http://www.unsurcoenlasombra.com/
Durante la época de Carlomagno existia la creencia de la existencia de tempestarios, se decía que los tempestarios tenían tratos con hombres que venían de un país llamado Magonia, montados en barcos capaces de viajar sobre las nubes, para arrebatar el fruto de sus cosechas .atrayendo las tempestades y el granizo,
Estas creencias no solo estaban arraigadas entre las gentes del pueblo llano, sino que también en los juristas y teólogos de aquella época, quedando reflejadas en varios de sus escritos. Como las expresa el avade Nicolas de Montfaucon de villars en su libro El conde de Gabalis o conversaciones sobre las ciencias secretas;
“Estos seres fueron vistos en el aire en forma humana, a veces en formación de batalla, parándose bajo las armas, o acampados bajo esplendidas construcciones aéreas. cuyos escuadrones volantes , vagaban a la voluntad de los vientos “La gente enseguida pensó que los brujos habían tomado posesión del aire . con el propósito de aumentar las tempestades y lanzar granizo sobre las cosechas. Los teólogos eruditos y los juristas fueron pronto de la misma opinión de las masas. Los emperadores lo creía así, y esta ridícula quimera fue tan lejos, que el sabio Carlomagno, y tras, él Luis Débonnaire, impusieron gravosas sanciones a todos estos supuestos tiranos del aire. Usted puede tomar cuenta de ello en el primer capítulo de los capitulares de estos dos emperadores. ”
“Las Sílfides viendo al pueblo, los pedantes y hasta la cabeza reinante alarmadas de este modo en contra de ellos, decidieron disipar la mala opinión que la gente tenían de su inocente flota armada , llevándose hombres de cada localidad y mostrándoles sus bella mujeres y su República y su forma de gobierno, y luego poniéndolos de nuevo en la tierra en diversas partes del mundo.. Llevaron a cabo su plan. La gente que vio a estos hombres cuando bajaban vino corriendo en todas direcciones, de antemano convencido de que eran brujos”…”. Llevados por el frenesí con el que inspiró esas fantasías, se apresuraron a estos inocentes frente a la tortura. ” El gran número de ellos que fueron condenados a muerte por el fuego y el agua en todo el reino es increíble
“Un día, entre otros casos, ocurrió en Lyon que tres hombres y una mujer fueron vistos descender de estas naves aéreas. Toda la ciudad se reunieron en ellos, gritando que eran magos enviados por Grimaldus, duque de Benevento, enemigo de Carlomagno, para destruir las cosechas de Francia.En vano los cuatro inocentes trataron de justificase a sí mismos diciendo que eran de su propio país-folk, Y que por un tiempo fueron llevados por los hombres milagrosos que les había mostrado inaudita de las maravillas, deseando dar cuenta de lo que habían visto. El pueblo frenético no prestó atención a su defensa, y estaban a punto de echales en el fuego cuando Agobard el digno obispo de Lion, vino corriendo al oír el ruido, y habiendo escuchado las acusaciones de la gente y la defensa del acusado, gravemente pronunciada que tanto una como otra eran falsas. Que no era cierto que esos hombres habían caído del cielo, y que lo que dijeron que habían visto que era imposible”.
Asi queda reflejado en su libro “ contra las necias opiniones del vulgo acerca del granizo y del trueno”. Que, tras desmentir el poder de los tempestarios, trata de poner en evidencia la ingenuidad y la superstición de los campesinos de la época, como muestro en este pequeño extracto del mismo libro:
“Hemos conocido y escuchado a gente tan tonta y ciega como para creer que existe una región llamada Magónia, de donde vienen ciertas naves que navegan sobre las nubes y se llevan esos frutos abatidos por el granizo ,que los navegantes aéreos les compran a los tempestarios.
Algunos de esos insensatos, que daban por ciertas cosas tan absurdas, exhibieron ante la multitud a cuatro personas encadenadas, tres hombres y una mujer, que según decían habían caído de aquellos navíos.
Después de varios días de tenerlos aherrojados los trajeron ante mi presencia, seguidos por la multitud que se disponía a lapidarlos. Pero después de una larga discusión la verdad acabó por triunfar, y quienes los habían mostrado al pueblo quedaron confundidos.”
Evidentemente, aunque el obispo de Lyon no compartía estas creencias, pero curiosamente y sin pretenderlo se estaba haciendo eco de los pensamientos y de la realidad de las gentes de esa época .y más aun quedando respaldado por los dos anteriores libros ya comentados “el conde de Gavalis Del avade monfaucont de Villars y los capitulares de los emperadores. “Carlomagno, y Luis Débonnaire.
Por otro lado el folklore popular español definía a estos tempesarios como tronantes .
La leyenda más conocida dice que los tronantes viajan sobre las nubes, mandan sobre ellas controlando los truenos, los rayos, los vientos y las lluvias. En las leyendas recogidas se les describe como resentidos y seres malvados. Tienen mil y una apariencia: se les describe con cuerpo de hombre, extranjeros, hablan castellano, pueden ser algún vecino, o también muy feos, un gigante o un enano.
Para hacer los truenos, los tronantes calzan zuecos de madera y al caminar sobre las nubes hacen el ruido. También se dice que el ruido puede ser provocado por un carro o con algún instrumento metálico.
Los nubeiros son comunes también en Asturias, en Portugal, Francia, Alemania, China y Japón (Lei Kung y Raijin respectivamente). No son tan similiares físicamente ni en el comportamiento pero como controladores de las tormentas también nos encontramos con dioses de la antigüedad como Tifón, Baal, Thor… El tronante a veces es descrito como un gigante. Esto nos hace pensar en el famoso gigante del cuento inglés Las habichuelas mágicas que tiene un castillo sobre las nubes.
raiden-bg1
Raiden (Mortal Kombat) – Raijin ha entrado en la cultura occidental (más bien en la cultura pop) con el juego de acción Mortal Kombat
En la entrada de cómo librarse de la tormenta nos acercamos un poco a los conjuros que existen para espantar a los tonantes. Pero eso no es todo, para “esconxurar” (o desconjurar) a un tronante se necesita a un cura. Cuenta una leyenda que cuando se estaba formando una tormenta encima de la parroquia de Vilarente, el niño fue corriendo a avisar al cura del pueblo para que la “desconjurase” y para ello tenía que leer el libro de “leer y desleer”. Se dice que este libro si lo lees al derecho provoca efectos que al desleerlo se deshacen. Contaba también que mientras leía el libro el cura, se ponía a sudar; “hasta siete calzones dicen que tienen que cambiarse los curas mientras “desconjuran” a los nubeiros”.
En Santaia de Probaos, A Coruña, se recogió un cuento que dice que el cura del pueblo era un hombre “muy bueno y muy santo” que todos querían. El día de la fiesta del patrón el cura invitaba a comer a todos los pobres pero un año coincidió que cayó una tormenta enorme. Al año siguiente igual, y todos los años después, solo esa fecha, caían tormentas enormes que imposibilitara que se recogiera el trigo. Se empezó a decir que eso era cosa del demonio y un año vieron como de una nube bajaban unos “zuecos grandísimos, […] el tronante, el causante de las tempestades, ser miedoso que se asemejaba a un gigantesco mono, mal hecho, de piel oscura y peludo totalmente como un demonio del infierno”.
Fuente: http://elpoetakingo.blogspot.com.es/p/galicia.html
http://mariadelacierva.blogspot.com.es/p/ovnis-en-la-edad-media.html?m=1