Alícia Ninou – TimeForTruth.es
Octavi Piulats – opiulats.blogspot.com.es
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La imagen de esta ermita, una cueva en la pared de la roca del “Elefante”, más bien parece un OJO que todo lo ve. Un enorme precipicio rodea el acceso a la ermita, salvaguardando su intimidad. Como lugar de poder y meditación, dos asientos tallados en la misma pared del Elefante, ante un paisaje infinito que llega hasta al mismo mar mediterraneo. Alejada de todo y de todos, se la considera la ermita espiritualmente más elevada de todas, pues está dedicada a aquel Galileo que pasó de Jesús a Cristo. En siglos anteriores, los visitantes de Montserrat acudían a esta ermita porque existía una lámpara de luz eterna, custodiada día y noche por el ermitaño que la habitaba. Hoy, es básicamente un refugio para escaladores y pocos los visitantes que conocen el camino para llegar hasta aquí. Un lugar privilegiado, sin lugar a dudas.

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