He defendido y defenderé siempre que la mejor Medicina es aquella basada en pruebas, en ofrecer los resultados de la mejor investigación y experiencia clínica. Esto es lo que promueve la llamada Medicina Basada en la Evidencia (MBE), que combina la ciencia con la experiencia de los profesionales y las peculiaridades de las personas enfermas.
Así lo explica El País en un excelente análisis titulado Alerta, pregunta incómoda: ¿está fracasando la medicina? Sin duda, la MBE
es uno de los grandes avances de la práctica médica y de la docencia de la medicina clínica”, como argumenta quien ha escrito ese texto.
Y sin embargo, pese a sus positivos propósitos teóricos, se alzan voces críticas que llaman la atención sobre los excesos de estudios y guías clínicas que, obedeciendo a los intereses de la industria y la política sanitaria, no responden en la práctica a las necesidades de los pacientes.
¿La medicina de la evidencia está en crisis?”, se pregunta El País.
No me ha sorprendido el artículo porque llevo tiempo preguntándome¿es la llamada Medicina Basada en la Evidencia el marketing perfecto de las industrias? Y sólo hace dos semanas que escribí este post muy leído y que ha dado pié a polémicas interesantes:¿Está convirtiéndose la llamada medicina científica en una pseudociencia?
En el texto del diario español más leído encontramos las opiniones de varios médicos, tres de ellos a los que conozco y tengo por amigos, con visiones diferentes:Vicente Baos, Javier Peteiro y Juan Gérvas. Una de las definiciones de crisis es: Problema, conflicto, situación delicada. Y creo que es lo que ocurre hoy con la medicina.
Tenemos un problema de salud; acudimos al médico; nos atiende rápido; no suele buscar la causa del problema para solucionarlo; entras en una rueda de consultas con especialistas y pruebas centradas en determinada parte de tu cuerpo en vez de en la totalidad física y mental del organismo; sales con una receta de medicamento (o de varios).
En muchos casos funcionará, en otros la situación se cronificará y en otro porcentaje nada desdeñable el asunto empeorará. La medicina hoy suele rehuir la búsqueda de la raíz del problema y así hay conflicto de salud y situación delicada asegurada.
Hay pues crisis y es estructural. El País apunta a algo clave: se ha roto la confianza del paciente, por lo general, porque el médico no le escucha bien.
Un ordenador se interpone entre ellos en la consulta. El oráculo electrónico marca las pautas, qué hay que hacer, cual es el protocolo y qué hay que recetar.
Como comenta Peteiro, “se transmite la idea de que la medicina es omnisciente y omnipotente” y no es así, lo que genera “frustración ante la atención médica”.
Estamos esperando demasiado de la medicina y quizá cuidándonos poco para evitar las averías que nos obligarán a entrar en la carrera sistémico sanitaria.
Se cita bastante la manipulación, de la ciencia, de los médicos y sobre todo de los enfermos. Baos comenta que
el médico debe tener información de calidad para aconsejar y recomendar a los pacientes el que más les convenga. La comunicación en la consulta es una tarea bilateral entre personas. Las evidencias científicas son un conocimiento que el profesional debe transmitir al enfermo”.
Y, como él sabe, porque lo hemos comentado en diferentes ocasiones, estoy de acuerdo. Tanto que creo que en la información está la clave. Pero para tener toda la información sobre intervenciones sanitarias y tratamientos es necesario que los datos fluyan libres. Y como cuento en el citado post ¿Está convirtiéndose la llamada medicina científica en una pseudociencia? Esto hoy NO es así.
La información clínica y científica está secuestrada por los intereses comerciales, por las diferentes industrias, que son las que hacen la investigación en su mayor parte.
El sistema de información sanitaria está privatizado y protegido por el concepto jurídico del“secreto comercial”. Si las empresas tienen derecho a ocultar datos de las pruebas que hacen con sus medicamentos, por ejemplo, es imposible una verdadera Medicina Basada en Pruebas.
¿Qué pruebas si quienes las tiene sólo hacen público lo que les interesa desde el punto de vista comercial?
A partir de ahí entra en juego el papel de las industrias, la farmacéutica, la alimentaria, la de tecnologías sanitarias, etc.
Y una vez criticada la investigación y su manipulación podemos criticar, como se hace en ese trabajo periodístico, las guías de práctica clínica por las que se dejan llevar muchos profesionales aunque estén plagadas de conflictos de interés; los pagos que reciben estos de las diferentes industrias ycooptan la voluntad de los galenos; la exageración de la prevalencia de muchas enfermedades y la conversión de factores de riesgo en patologías, el fenómeno del tráfico de enfermedades y medicalización de la vida y tantos etcéteras que llena las páginas de loslibros de profesionales sanitarios que denuncian la corrupción del sistema.
La medicina está en crisis:
-Por un error de enfoque suyo al obviar la búsqueda de las causas de la enfermedad.
-Por haber puesto al enfermo al servicio del Sistema sanitario y de su oferta de intervenciones y tratamientos y no al revés.
-Por la presión asistencial sobre los profesionales y la progresiva privatización de los servicios de salud.
-Porque hace tiempo que las industrias se colocaron a la cabeza de la pirámide del sistema sanitario.
-El empoderamiento ciudadano y políticas enfocadas en los estilos de vida sanos y elautocuidado (no comercial) de la salud.
-Que el enfoque de la medicina sea integral, contemplando a la persona como el todo y no sólo sus diferentes partes e integrativode las muchas maneras de tratar la enfermedad (que tengan pruebas de sueficacia y seguridad).
-Que la investigación sea transparente y se fomente mucho más desde instituciones públicas con objetivos sociales.
-Que los profesionales de los sistemas sanitarios sean independientes de las industrias