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Las especies invasoras son una grave amenaza para el medio ambiente y la economía en España, pero no se hace lo suficiente frente a ellas. Ésta podría ser una de las conclusiones del reciente manifiesto firmado por SEO/BirdLife y más de un centenar de científicos. El Ministerio de Medio Ambiente (MAGRAMA) recoge en su Listado y Catálogo de Especies Exóticas Invasoras una amplia selección de las más peligrosas, como las diez que se explican en este artículo: alga asesina, almeja asiática, cangrejo americano, helecho de agua azolla, hierba de las Pampas, mejillón cebra, mosquito tigre, picudo rojo de las palmeras, tortuga de Florida y visón americano.
1. Alga asesina (Caulerpa taxifolia)
El alga asesina es una de las especies invasoras marinas más peligrosas. Originaria del Caribe, se ha extendido por el Mediterráneo tras ser derramada por error desde el acuario de Mónaco en 1984. Su toxicidad y gran resistencia ha provocado el desplazamiento de especies autóctonas y la destrucción de praderas submarinas, como la posidonia, esenciales en el ecosistema.
2. Almeja asiática (Corbicula fluminea)
Algunas especies invasoras causan daños por valor de millones de euros
La almeja asiática puede medir hasta cinco centímetros y desplaza a las especies nativas, de manera que altera la cadena trófica. Afecta a las centrales hidráulicas y otras industrias que utilizan agua, al obstruir la entrada de tuberías. En 1980 el coste para controlarla en Estados Unidos se estimó en mil millones de dólares al año. En España está presente en el bajo Miño y en el Guadiana desde mediados de 2005.
3. Cangrejo americano (Procambarus clarkii)
El cangrejo americano ha colonizado los ríos españoles y ha puesto en grave riesgo al cangrejo autóctono. Afecta también a otras especies, como anfibios y peces, y su hábito escarbador provoca daños en los cultivos. Esta especie se introdujo en Europa en los años 30 del siglo XX para consumo humano. A España llegó en 1974 con el mismo fin a una granja de las marismas del bajo Guadalquivir. Tras escapar o ser soltado, su expansión ha sido imparable.
4. Helecho de agua azolla (Azolla spp.)
La azolla está dispersa por diferentes puntos de España, sobre todo en las zonas de arrozales. Puede desplazar a la vegetación acuática nativa y empobrecer la calidad del agua, y por tanto del resto de biodiversidad. Originaria de América del Sur, este helecho de agua habría llegado a nuestro país de forma accidental asociado al cultivo de arroz y de forma intencionada como planta ornamental.
5. Hierba de la Pampa (Cortaderia spp.)
La hierba de la Pampa o «plumero» se ha extendido por toda España, con importantes problemas de reducción de la diversidad biológica donde se implanta. Sus afiladas hojas pueden cortar la piel y ser molestas en áreas recreativas. Llegó a Europa hacia la mitad del siglo XIX proveniente de Sudamérica.
6. Mejillón cebra (Dreissena polymorpha)
El mejillón cebra recibe este nombre por sus rayas oscuras y blancas que recuerdan al conocido mamífero. Natural de los mares Negro y Caspio, se detectó por primera vez en 2001 en Cataluña, en el bajo Ebro, y se ha extendido de forma rápida a otras comunidades. Este ejemplar provoca la disminución de la diversidad biológica en los ecosistemas que invade, como los bivalvos autóctonos, y daña todo tipo de construcciones hidráulicas. En EE.UU. ha causado en unos diez años pérdidas por valor de 1.600 millones de euros.
7. Mosquito tigre (Aedes albopictus)
El mosquito tigre, llamado así por sus franjas blancas en el tórax, es un insecto de mayor tamaño que los autóctonos, originario del Sureste Asiático. En agosto de 2004 se detectó por primera vez en Sant Cugat del Vallés y se ha extendido al resto de Cataluña. Este mosquito causa dolorosas picaduras, inflamación y escozor persistentes e incluso reacciones alérgicas graves. El tráfico de mercancías habría propiciado su llegada.
8. Picudo rojo de las palmeras (Rhynchophorus ferrugineus)
El picudo rojo es la pesadilla de las palmeras de amplias zonas de Andalucía, Valencia, Murcia y Canarias. Los efectos de este insecto parásito no se ven en un primer momento, pero su ataque más intenso es capaz de matar a la planta. Originario del Suréste Asiático y Melanesia, donde es una plaga de las palmeras de coco, se detectó en España por primera vez en 1993 en Motril y Almuñecar (Granada). La importación de palmeras del Norte de África fue su forma de introducción.
9. Tortuga de Florida (Trachemys scripta elegans)
En los años 80 esta tortuga americana se puso de moda como mascota en todo el mundo. A España llegó en los 90 y hasta 1997, cuando la Unión Europea prohibió su importación, se vendieron más de un millón de ejemplares. Su liberación incontrolada provocó su extensión por todo el territorio. Además de excluir a otros galápagos autóctonos, depreda invertebrados, peces y anfibios, y consume vegetación acuática. Supone también un riesgo sanitario al transmitir la salmonelosis.
10. Visón americano (Mustela vison)
Los primeros visones americanos llegaron a España en 1958 a granjas de cría en Segovia para aprovechar su piel. Las fugas continuas, tanto accidentales como intencionadas, propiciaron su expansión por gran parte del territorio. Su mayor tamaño y agresividad y el hecho de transmitir un virus que afecta más al europeo han provocado que éste último se encuentre en peligro de extinción. Los programas de recuperación puestos en marcha en varias comunidades autónomas parecen empezar a funcionar.