P: Usted habla mucho de las vasanas. ¿Podría decirme por favor exactamente qué son y cómo funcionan?
R.: Las vasanas son hábitos de la mente. Son las identificaciones erróneas y los patrones de pensamiento recurrentes, que ocurren una y otra vez. Son las vasanas las que cubren la experiencia del Ser. Las vasanas surgen, captan tu atención, y te empujan hacia fuera, hacia el mundo, en lugar de hacia dentro, hacia el Ser. Esto ocurre tan a menudo y de forma tan continuada que la mente nunca tiene la oportunidad de reposar o comprender su verdadera naturaleza.
A los gallos les gusta escarbar en el suelo. Es un hábito perpetuo en ellos. Incluso si están encima de la roca desnuda todavía tratan de escarbar en el suelo.
Las vasanas funcionan de forma muy similar. Son los hábitos y patrones de pensamiento que aparecen una y otra vez, incluso si no se desean. La mayor parte de nuestras ideas y pensamientos son incorrectos. Cuando surgen habitualmente como vasanas nos lavan el cerebro para pensar que son verdaderos. Las vasanas fundamentales tales como «yo soy el cuerpo» o «yo soy la mente» han aparecido en nosotros tantas veces que automáticamente aceptamos que son verdaderas. Incluso nuestro deseo de trascender nuestras vasanas es una vasana. Cuando pensamos «tengo que meditar» o «tengo que hacer un esfuerzo» sólo estamos organizando una pelea entre dos vasanas diferentes. Sólo puedes escapar de los hábitos de la mente permaneciendo en la consciencia como consciencia. Sé quién eres. Sólo quédate quieto. Ignora todas las vasanas que surgen en la mente y en cambio fija tu atención en el Ser.
P: Bhagavan decía a menudo a los devotos «Quedaos quietos». ¿Quería decir «Quedaos mentalmente quietos»?
R.: La instrucción famosa de Bhagavan «summu iru» [quédate quieto] es a menudo mal entendida. No significa que debes quedarte físicamente quieto; sino que significa que siempre debes permanecer en el Ser. Si hay demasiada quietud física, tamoguna [un estado de embotamiento mental] surge y predomina. En ese estado te sentirás muy somnoliento y mentalmente torpe.Rajoguna [un estado de excesiva actividad mental], por otra parte, produce emociones y una mente inquietas. En sattva guna [un estado de quietud mental y claridad] hay quietud y armonía. Si la actividad mental es necesaria mientras uno está en sattva guna entonces tiene lugar. Pero el resto del tiempo es quietud. Cuando tamoguna y rajoguna predominan, el Ser no puede sentirse. Si sattva guna predomina uno experimenta paz, felicidad, claridad y la ausencia de pensamientos errantes. Esa es la quietud que Bhagavan estaba prescribiendo.
P: Bhagavan, en Conversaciones con Ramana Maharshi, habla de las vasanas bhoga [vasanas que son para el disfrute] y las vasanas bandha [vasanas que producen esclavitud]. Él dice que para eljñani hay vasanas bhoga pero no vasanas bandha. ¿Podría Swamiji por favor aclarar la diferencia?
Nada puede causarle esclavitud al jñani porque su mente está muerta. En ausencia de una mente él se conoce a sí mismo sólo como consciencia. Debido a que la mente está muerta, ya no es capaz de identificarse con el cuerpo. Sin embargo, a pesar de que sabe que él no es el cuerpo, es un hecho que el cuerpo todavía está vivo. Ese cuerpo seguirá viviendo, y el jñani seguirá siendo consciente de él, hasta que su propio karma [acción destinada] esté agotado. Debido a que eljñani es aún consciente del cuerpo, también será consciente de los pensamientos y vasanas que surgen en ese cuerpo. Ninguna de estas vasanas tiene el poder de causarle esclavitud, porque nunca se identifica con ellas, pero sí tienen el poder de hacer que el cuerpo se comporte de cierta manera. El cuerpo del jñani disfruta y experimenta estas vasanas aunque el propio jñani no se ve afectado por ellas. Es por eso que a veces se dice que para el jñani hay vasanas bhoga pero novasanas bandha.
Las vasanas bhoga difieren de un jñani a otro. Algunos jñanis pueden acumular riquezas, algunos pueden sentarse en silencio; algunos pueden estudiar el shastra [las Escrituras], mientras que otros siguen siendo analfabetos; algunos pueden llegar a casarse y formar una familia, pero otros pueden ser monjes célibes. Son las vasanas bhoga las que determinan el estilo de vida que llevará un jñani. El jñani es consciente de las consecuencias de todas estas vasanas sin identificarse con ellas. Debido a esto nunca vuelve a caer en el samsara [ilusión mundana] de nuevo.
Las vasanas surgen debido a los hábitos y prácticas de vidas anteriores. Por eso se diferencian de un jñani a otro. Cuando las vasanas surgen en personas corrientes que todavía se identifican con el cuerpo y la mente, causan preferencias y aversiones. Algunas vasanas son acogidas con entusiasmo, mientras que otras son rechazadas por indeseables. Estas preferencias y aversiones generan deseos y temores que a su vez producen más karma. Mientras sigas juzgando lo que es bueno y lo que es malo, te estás identificando con la mente, y produciendo nuevo karma. Cuando el nuevo karma se ha creado de esta manera, esto significa que tienes que nacer de nuevo para disfrutarlo.
El cuerpo del jñani lleva a cabo todos los actos que están destinados para ese cuerpo. Pero debido a que el jñani no juzga sobre lo que es bueno o malo, y porque no tiene preferencias y aversiones, no crea ningún nuevo karma para sí mismo. Porque sabe que él no es el cuerpo, y puede ser testigo de todas sus actividades, sin involucrarse en ellas de ninguna manera.
No habrá renacimiento para el jñani porque una vez que la mente ha sido destruida no hay posibilidad de que ningún nuevo karma sea creando.
P: ¿Así que lo que nos sucede en la vida sólo sucede debido a nuestras preferencias y aversiones del pasado?
R.: Si.
¿Cómo se puede aprender a no reaccionar cuando las vasanas surgen en la mente? ¿Hay algo especial que deberíamos tener en cuenta?
R.: Tienes que aprender a reconocerlas cuando se presentan. Esa es la única manera. Si puedes percibirlas con la suficiente antelación y con la suficiente frecuencia no te causarán problemas. Si quieres prestar atención a un área especial de peligro, observa cómo funcionan los cinco sentidos. Es la naturaleza de la mente buscar estimulación a través de los cinco sentidos. La mente se agarra a las impresiones sensoriales y las procesa de tal manera que producen largas cadenas de pensamientos incontrolados. Aprende a observar cómo se comportan tus sentidos. Aprende a observar cómo reacciona la mente a las impresiones sensoriales. Si puedes parar que la mente reaccione a las impresiones sensoriales puedes eliminar una gran cantidad de tusvasanas.
A Bhagavan nunca le gustaba o disgustaba nada. Si tenemos gustos o aversiones, si odiamos o amamos a alguien o algo, cierta esclavitud surgirá en la mente. A los jñanis nunca les gusta o disgusta nada. Es por eso que están libres de toda esclavitud.
P: Para poder realizar el Sí mismo, los Jnanis tienen que haber hecho muchos Punyas (actos meritorios) y Tapas (ascesis) en sus vidas anteriores, pero si los Jnanis experimentan en su última vida los frutos de todos sus actos meritorios anteriores, deberían todos obtener una última vida muy agradable, lo que no parece ser el caso puesto que algunos de ellos sufren graves enfermedades y a menudo deben soportar serios problemas físicos.
R: Existen muchas razones para ello. A veces la Realización del Sí mismo debilita enormemente. El cuerpo de Bagavan temblaba mucho. Cuando se le cuestionaba al respecto, respondía a veces: «Si un elefante penetrase en una choza poco sólida, ¿qué pasaría?» El elefante significaba la Realización del Sí mismo mismo y la frágil cabaña, su cuerpo.
Algunos Jnanis atraen hacia ellos el Karma de algunos de sus devotos y lo soportan bajo forma de enfermedad. En este caso, la enfermedad no puede ser atribuida a algo que habría ocurrido en las vidas anteriores del Jnani. La mayoría de los Jnanis se han desembarazado de la mayor parte de su Karma, bueno o malo, antes que comiencen su última vida.
P.: ¿Cómo puedo constatar si hago o no progresos en mi meditación?
R.: Aquellos que meditan mucho desarrollan a menudo una forma sutil de ego: están contentos con la idea de que progresan, de los estados de paz y felicidad que experimentan, de haber aprendido a ejercer un cierto control de su mente caprichosa, o bien de haber encontrado un Gurú o un buen método de meditación. Todos estos sentimientos corresponden al ego; cuando tales sentimientos están presentes, es la conciencia del Sí mismo mismo que está ausente. El pensamiento «yo medito» es un pensamiento del ego. Si hay una verdadera meditación, tales pensamientos no pueden surgir. No se inquiete en saber si hace o no progresos: dirija su atención sobre el propio Sí mismo veinticuatro horas por día. La meditación no es algo para efectuar en una posición particular, en un momento particular. Es una Conciencia y una actitud que deben persistir a todo lo largo del día: para ser eficaz, la meditación debe ser continua.
Si usted quiere regar lo que ha plantado en su campo, tiene que cavar un canal hasta él y dejar circular el agua durante bastante tiempo; si después de algunos segundos suprime el flujo, el agua desaparecerá en la tierra antes de haber llegado a destino: no podrá alcanzar al Sí mismo mismo si permanece sin efectuar ningún esfuerzo prolongado y continuo; cada vez que abandone el intento o que se deje distraer, una parte de sus esfuerzos anteriores se habrán perdido. Así como la inspiración y la expiración continuas son necesarias para la continuidad de la vida, la meditación incesante es necesaria para todos los que desean residir en el Sí mismo.
Se suele dividir el día en diferentes actividades: «Yo como», «Yo medito», «Yo trabajo», etc. Si se tienen ideas de ese género, significa que hay identificación con el cuerpo. Habría que desembarazarse de todas esos conceptos y reemplazarlos por el único pensamiento «Yo Soy el Sí mismo»: aferrarse a esta idea y no soltarla ya, al tiempo que no se presta atención alguna a la idea «Yo soy el cuerpo».
P.: ¿Por qué Dios ha hecho el mundo tan imperfecto? ¿Cuál es el propósito de un mundo en el que se sufre continuamente?
R.: El único propósito de la vida es el de emprender una indagación sobre la naturaleza del Sí mismo, alcanzarLo y establecerse en Él firmemente, y este nacimiento en el género humano es la cosa más preciada porque hemos recibido con él la facultad de investigación; esta vida tan preciosa no nos ha sido dada para ser derrochada en placeres sensuales sino para permitirnos conocer nuestro verdadero Sí mismo.
El Santo Tayumanavar ha cantado en uno de sus versos:
«He venido a este mundo para realizarme, pero he olvidado para qué he venido. Mi mente se ilusionó acumulando riquezas y complaciéndose en los placeres sensuales. He sido víctima de la ilusión, perdido en Maya, buscando los placeres efímeros que procuran la riqueza y las mujeres. Para matar esta ilusión, mi Gurú me ha dado la magnífica espada de Jnana.»
Entregarse a cualquier forma de Sadhana sin haber primeramente comprendido que el yo individual es inexistente, es complacencia ante sí mismo y conlleva más servidumbre mental.
P.: ¿Cuánto tiempo se debería permanecer cerca del Gurú?
R.: Hasta que «el Ojo de la Sabiduría» no se haya abierto, es necesario el contacto estrecho con los Sadhus que han realizado el Sí mismo. Se debería también estudiar y practicar las enseñanzas del Gurú.
Si se frecuentan malas personas o demasiado preocupadas por las cosas del mundo, las meditaciones serán perturbadas por sus tendencias mentales, por lo que será mejor evitar su compañía, sin animadversión pero evitando mezclarse con ellas; la ignorancia del Sí mismo puede ser contagiosa.
P.: El cuerpo de Bhagavan está ahora ausente. Yo sé intelectualmente que Él es el Sí mismo que está por doquier, pero a pesar de ello, extraño mucho el estar recogido ante su presencia física.
R.: Todo lo que usted ve es el cuerpo de Bhagavan. La Presencia-Guía que usted extraña tanto irradia a través de todas las formas y las anima. No se apegue a su forma corporal, porque el verdadero Bhagavan es más allá de la forma y más allá de la muerte. Aunque el agua brota de la boca del tigre de piedra, cada uno sabe que no proviene del tigre sino de un depósito cercano. Bhagavan habla hoy a través de quienes Lo conocen y Lo experimentan tal cual Es.
P.: ¿Cómo y cuándo ha nacido la mente?
R.: Identificarse con el cuerpo y la mente ocasiona la ignorancia: este es el cómo y el cuándo nace el ego: desembarazarse del cuerpo y de la mente ocasiona su muerte. Un día, Bhagavan me dijo: «Aquel que limita al Sí mismo tomándose por el cuerpo y la mente, Le ha dado muerte. Por haberlo hecho, debe ser castigado, y el castigo consiste en nacimiento y muerte, y sufrimientos continuos».
P.: ¿Cómo es posible que la única y verdadera función en nuestra vida sea la de descubrir nuestro propio Sí mismo? ¿No es nuestro deber el dar prueba de un poco de amor y de compasión a nuestro prójimo?
R.: Si usted logra descubrir a su Ser más profundo y real, el Sí mismo, estará perfectamente capacitado para ofrecer amor y compasión al mundo entero: esto fluirá automáticamente de usted. El sol está henchido de luz y la ofrece al mundo sin la menor parcialidad. Si usted deviene pura luz espiritual realizando el Sí mismo, esta luz se extenderá por doquier. Se puede intentar el ayudar a los otros, pero no resultará un verdadero bien a menos que uno se conozca a sí mismo. ¿Cómo un ciego puede ayudar o guiar a otros?