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Tras levantar una tapa de alcantarilla de 80 libras, los trabajadores del Distrito de Servicios Lakehaven en el estado de Washington se sorprendieron de ver lo que encontraron 14 pies de profundidad.
“Al mirar el interior, vieron ropa y juguetes y algo de comida y otros objetos”, dijo Ken Miller a la estación local KIRO. “He estado haciendo este tipo de trabajo por más de 30 años, y nunca, nunca he encontrado esto antes”, dijo.
Miller y otros obreros habían cerrado la alcantarilla pero notaron después que estaba entreabierta y regresaron a investigar.
Entre esos “otros objetos” había una cama hecha de madera contrachapada.
Fue entonces cuando los obreros detectaron a dos menores, que aparentaban entre 12 y 13 años, y se encontraban cerca. Uno de ellos dijo que vivía allí.
Los trabajadores les hablaron del gas metano que emana desde las zonas subterráneas y los animales e insectos que viven bajo la tierra y que representan peligro para la salud humana.
“Nadie debería estar ahí abajo y sin equipo de protección,” advirtió Miller.
Además de eso, el aire es limitado y un auto estacionado encima los podría atrapar.
Los vecinos del área habían notado que la tapa de la alcantarilla estaba ligeramente abierta durante al menos el último mes, pero se sorprendieron al escuchar los detalles.
“Ni siquiera puedo imaginar que alguien duerma o viva en un alcantarillado y no era consciente de lo que estaba ocurriendo”, dijo una vecina, Melissa.
Otra residente llamada Florie dice que sus hijos vieron a los menores yendo y viniendo recientemente. “Uno de ellos salió y otra se quedó dentro, pero no sé lo que estaban haciendo en el interior”, dijo.
La ropa, la comida, los juguetes y la cama ya han sido limpiados, y los menores no han sido visto desde entonces, aunque son buscados por las autoridades.
Al menos 60 mil niños sin hogar viven en el estado de Washington, lo cual lo coloca en el lugar 40 entre los 50 de la nación en cuanto a mayor cantidad de menores desamparados, según un reporte del diario The Washington Post.