Las crisis siempre tienen un mecanismo que ya está localizado y la mejor defensa contra ella, es seguirle el juego, es decir, acompañarla. Por supuesto que cualquiera reaccionará EN CONTRA a los efectos de la crisis, en su intento de neutralizarla. Pero las crisis son obligadamente situaciones que solamente se resuelven con CAMBIOS, no con luchas en su contra.
Las crisis nos llevan a crecer y oponernos a ella sería como querer usar los mismos zapatos de cuando éramos niños. No sólo no podremos calzarlos sino que entorpecerían nuestro caminar, y eso no nos traerá ningún beneficio. Estamos creciendo y ello nos lleva a adaptarnos a nuevas situaciones, por más miedo que sea que tengamos a esos cambios, por ruegos, velas prendidas y ofrendas a quien sea que veamos como ser superior a nosotros.
Si se presentara una crisis en la vida de una persona, en el sentido de que es parte de su Proyecto de Vida, de aprendizaje… y el mismísimo Maestro Jesús se manifestara ante dicha persona y ésta le rogara por su resolución, Jesús le respondería que no puede interferir, porque esa crisis es necesaria para que la persona evolucione y Él nunca se opondría a ello, por amor.
Para resolver una crisis hay un camino muy sencillo que iré describiendo, pero técnicamente deberíamos utilizar un método matemático intuitivo conocido como CPM, (Critical Path Method) o sea, en español, Método de Camino Crítico. La ventaja es que SIEMPRE se emplea el mismo método, con ligeras variantes adecuadas a cada situación. Verás a continuación que no necesitas analizar tanto a la crisis para resolverla; lo anterior te sirve como información adicional.
Por ejemplo, en la resolución de cualquier problema o proyecto empleando la técnica del Camino Crítico se debe tener en cuenta varios factores, entre ellos:
1 – La clarificación de cuál es el proyecto o problema a resolver (Descubrir de qué tipo de crisis estamos hablando).
2 – La identificación de los elementos en juego (Localización de lo que realmente sea lo que debemos hacer, qué busca la crisis que sea cambiado, cuáles son las cartas que nos han tocado en el reparto y los elementos que poseemos para hacer ese cambio).
3 – El encadenamiento entre dichos elementos (En qué estado o etapa de la crisis estamos y cuál es el escalonamiento, qué es lo que seguirá al anterior escalón).
4 – El tiempo que llevará la resolución de cada etapa (Cuánto tiempo llevará pasar de un escalón al otro, lo que variará en función de que sepamos doblarnos como el junco ante la tormenta o si por el contrario, preferiremos resistir para al final quebrarnos como el roble).
5 – La planificación de un Plan B (técnicamente llamado Ruta Sub-crítica) para el caso en que no pueda encontrarse la respuesta deseada en el tiempo deseado o por el camino previamente trazado. Es decir, si no puedo salir por esta puerta, buscaré salir por la ventana.
Científicamente, el método CPM (Camino Crítico) es utilizado por los equipos de trabajo de las empresas que buscan realizar ciertos proyectos, o sea que responde a un criterio matemático y por él está respaldado técnicamente, aunque si miramos el trasfondo de la cuestión, es solamente la aplicación más técnica de una lógica natural que empleamos a veces intuitivamente para resolver nuestros problemas, nuestras crisis.
El Camino Crítico sería una secuencia de pensamientos lógicos encadenados que puede estar utilizando sin saberlo, Doña Rosa o Don José, en forma intuitiva y llevado por las experiencias de la vida, pero que aprendió que le da resultado cuando debe enfrentar cualquier situación de la vida.
Debe quedar bien en claro, entonces, que no se trata de una acción “a tontas y a locas” sino de un proceso racional en el que debemos dejar absolutamente de lado los sentimientos y las emociones, o sea, como decía el piloto Luis Puga (mencionado en la primera parte): “en situación de emergencia, paras y piensas”, dejando de lado toda apreciación subjetiva que nos impida actuar en forma pensante y objetiva. Esto nos indica: “prohibidas las emociones, paras y piensas”.
Regresando al tema del artículo anterior: “¿CÓMO RESPONDER A LAS CRISIS? Parte 1 de 3” (http://selenitaconsciente.
¿Qué es precisamente lo que debes saber como para encarar una CRISIS?
Las preguntas entonces se reducen a:
1 – ¿Qué es una crisis?
Que sería como decir: ¿A qué juego estamos jugando?
2 – ¿Qué etapas tiene toda crisis?
Que sería como decir: ¿Después de tal cosa, qué otra cosa viene?
3 – ¿Cómo identificaré esas etapas?
Que sería como decir: ¿Cómo me doy cuenta cuando debo cambiar de estrategia?
4 – ¿Cuánto durará cada etapa de la crisis?
Que sería como estimar el tiempo de duración, que dependerá de tu tiempo de respuesta; a mayor experiencia en la resolución de crisis, mayor velocidad en su procesamiento y finalización.
5 – ¿Qué debo hacer en cada una de ellas?
Que es como decir: ¿A qué número deberé apostar?
6 – ¿Cómo capitalizaré los beneficios de esa crisis?
Que es como decir: ¿Cómo hago para cobrar mi premio?
Comenzaremos entonces por la número 1:
1 – ¿Qué es una Crisis?
Obviamente, si no conocemos perfectamente el contenido de la pregunta (de qué se trata la crisis), no podremos encontrarle una respuesta apropiada. Y por otro lado, el hecho de analizar la pregunta, nos permitirá reconocer elementos para elaborar la respuesta. A mis alumnos siempre les repito: “En la pregunta suele estar escondida su respuesta; debemos aprender a encontrarla”.
La definición más sencilla que he encontrado es (en realidad, todas, aún las más complejas, suelen redondearse en esto):
Crisis: “situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o un proceso”.
No me encuentro muy a gusto con esta definición y tampoco estoy plenamente de acuerdo con ella, por lo que utilizaré la mía propia:
Crisis: “repentina variación en las condiciones de nuestra vida que nos obliga a replantear la ruta y salir de nuestra Zona de Confort”. No es una amenaza de muerte, es sólo un cartel indicador en el camino que nos sugiere modificar el estado de marcha.
Si nos fijamos, en la primera definición, existe un factor atemorizante, las palabras “pone en peligro”, con las que no estoy de acuerdo porque la situación de peligro es una apreciación subjetiva y además, amenazante.
El miedo no ayuda a resolver los problemas, al contrario, los complica aún más. Uno tal vez cree que está en peligro o bien, puede que no crea estar en peligro y realmente lo esté. Pero también puede que no esté en peligro y el miedo no deja ver con claridad dónde estamos realmente parados.
Mi interpretación de la crisis no implica “peligro” sino “oportunidad de cambio”; lo que representa una cuestión de apreciación. Como concepto disfuncional: peligro; como pensamiento funcional: oportunidad. Y si mi disposición mental no fuera positiva y funcional, ya no estaría vivo como para escribir este artículo. Y tampoco me hubiese dado cuenta de los beneficios que trae consigo el resolver una crisis.
Una Crisis, entonces sería, en palabras sencillas, algo que ocurre que hace que debamos corregir el rumbo, y al final del proceso, para mejor. ¿La crisis ocurre de pronto? No, la crisis nunca ocurre de pronto; probablemente nos damos cuenta, de pronto, pero la crisis siempre se viene anunciando mediante sutiles síntomas que generalmente pasamos por alto o los notamos, pero no le damos importancia.
La Crisis SIEMPRE SE ANUNCIA, de un modo o de otro. Depende de nuestra capacidad de alerta y observación, detectarla a tiempo o sufrir las consecuencias de no haberla detectado a tiempo. Nada ocurre de ahora para luego, sin que haya motivos previos. Todo tiene un “porqué” y un “para qué”, eso es lo que deberíamos comprender.
Bien, la segunda pregunta sería, entonces:
2 – ¿Qué etapas tiene toda crisis?
Una crisis es una consecuencia que ocurre en forma escalonada y cuyas etapas pueden ser claramente identificadas.
Astrológicamente podría yo escribir varias hojas al respecto, pero no es ésa la idea en este artículo: pretendo que sirva como guía práctica para beneficio de quien lo lea. Tanto la Astrología como la Psicología coinciden (recordemos que la Astrología es la ciencia madre de la cual partió hace mucho tiempo, la Psicología) en citar las siguientes etapas básicas:
1 – Desorden. 2 – Negación. 3 – Intrusión. 4 – Traslaboración. 5 – Terminación
Para emplear términos y conceptos más populares, entendibles y gráficos, describiré mi propia versión adaptada, que tal vez sea menos técnica, pero más interpretable por el lector común. Como ejemplo, tomemos una crisis de salud, de pareja, de trabajo, excelentes ejemplos que todos comprenderán. Pero por razón de espacio, continuaré en el siguiente artículo: ¿CÓMO RESPONDER A LAS CRISIS? Parte 3 de 3.
El Sendero Del Ser. Bendiciones. Leo
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