Eran las 18:51 horas de este sábado cuando, tras la intervención de la directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, María José Blanco, en una reunión con los vecinos de Frontera en Los Llanillos (norte de El Hierro), tomaba la palabra el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Juan Manuel Santana para comunicar que «ante los cambios experimentados en el proceso eruptivo» se iba a proceder al desalojo preventivo de los vecinos de La Restinga (en el sur). La noticia caía como un jarro de agua fría entre los vecinos, que asistían a un encuentro, ya previsto, en el que el mensaje de calma iba a ser, y fue, el predominante. Apenas cuatro horas antes y tras haberse reunido el Comité Director del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánico el mensaje había sido también ese. De hecho se anunció que no habría más reuniones hasta el lunes.

Pero el volcán no quiso esperar. Y decenas de vecinos y curiosos han pasado la tarde observando el burbujeo que desde ayer anunciaba visiblemente la presencia de una erupción fisural submarina, en forma de tres «jacuzzis», y han sido conscientes de columnas de vapor de agua y cenizas que fueron descritas en los micrófonos de la Cadena SER como «una especie de globo gigante de agua» o «una explosión como si fuese una ballena».

La directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias no descarta que lo ocurrido en el Mar de Las Calmas forme parte de «la segunda etapa del proceso eruptivo que vive la isla desde el pasado 10 de octubre», aunque seguirán vigilantes ante lo que pueda suceder en las próximas horas. A esta segunda fase le seguiría, de continuar la erupción, una tercera con explosiones negras, conocidas como colas de gallo, y una cuarta que sería la culminación del mismo. Además, el director general de Seguridad y Emergencias expuso que la decisión de desalojar a los 200 vecinos que se encontraban por la tarde en La Restinga era preventiva, ya que se observaba un acercamiento de los focos que forman parte de la erupción fisural a la costa.

La mayoría de los vecinos desalojados de La Restinga pasarán la noche en casas de familiares o en otras viviendas en El Pinar, aunque alrededor de 40 pasarán la noche en la residencia de estudiantes de Valverde (como ya ocurriera la primera vez que fueron evacuados, el pasado 11 de octubre). Allí también descasarán 10 vecinos de Frontera, 4 de los desalojados ayer y otros 6 de Los Polvillos y los Jazmines, cuya población también fue evacuada esta tarde.

Por el momento, y tras la decisión adoptada durante el mediodía de este sábado, el túnel de Los Roquillos, y por tanto el tramo de carretera desde el cruce de Echedo hasta el de Las Puntas, seguirá cerrado por peligros de desprendimientos. Asimismo, las carreteras de Las Puntas (HI-55) desde el cruce de los Caminos Cruzados hasta el de Los Padrones, la carretera HI-500, entre el cruce del faro de Orchilla y el Pozo de la Salud, y la carretera entre Sabinosa y Frontera, en dirección Frontera a la altura del cruce de la HI-53 (La Tabla) y en dirección Sabinosa a la altura de la montaña de Tamasina (después de El Chirgo).

Además, se ha decidido cerrar el Ecomuseo y el Lagartario y prohibir el acceso al Pozo de las Calcosas. Además, el Pevolca reforzará el personal de carreteras en la carretera de la Cumbre, durante 24 horas, y en las del Pozo de la Salud y Las Tablas.