La NASA prevé enviar una nave espacial para tomar muestras de la superficie de Bennu dado el riesgo de que el asteroide —con un diámetro de 500 metros— impacte contra nuestro planeta y provoque muerte, destrucción y «sufrimientos inmensos» a nuestros nietos.
Las preocupaciones de la comunidad científica internacional se basan en el hecho de que en el año 2135, si el cuerpo celeste pasa entre la Luna y la Tierra, el enorme asteroide podría corregir su trayectoria por el efecto de la gravitación de nuestro planeta, según ha informado el medio británico Daily Mail.
The @OSIRISREx rocket fairing has arrived @NASAKennedy – one step closer to launch #ToBennuAndBack !
De confirmarse el peor de los escenarios, unos 40 años más tarde, precisamente entre los años 2175 y 2196, podría producirse un impacto contra la Tierra con una fuerza similar al estallido de 3.000 millones de toneladas de explosivos, afirma el profesor de Ciencia Planetaria de la Universidad de Arizona, Dante Lauretta.
Para hacer frente a estos riesgos, en septiembre del año en curso, la NASA lanzará la nave Osris-REx que alcanzará Bennu en el año 2018 para tomar muestras del cuerpo celeste con la ayuda de un sistema robotizado. De tener éxito, esta será una misión sin precedentes, ya que la expedición al asteroide terminará con el regreso del aparato a la Tierra.