Sorprenden por su estupendo estado de conservación
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Fuentes de información digital utilizadas
Dicyt, Efe Futuro, IPHES (nota de prensa)
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IPHES
Palabras clave:
destacados, prehistoria, paleolitico inferior, Barranc de la Boella, Tarragona, España, industria lítica, fauna, internacional
Bibliografía científica, publicación original
La buena conservación de los restos de sílex tallados permiten documentar las características tecnológicas de los primeros conjuntos arqueológicos. El Barranc de la Boella tiene un gran valor, por la excepcionalidad de este archivo, entre el resto de evidencias disponibles en Eurasia de este periodo tan remoto de la historia de la humanidad fuera de África.
Josep Vallverdú, codirector de la excavación e investigador del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana), ha destacado que La Mina «contiene uno de los archivos más antiguos de la evolución humana en Cataluña y en la península Ibérica. Y lo más singular de todo es que no sabemos todavía hasta donde llega, puesto que su potencial todavía lo conocemos muy poco«.
La conservación de los restos de fauna también es excepcional y por el momento se han definidohasta 4 estratos con material paleontológico y arqueológico. En cuanto a los restos desenterrados en esta campaña sobresale la presencia de una diversidad importante de taxones (cérvidos, caballos, bóvidos, rinocerontes) que facilitarán una fundamentada interpretación paleoecológica de los ecosistemas fluviales y deltaicos de la cuenca del Francolí. «Estos tipos de conocimiento son inéditos en nuestra región -ha añadido Josep Vallverdú- y son contenidos singulares para explicar la evolución humana y de los ecosistemas en la historia reciente de la Tierra».
Este año, después de 10 campañas de trabajos bajo la dirección del IPHES, en La Mina se ha instalado una marquesina que quedará de forma permanente y contribuirá a la protección del yacimiento. Esta infraestructura ha sido impulsada por el IPHES gracias a las ayudas del Ayuntamiento de La Canonja, la Diputación de Tarragona y la Generalitat de Catalunya.
Por otra parte, la campaña de este año ha implicado un cambio en la manera de trabajar en el Barranc de la Boella. «En estos primeros años, nos hemos centrado mucho en distintos sondeos para afinar en su antigüedad y en el número y características de los estratos fosilíferos. En el sondeo de la Mina no sabemos todavía hasta qué profundidad en el tiempo geológico hay restos arqueológicos y paleontológicos. Uno de los próximos retos es acabar este sondeo, al tiempo que lo empezaremos a excavar en gran superficie, en extensión«, explica Josep Vallverdú. «De esta manera podremos empezar a realizar estudios más profundos sobre el conocimiento de los ecosistemas de la cuenca del Francolí, gracias a un mayor número de fósiles», adelanta el mismo arqueólogo.
Por este motivo, la próxima campaña precisará de un aumento del número de participantes en los trabajos arqueológicos, para poder preparar la intervención en gran extensión. Esto supondrá también sacar un importante volumen de sedimentos. Pero, tal como ha ocurrido en la cala 1, es probable que los estratos más recientes contengan restos arqueológicos y paleontológicos y, por consiguiente, deberán de ser documentados de la mejor forma posible.
En este sentido, Vallverdú ha declarado: «esta campaña hemos abierto listas de participación a graduados y postgraduados, para incluir el yacimiento del Barranc de la Boella en el ámbito académico y universitario europeo, y convertirlo en un yacimiento escuela los próximos años«.
Una pequeña excavación con proyección universal
Las 10 campañas de excavación arqueológica del Barranc de la Boella han servido de forma notable para adquirir los conocimientos básicos sobre su valor patrimonial, científico y académico. El grupo de investigación formado en parte por personal del IPHES y del Museo de Ciencias Naturales de Madrid – CSIC ha confirmado la singularidad del yacimiento del Barranc de la Boella para explicar el origen del poblamiento humano de Eurasia. Y es un archivo especial de la paleoecología de la cuenca del Francolí de hace más de 1 millón de años. «Por este motivo ya hemos manifestado a la administración local, regional y nacional la necesidad de construir un proyecto de investigación con vocación universal para conocer la historia natural de la humanidad que vivió en la Canonja durante estos tiempos tan remotos».