El día 5 de julio se produjeron tres atentados del «Estado Islámico» del Levante (ISIS-DA’ISH) en Arabia Saudí. Un día antes el Estado Islámico (EI), el 4 de julio, llevó a cabo en un barrio de Bagdad de población chiita y cristiana uno de los más brutales atentados de toda su siniestra historia: 250 personas asesinadas. Aunque algunos análisis han pretendido vender que el ISIS no está alimentando el odio sectario sunnita contra los chiitas y que se ha «enfrentado» a Arabia Saudí, los indicios son, más bien, lo contrario@Desdelatlantico.
I. EL ISIS, UNA ORGANIZACIÓN TERRORISTA ISLÁMISTA SUNNITA WAHABITA
Para entender al ISIS es necesario aclarar dos cuestiones básicas: una ideológica y la otra logística.
Ideológicamente, el ISIS es una organización islamista sunnita, salafista, integrista, cuya ideología se basa en el teólogo Ibn Taimiya (1263-1328), uno de los más extremistas de la historia del islam, y en el wahabismo, ideología islamista extremista muy influida precisamente por Taimiya y que es dominante en varias petro-monarquías del Golfo Pérsico.
Logísticamente, es ya algo indiscutible que el ISIS se ha beneficiado de la ayuda, en mayor o menor medida, de Arabia Saudí, Qatar, Turquía, Estados Unidos y el Reino Unido y algún otro.
Así, aunque algunos autores han pretendido que el ISIS no es sectario, basándose en su propaganda política, es un hecho que ha situado a los chiitas y a otras minorías religiosas de Oriente Próximo como objetivos predilectos de sus asesinatos.
II. ARABIA SAUDÍ, UNA POTENCIA OBSESIONADA CON IRÁN Y EL CHIISMO
Los conflictos que destrozan en este momento el Oriente Próximo pueden reconducirse, en última instancia, a un conflicto entre sunnitas y chiitas. Mientras Arabia Saudí abandera el campo sunnita, Irán defiende el campo chiita. Ciertamente Irán no es un país árabe, sino indoeuropeo, pero ello no es óbice para que apoye a grupos y poblaciones árabes chiitas en Líbano, Siria, Yemen o Bahrein.
Lo cierto es que no es explicable lo que está ocurriendo ahora en el Oriente Próximo si no se toma en cuenta la obsesión enfermiza saudí contra Irán y el chiismo.
Y eso explica que los saudíes hayan llegado a calificar de «puñalada por la espalda» el acuerdo de Estados Unidos con Irán. Una obsesión compartida con algún otro Estado de la región aliado de Arabia Saudí.
III. ¿SON LOS ATENTADOS «EN» ARABIA SAUDITA ATENTADOS «CONTRA» ARABIA SAUDITA
Los atentados del 4 de julio en Arabia Saudí se produjeron en tres lugares: Qatif, Yeddá y Medina.
Algunos pretendidos análisis han indicado que esto puede ser un giro en la estrategia del ISIS que ahora toma a Arabia Saudí como «objetivo» de sus acciones. Pero, ¿cuales fueron verdaderamente los objetivos de estos atentados?
El primero de los objetivos, Qatif, no ofrece grandes dudas.
Qatif es una ciudad saudí en la costa del Golfo Pérsico. La región oriental saudí que está en el Golfo Pérsico concentra la mayor parte de la población chiita de Arabia Saudí, una minoría del 25% de la población aproximadamente. En Qatif estallaron dos explosivos, uno de ellos cercano a una mezquita chiita.
¿Se puede decir que los atentados en Qatif fueron «contra» Arabia Saudí?
Queda claro que los atentados en Qatif fueron «en», pero no «contra» Arabia Saudí pues los objetivos del ISIS y de la dinastía saudí eran convergentes.
El segundo de los atentados se produjo en Yeddá, importante ciudad en la costa del Mar Rojo y donde está el principal aeropuerto internacional saudí.
La acción suicida-asesina se produjo cerca del consulado de los Estados Unidos.
Como se ha dicho, aunque Arabia Saudí fue un tradicional «aliado» de los Estados Unidos, en estos últimos años las relaciones entre ambos son extraordinariamente tensas.
¿Se puede decir así que este atentado de Yeddá fue «contra» Arabia Saudí?
Es más que dudoso….
El tercero de los atentados se produjo en Medina, cerca de la mezquita en la que se halla el mausoleo de Mahoma. Se trata de una mezquita sunnita, ciertamente. Pero… se da la circunstancia de que tanto el ISIS como la monarquía wahabita saudí no está «cómoda» con este tipo de mausoleos o tumbas. La doctrina islamista de la que se alimentan el ISIS y Arabia Saudí coincide en intentar eliminar las tumbas nominales (¡y qué decir de los mausoleos!) para evitar la «tentación» de que los musulmanes rindan «culto» a las personas en ellas enterradas en lugar de a Alá.
¿Se puede así decir que este atentado en Medina fue «contra» Arabia Saudí?
Más bien parece que aquí también convergen los intereses del ISIS y de la monarquía saudí…
IV. CONCLUSIÓN
Aunque a primera vista pudiera haber parecido a alguno que estos atentados del ISIS «en» Arabia Saudí han sido «contra» Arabia Saudí, un análisis algo más detenido revela que en realidad los mismos refuerzan la tesis de que el ISIS es una organización que comparte los objetivos de Arabia Saudí.