El jefe de la dirección de inteligencia militar israelí, el general Herzi Halevy, ha confesado durante un foro internacional de seguridad, que la derrota de Estado Islámico no beneficia a Israel.

En palabras de Halevy: “La derrota de Estado Islámico en Siria e Irak no serviría a los intereses de Israel, ya que ello causaría que Israel se quede solo ante el poderío militar de Irán y Hezbolá, el movimiento de resistencia islámica del Líbano”.

Aunque el funcionario israelí descartó que en un futuro cercano se registre una posible guerra con Hezbolá, no ocultó su preocupación por el poderío militar del movimiento libanés.

Halevy aseguró que en caso de que se produjera una nueva confrontación con el movimiento libanés, los militares israelíes no lo tendrían fácil, ya que los combatientes de Hezbolá han adquirido experiencia durante su participación en la lucha del Ejército sirio contra los grupos terroristas.

Al respecto, Uzi Moscovitch, excomandante de la dirección de comunicación del ejército israelí, declaró que en caso de una nueva ofensiva militar de Israel contra El Líbano, a Israel le resultaría difícil contrarrestar los ataques misilísticos de Hezbolá.

Es la primera vez que un alto cargo israelí confiesa en un foro público que israel no tiene un interés real en derrotar a Estado Islámico, lo que hace crecer las sospechas de una posible colaboración encubierta entre israel y el movimiento islámico radical.

Esta posible colaboración secreta, se vería refrendada por la sospechosa falta de ataques por parte de Estado Islámico contra intereses israelíes, desde la creación y expansión de Daesh en Siria e Irak.

Asimismo, Halevy elogió a Arabia Saudí por sus esfuerzos para posicionar a sus aliados en el Golfo Pérsico en contra de Irán, compartiendo el interés común que tanto israel como arabia saudí tienen en luchar contra irán.

Esta declaración hace evidente que varios estados de la región tienen oscuras vinculaciones con los movimientos terroristas, entre ellos Arabia Saudí, Israel y Turquía.