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Se perfila el panorama pre-electoral en Galicia. Ya se conocen los que se anuncian como posibles cabezas de lista que van a competir en las que, parece, serán las distintas candidaturas. Un panorama que, en principio, favorece parcialmente a Alberto Núñez Feijoo, que puede revalidar su permanencia en la jefatura del gobierno regional aunque es poco probable que con mayoría absoluta@Desdelatlantico.
I. VENTAJAS Y DESVENTAJAS PARA EL PP, PRIMERO EN CONFIRMAR SU CABEZA DE LISTA
Prácticamente nadie duda de que el PP, liderado por Núñez Feijoo, será el ganador de las elecciones regionales de Galicia de septiembre de 2016. Lo que se duda es si esa victoria será por mayoría absoluta o no. Y en caso de que no obtenga la mayoría absoluta, la duda es si los eventuales escaños de Ciudadanos le facilitarían la gobernabilidad.
El PP fue el primero en presentar su candidatura.
De forma sutil, Núñez Feijoo operó cambios importantes en varias Consejerías y en otros órganos regionales. Cambios de mucho más calado del que parece y que demuestran un alejamiento de algunos dirigentes del PP en Galicia que, como el tiempo ha confirmado, fueron en realidad muy malos asesores. Esos «cambios» sutiles, si se lee entre líneas responden a dos iniciativas que constituyeron sendos errores políticos: la iniciativa para reformar el Estatuto de Autonomía y la fusión de las Cajas gallegas. Alguno de los que parece haber perdido peso para Núñez Feijoo estaba, «casualmente» en las dos operaciones.
Con el nombramiento de un nuevo Consejero de Sanidad (Jesús Vázquez Almuiña) Núñez Feijoo ha conseguido desactivar la «bomba» que tenía por causa del nuevo macro-hospital de Vigo.
Pero el asunto de Pemex no ha salido bien.
Desde un punto de vista táctico, al PP le puede beneficiar que el voto de la oposición vuelva a estar dividido. Pero a diferencia de lo que ocurrió en 2011, la presencia de Ciudadanos puede privar al PP de un número relevante de votos y escaños.
II. LA «MAREA» Y SUS TURBULENCIAS: UNA TÁCTICA DISCUTIBLE PARA UNA ESTRATEGIA CONFUSA
En términos políticos la segunda posición en el mapa político gallego se ha disputado entre las «confluencias» de izquierda (las «Mareas») y el PSOE.
Las «Mareas» se enfrentan a numerosos problemas y la única carta que creen que juegue a su favor es, a mi juicio, discutible.
En primer lugar, la gestión de los tres alcaldes más importantes de las «Mareas» (La Coruña, Santiago y Ferrol) tiene muchas más sombras que luces, lo que sin duda perjudicará a esta opción en los comicios regionales.
En segundo lugar, como luego se comentará, parece que se confirma lo que se pudo constatar ya desde enero de 2016 y es que Podemos podría concurrir en solitario al margen de las «Mareas», lo que evidentemente, tendrá un coste para éstas.
En tercer lugar, resultaba asombroso que hasta ahora la «Marea» no tuviera un candidato visible. Finalmente, ha tomado la discutible decisión de elegir a un juez (Luis Villares) vinculado al nacionalismo desde su época de estudiante. Villares no es una persona muy conocida y ello dificultará vender su candidatura. Por lo demás, el hecho de que sea juez, puede evocar casos como el de Manuela Carmena que no está claro que puedan tener unas consecuencias positivas.
Por si todo esto fuera poco, el hecho de que Podemos se desmarque de la «Marea» hace que ésta al final no sea sino la repetición de «Anova», la coalición de Izquierda Unida y los partidos escindidos del BNG… pero un escenario distinto (y quizá menos favorable) al de 2011.
El hecho es que el desmarque de Podemos puede hacer que la posición de la «Marea» quede muy escorada hacia el nacionalismo gallego.
III. EL PSOE, EN GUERRA CIVIL
El PSOE se encuentra en una situación difícil. Es cierto que en las elecciones generales de junio de 2016 consiguió mejorar su posición respecto a las anteriores de diciembre de 2015, pero sus problemas no han hecho sino agravarse.
Tras una pugna muy dura, su nuevo líder es Xaquín Fernández Leiceaga, antiguo concejal del BNG en Santiago, que luego se pasó al PSOE donde ha sido diputado regional. Es obvio que la opción «Leiceaga» es una opción a favor de un pacto con los nacionalistas. La nueva posición del PSOE quedó clara cuando dio su apoyo a la demencial propuesta del BNG de establecer para Galicia (región subsidiada por el resto de España) un sistema fiscal como el del «cupo vasco».
El eventual pacto al que aspira el PSOE ya no sería un «bipartito» sino un cuatripartito (Psoe-Bng-Marea-Podemos). Un eventual pacto que puede estar muy condicionado por lo que ocurra a nivel nacional con la elección de presidente del Gobierno.
El PSOE se encuentra con un serio problema de definición que si en el conjunto de España es grande, en el caso de Galicia es aún más preocupante.
IV. PODEMOS, O EL INTENTO DE NO SUBORDINARSE AL NACIONALISMO
El 10 de enero de 2016 la agencia Europa Press publicaba una noticia que decía «Podemos Galicia abre la puerta a ir en solitario a las elecciones autonómicas«.
Se hizo pública una tensión que se había intentado soterrar y que básicamente consistía en que Podemos, la formación que había conseguido una importante movilización de apoyos ciudadanos, veía como en las candidaturas para las elecciones había grupúsculos (eso sí, nacionalistas gallegos) que resultaban «sobrerrepresentados».
La tensión ha ido en aumento. El anterior líder de Podemos-Galicia (Breogán Rioboo) fue descabalgado después de plantear la opción de concurrir en solitario, pero la nueva dirigente de Podemos-Galicia,Carmen Santos, lanzó un referéndum interno de Podemos sobre la exigencia de la «Marea» de que Podemos se integrara con ellos en Galicia en un único partido.
Un 80% de los que participaron en esa votación interna (la que contó con más alta participación hasta ahora) rechazó que Podemos se disolviera en un único partido con las «Mareas» y defendió concurrir en «coalición» manteniendo su personalidad. Sin embargo, en Podemos se entendió como una traición que las «Mareas», por su cuenta, presentaran la candidatura de Luis Villares para la jefatura del gobierno regional, dejando a Podemos ante un hecho consumado.
Ante esta situación, Podemos ha decidido presentar a su propia candidata,Magdalena Barahona. Es evidente que ante este escenario va a ser muy difícil que las «Mareas» y «Podemos» concurran conjuntamente.
Podemos, ciertamente, atraviesa momentos complicados en el conjunto de España, pero en Galicia tiene un discurso propio que se concentra en lo social y que deja de lado reivindicaciones nacionalistas como la de pretender un «derecho a la autodeterminación».
Quizás el problema mayor que vaya a encontrarse Podemos sea el de dar a conocer a su candidata, bastante desconocida.
V. EL BNG, SE ATRINCHERA EN EL NACIONALISMO
El Bloque Nacionalista Galego (BNG) sufre una continuada pérdida de apoyos que ha llevado a que en las dos últimas elecciones generales haya quedado fuera del Congreso de los Diputados. La explicación es clara, el BNG sigue dando prioridad a la reivindicación nacionalista sobre sus posiciones de izquierda. Esa prioridad quedó de manifiesto con la iniciativa de establecer en Galicia, región subsidiada por el resto de España, un sistema financiero como el del «cupo vasco» algo que, matemáticamente, conduciría a un empobrecimiento de Galicia.
Su cabeza de lista es una joven diputada, Ana Pontón, con varios años de experiencia en el parlamento regional que le permiten ser relativamente conocida.
VI. CIUDADANOS, O LA SILENCIADA VOZ DE LA RESISTENCIA AL NACIONALISMO
Ciudadanos ha tenido una agitada trayectoria en estos últimos meses en Galicia.
En diciembre de 2015 consiguió un diputado en Coruña que perdió en junio de 2016 por una serie de errores internos a los que ya me referí aquí, pero consiguiendo más del 8% de votos, lo que trasladado a las elecciones regionales ofrecería una relevante representación en el parlamento gallego.
Hace unos días el máximo dirigente de Ciudadanos en Galicia, Javier Sánchez Agustino, declaró que buscaban un cabeza de lista entre personas del mundo de las tertulias o del periodismo. Era fácil ver ahí una alusión a una periodista vagueas presente en varias tertulias, Cristina Losada. Losada es una persona que, aparte de su labor periodística, ha sido muy activa en varias iniciativas sociales de resistencia contra el nacionalismo gallego.
Ese espacio durante muchos años estuvo absorbido por el PP, pero el PP tomó varias iniciativas en estos años (y una de ellas fue la de la ruinosa fusión de las cajas de ahorro de la región apelando a la «galleguidad») que han ido alejando de su base a capas, cada vez mayores, de la población que están cada vez más hartas de las imposiciones nacionalistas. Un fenómeno este que permite explicar también lo que ocurre en Podemos-Galicia en el espacio de la izquierda.
Durante muchos años se ha atacado, despreciado y minusvalorado a este segmento de la población pretendiendo que estas posiciones «no entienden» a Galicia, no «conectan» con el «sentir» de los gallegos y demás frases huecas.
Puedo equivocarme, pero la elección de Losada es un acierto de «Ciudadanos» a la hora de competir en las elecciones gallegas.
VII. CONCLUSIÓN
Todo parece indicar que el próximo parlamento gallego estará, aún más, fragmentado que el anterior.
Si en el anterior había 4 formaciones (PP, Anova, PSOE y BNG, más las escisiones ulteriores de Anova que formaron el «Grupo Mixto») ahora el mapa se conformará, probablemente, por cinco grupos (PP, Marea, Psoe, BNG y Cs).
Será muy difícil que el PP renueve su mayoría absoluta porque si bien la oposición de izquierda concurrirá aún más fragmentada que en 2011, el PP ahora sí tendrá un competidor relevante en el espacio del centro-derecha (espacio que en 2011 prácticamente sólo le disputaba Mario Conde Conde).
La cuestión será si los votos favorables del PP más la eventual abstención de Cs (que veo más probable que la del voto a favor) permitirá que Núñez Feijoo siga al mando del gobierno regional gallego.