar los acuerdos como no existentes? Turquía no es un partido tribal, eso no va a suceder», ha confiado.

Por primera vez en la historia, el papa Francisco se refirió a la matanza masiva de armenios a manos de los turcos usando el término «genocidio» durante una misa celebrada en Roma el 12 de abril de 2015. Según el Pontífice, aquel fue el primer genocidio del siglo XX.

A raíz de sus declaraciones y en señal de protesta, Ankara retiró a su embajador del Vaticano y explicó que aquellas palabras fueron «un insulto» a la población turca.