Riad aseguró que la relación ruso-saudita tiene potencial para florecer en ámbitos económicos y comerciales, más «no en lo que tenga que ver con Assad».
El ministro de Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, ha responsabilizado a Irán de la guerra que Riad mantiene en la vecina Yemen, de la guerra civil en Siria e incluso por el surgimiento del Estado Islámico que ha causado terror en varias naciones del mundo.
En una entrevista con la revista ‘Politico‘, el jefe de la diplomacia saudita, aseguró que los grupos respaldados por Teherán; como Hezbolá en el Líbano y Siria- que lucha junto a las fuerzas gubernamentales contra los grupos extremistas-, las milicias chiitas en Irak y los rebeldes hutíes en Yemen, son los que han desestabilizado Medio Oriente.
Según Al-Jubeir, la República Islámica también está incitando a la rebelión en Baréin y Arabia Saudita entre los chiitas de esos países gobernados por sunitas. «Irán está en un alboroto (…) quiere restablecer el imperio persa que ha estado muerto durante siglos», agregó.
Las relaciones tradicionalmente hostiles entre Irán y Arabia Saudita, se agravaron a principios de año, tras la ejecución por parte de la monarquía árabe de un prominente clérigo chiita y por los posteriores ataques de manifestantes iraníes contra las sedes diplomáticas sauditas en Teherán.
Cortejando a Rusia en Siria
Por otro lado, «a pesar de que el gobierno de Damasco recibe apoyo de Teherán y Rusia, sería erróneo pensar, como lo hacen algunos en Europa, que hay un futuro político para (el presidente Bashar al) Assad en Siria», dijo el ministro de Exteriores. En cuanto a Moscú, Arabia Saudita «está dispuesta a facilitarle el acceso al mercado del Consejo de Cooperación del Golfo (formado por las seis monarquías del golfo Pérsico) y a un fondo de inversión que supera a la de China», dijo.
Al-Jubeir aseguró que la relación ruso-saudita tiene potencial para florecer en ámbitos económicos y comerciales, más «no en lo que tenga que ver con Assad». Si bien el comercio entre Riad y Moscú es de apenas «10.000 millones de dólares», los líderes sauditas saben que el presidente ruso Vladímir Putin está dispuesto a fortalecer nuevamente la presencia de su país en la región, resalta ‘Politico’.
Por esta razón, «estamos dispuestos a dar a Rusia una participación en Oriente Medio que hará que Rusia sea más fuerte que la Unión Soviética», comentó el canciller. Sin embargo, «no estamos de acuerdo (con Moscú) sobre Siria, no tanto en el resultado final del juego, sino en cómo llegar allí. Los días de Assad están contados. Así que hay que llegar a un acuerdo mientras es posible», finalizó.
«Si no está roto, no lo arregles»
Por su parte, este viernes el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró que el cambio de gobierno en Damasco debe ser el resultado de unas elecciones, ya que, de lo contrario, el país corre el riesgo de repetir el destino de Libia.
Lavrov recordó un dicho estadounidense para hacer un símil con la situación siria: si no está roto, no lo arregles. «Irak no estaba roto, Libia no estaba rota, Siria no estaba rota (…), se pusieron a ‘arreglarlas’ y ha salido lo que ha salido», afirmó.
Además, el ministro ruso sostiene que la situación actual en Oriente Próximo y en el Norte de África son el resultado directo de «una actitud ignorante y poco profesional» por parte de Occidente y otros países de la región.