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GRAMÁTICA DE LA OTREDAD
¿Cómo dices en wolof la palabra “frontera” y la palabra “patria”?
¿se utilizará la palabra “tribu” como semántica de auto-identificación?
¿Y en soninké? ¿Cómo le llamas al “abandono estatal”?
Si quiero decir en bereber,
por ejemplo “yo soy descendiente de cimarronas africanas”,
¿se organiza la frase sintácticamente en este orden?
¿Existirá un sustantivo para designar el género femenino “cimarrona”?
¿Cómo se conjugan en bambara
los verbos que connoten la esperanza de la utopía?
¿qué adjetivos le encajan a la palabra “ensoñación”?
Si te tienes que despedir, ¿es la palabra “adiós” un sustantivo?
¿Cómo se pronuncia en yoruba la palabra “diáspora”?
¿Hay que juntar o abrir los labios para pronunciarla? ¿Duelen?
¿qué pronombres usas para el [que espera a la otra orilla del mar y para el que jamás regresa]?
Cuando señalas [hacia allá, en dirección a la Madre Patria, al África uterina]
¿qué adverbio escoges en lengua Bantú?
¿Lo sabes hermana y hermano malungo? ¿Lo sabes?
¿Sabes cómo se traduce la palabra “Libertad”?
De: Ashanti Dinah Orozco Herrera
CUIER A. P. (o Oriki de Shiva)
«Vamos a destruir todo lo que amas
y todo lo que llamas «amor»
lo destruiremos.
Porque lo que tú llamas «amor por el país»
es racismo;
llamas «amor a Dios»
cuando es fundamentalismo;
«Amor a la familia»
a lo que es machismo homofóbico y
a la transfobia la nombras como «amor a la naturaleza».
Dices que es «amor a la seguridad»
al militarismo
y al capitalismo
le llamas «amor al trabajo».
Lo que nombras como «amor a la humanidad»
es el especismo, y tu «amor a la Palabra»
es sólo un caso histórico de mala traducción (qué conveniente es, nombrar a Dios como Él),
seamos realistas (después de todo, somos tu Apocalipsis Cuier)
y lo que llamas «El amor a la libertad», «justicia»,
es cuando tu civilización
mata a la vida e intenta matarnos a todxs.
pero luchamos
nosotrxs
quien sur
vive
ya ha comenzado, no puedes
sentir el suelo
latiendo?
es nuestro corazón
golpeando:
Porque te condenamos,
los perdedores somos los amantes.
Luchando.
Latiendo.»
De: Tatiana Nascimento.
INSISTENCIA
Insisto en renegar de todo cuanto me incomoda
en querer seguir siendo la parte más oscura e incómoda de este continente
en querer hablar la lengua heredada de mis antepasados, tan presentes
y en seguir danzando al pie de la letra la canción de mis abuelas.
Insisto en tararear las notas de canciones que ya ni recuerdo
en cantar las canciones que casi fueron borradas de la memoria
el mismo día en que aprendí las canciones de otras lenguas.
Insisto en tener la voz más gruesa y sonora de todos en la América.
En vestirme de colores rimbombantes
y en colocar collares coloridos alrededor de mi cuello,
aretes musicales en mis orejas.
y en adorar Dioses y Diosas con nombres
impronunciables
En recrear ceremonias e inventar rituales que me dignifiquen
en bautizar a mis hijos bajo las estrellas y en los ríos y en religiones
y acentos que yo ni siquiera entiendo.
En colocarles nombres en lenguas extrañas
y educarlos para la irreverencia.
Insisto en ser la parte más incómoda de este continente
en querer ser la porción más oscura y altiva de esta tierra
En vestirme de gala para las guerras y de luces en los velorios.
En reírme a carcajadas a pesar de las penurias
y en cantar canciones de victoria a pesar de los reveses.
Porque aun soy
la piedra que incomoda en el zapato
y el número más notable entre las cifras.
Aun soy la luz relegada a la parte postergada de la casa
pero que alumbra insistentemente el jardín de enfrente
que grita con muchas voces la palabra cierta,
y pelea con muchas manos la guerra más humana
y aguarda irreverente
por su justo homenaje.
De: Shirley Campbell Barr: Rotundamente negra y otros poemas
LA MÁSCARA DEL HAMBRE
Mi cuerpo no se acostumbra
a este conviviente
que golpea hoy mi cuerpo
y mañana
abre la puerta de mi casa
ultraja en mi mesa
la última dignidad que poseía.
Yo te denuncio
porque de cerca te conozco
tienes la cara desgarrante de la tristeza.
Fue el peor enemigo que llegó a mi pueblo
y nos robaron las armas al defendernos.
Arrancamos
perseguidos por una fiera
nos dio alcance en el sur
y con sus colmillos nos trituró la pobreza.
Hoy
en mi pueblo
el hambre es rebeldía
y la poesía una máscara
donde oculto el verso amargo
alimento de este canto
y en la boca de mi pueblo
la tortura de cada día.
De: Graciela Huinao
LAS TONALIDADES DE LA IRA
Déjenme hablar mi lengua árabe
antes de que también sea ocupada.
Déjenme hablar mi lengua materna
antes de que también colonicen su memoria.
Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.
Lo único que mi abuelo siempre quiso hacer
era levantarse al amanecer,
mirar a mi abuela Nily rezar en un pueblo
escondido entre Jaffa y Haifa.
Mi madre nació bajo un olivo
en la tierra que dicen que ya no es mía.
Pero cruzaré sus barreras,
sus locos muros del apartheid,
y volveré a mi hogar.
Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.
¿Escucharon a mi hermana gritando ayer,
cuando daba a luz en un control militar,
con los soldados israelíes
buscando entre sus piernas
la próxima amenaza demográfica?
A su hija la llamó Jenin.
¿Y escucharon a alguien gritar tras las rejas
mientras la gaseaban?
Estamos volviendo a Palestina.
Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.
¿Me dices que esta mujer que hay dentro de mí
sólo te traerá tu próximo terrorista?
Barbudo, armado, pañuelo en la cabeza, negro.
¿Me dices que yo envío mis hijos a morir?
Pero esos son tus helicópteros, tus F-16…
¡En nuestro cielo!
Y hablemos un poco sobre este
negocio del terrorismo:
¿No fue la CIA la que mató a Allende,
y a Lumumba?
¿Y quién entrenó a Osama en Afganistán?
Mis abuelos no vestían como payasos
con capas blancas y gorros puntiagudos
para linchar a personas negras.
Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.
¿Preguntas qué hace esta mujer oscura
gritando en la manifestación?
Disculpa, ¿no debería gritar?
¿Olvidé ser cada uno de tus sueños orientales?
El genio de la botella,
la bailarina del vientre,
la chica del harén,
la voz suave,
mujer árabe,
sí amo,
no amo,
gracias por los sandwiches de manteca de maní
que nos lanzan desde los F-16, amo.
Sí, mis libertadores están aquí
para matar a mis hijos,
a los que luego llamarán»daños colaterales».
Yo soy una mujer árabe de color
y nosotras venimos en todas
las tonalidades de la ira.
Así que déjame decirte
que esta mujer que habita dentro de mí
sólo te traerá tu próximo rebelde.
Ella llevará una piedra en una mano
y la bandera palestina en la otra.
Yo soy una mujer árabe de color.
Ten cuidado,
ten cuidado.
Mi ira.
De: Rafeef Ziadah