Paco Bou – planosinfin.com
Imagen: Bandera de la Tierra propuesta por Alejandro Jodorowsky
Actualmente las autoridades de muchos países hacen un test sobre cultura general a todo el que solicita la nacionalidad. Además de reunir los requisitos que exija la ley, es preciso conocer historia del país, la Constitución e incluso las costumbres.
Lo que aquí proponemos es un test para ver si somos humanos y de ese modo podríamos adquirir la nacionalidad terráquea (la única que a nuestro modo de ver merece la pena)
Marca con una cruz las afirmaciones que sean verdaderas en tu caso:
1.- Acepto cometer errores, fracasar, perder.
2.- La educación, sociedad y cultura me convierte en bonsái, me corta las ramas para que no crezca. Me convierto en humano en la medida que soy capaz de liberarme.
3.- Soy capaz de atender a los mensajes de mis órganos y de satisfacer las necesidades de todo mi cuerpo.
4.- Me guía más la intuición que la razón. Impido que las creencias de otros me eduquen y me condicionen.
5.- Reconozco y conecto con la divinidad que hay en mí.
6.- Me siento parte del planeta en el que vivo, nuestra casa común, lo cuido tal como me cuido a mí mismo.
7.- Las guerras son un enorme negocio económico encubierto por banderas de los distintos países.
8.- Tarde o temprano todos los humanos nos uniremos por mezcla en una raza única. Como humanos dejaremos de competir y empezaremos a colaborar.
9.- La afirmación de que “todos somos iguales” es tóxica. En realidad todos somos distintos, pero colaborando.
10.- Ser y hacer me convierte en humano. Estar y parecer me aleja de la humanidad.
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Imagen: Bandera de la Tierra propuesta por Alejandro Jodorowsky
Me gustaría proponer una bandera dividida en dos: abajo color verde y arriba color celeste. Entre las dos franjas cuatro estrellas de siete puntas (en este orden de izquierda a derecha): negra, roja, amarilla y blanca. Es la vegetación de la tierra, el cielo puro y las cuatro razas humanas.
Explicaré los símbolos de la bandera de la Tierra que propongo:
El verde, la tierra fértil. El celeste, el cielo iluminado. Las 4 estrellas: las 4 razas humanas. Aquí hay que decir a las personas que protestan como si se estuviera separando a las razas, “¡Racismo!”, pero pienso que se equivocan: unir a la humanidad no significa hacer que todos seamos iguales. En las dictaduras pasa eso: todos uniformados, todos iguales, pero con metas interiores diferentes y secretas… Lo ideal es: todos diferentes con una meta común, la unión espiritual… La base de la humanidad son estas cuatro raíces, a las que hay que venerar como se venera a los ancestros. Las 4 razas son 4 herman@s, hij@s de la receptiva Tierra y del activo Cielo. Cada estrella tiene 7 puntas, haciendo referencia a los 7 chakras, de la antigua tradición India. 4 veces 7 es igual a 28. El número secreto de 7 es 28= 1+2+3+4+5+6+7= 28. La primera frase de la Biblia (Génesis) (Al comienzo fueron los cielos y la tierra) está escrita en hebreo mediante siete palabras. Estas siete palabras suman en total 28 letras. El número siete puede ser la suma de 1+6, El Mago +el Enamorado; ó 2+5. La Papisa + el Papa ó 3+4, la Emperatriz + el Emperador… Los colores negro, rojo, blanco y amarillo pueden encontrarse en las 4 diferentes fases de la Alquimia, nigredo (negro), rubedo (rojo), albedo (blanco), citronitas (amarillo). Resuena esto en los cuatro elementos, tierra, fuego, agua y aire. O bien oros, bastones, copas y espadas. O bien, energía corporal, energía sexual, energía emocional, energía mental… El blanco y el negro, vida-muerte, que emplea el Taoismo chino, se encuentra transformado en rojo y amarillo, también vida- muerte, entre los aztecas de México.
Es evidente que en el extremo futuro, estas 4 razas se mezclarán en un solo color. Pero esa unión no significa despreciar a los abuelos, a las raíces que nos engendraron.
Alejandro.
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