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Dos turistas han fallecido en menos de una semana en Perú mientras intentaban tomarse un ‘selfie’. Ya hay 20 víctimas mortales en lo que va de 2016.
¿Se ha convertido la fiebre global de las autofotos en una seria amenaza para la vida?
El 29 de junio, Oliver Park, un turista alemán de 51 años, murió tras despeñarse por un precipicio de 100 metros después de perder el equilibrio mientras se hacía una autofoto en Machu Picchu (Perú). El día anterior, Kim Jongyeob, un surcoreano de 28 años, cayó desde más de 500 metros por la catarata Gocta, en la zona amazónica de Perú. El joven se resbaló mientras intentaba un peligroso ‘selfie’.
La frecuencia de las muertes por una foto de este tipo es aterradora. Únicamente en el primer semestre del 2016, los ‘selfies’ han acabado con la vida de más de 20 personas en todo el mundo, según informa ‘The Independent‘.
India es el país con mayor número de casos. El segundo lugar lo ocupa Rusia y el tercero EEUU, según el portal de estadísticas Priceonomics.
En Rusia, el problema ha obligado al Gobierno a crear un manual del ‘selfie seguro’, donde se recomienda no tomar instantáneas en medio de autopistas, cerca de animales salvajes o mientras uno conduce.
«Antes de tomarse una autofoto, uno debe acordarse de que la competición por un gran número de ‘likes’ puede llevarlo a un viaje a la muerte. Su última foto extrema puede terminar siendo una foto póstuma», advirtió una funcionaria del Ministerio del Interior de Rusia, Yelena Alexeyeva a Al Jazeera.